| En estos 
                            últimos años, los videojuegos han alcanzado 
                            un nivel que supera, incluso para algunos, a la vida 
                            real. Ya sean de carreras, de mafias, de gamberrismo, 
                            de asesinatos, de sexo…. y así podría 
                            hacer una lista interminable, pero voy a centrarme 
                            en los que ya he citado. 
                             
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                                  En algunas ocasiones, el cristal de tu ordenador 
                                    sólo es el paso a un pululante mundo 
                                    ennegrecido. Discernir realidad y fantasía, 
                                    ese es el reto, mantener la conciencia, la 
                                    necesidad. |   En estos últimos años, los videojuegos 
                            han alcanzado un nivel que supera incluso, para algunos, 
                            a la vida real. Ya sean de carreras, de mafias, de 
                            gamberrismo, de asesinatos, de sexo….y así 
                            podría hacer una lista interminable, pero voy 
                            a centrarme en los que ya he citado. Estos videojuegos 
                            han llegado a alcanzar un nivel de realidad que parecía 
                            imposible hace simplemente cinco años, y un 
                            pequeño grupo de personas, al que la sociedad 
                            ha decidido llamar freaks, se ha enganchado 
                            a estos juegos. Estas personas son capaces de tirarse 
                            horas, algunos incluso días, delante de su 
                            ordenador/videoconsola jugando con estos videojuegos, 
                            para abstraerse de la realidad que los rodea. Algunos, 
                            la gran minoría, han llegado a creerse que 
                            son el protagonista de su videojuego favorito llegando 
                            a hacer verdaderas locuras. Por estas personas escribo 
                            este artículo, para diferenciar al psicópata 
                            que se cree un personaje de acción de las personas 
                            que simplemente los usamos para pasar un rato agradable 
                            y divertido haciendo cosas que en la vida real no 
                            se nos ocurriría ni siquiera pensar en hacerlas. Voy a citar dos casos, uno es muy conocido en toda 
                            España, y el otro, aunque no todo el mundo 
                            conoce un caso concreto, se sabe que hay gente que 
                            lo hace. 
                            
                              | El primer caso 
                                  es el famosísimo del asesino de la katana, 
                                  que mató a sus padres y a su hermana 
                                  con una katana pensando que era Squall, un personaje 
                                  de la mundialmente conocida saga 'Final Fantasy'. 
                                  Bien, creo que está bastante claro que 
                                  este chico acarreaba un serio trastorno psicológico 
                                  desde hacía bastantes años.
 A nadie en su sano juicio se le ocurre matar 
                                  a tres personas, simplemente porque te gusta 
                                  un videojuego. |  |  También hay gente que lee libros de asesinatos 
                            y no se le ocurre ir por ahí matando gente. 
                            Seguro que si una persona en el mismo estado psicológico 
                            que este muchacho leyese un libro en el que el protagonista 
                            fuera matando gente a golpe de katana, vamos, seguro 
                            que también lo haría. En fin, yo sinceramente 
                            creo que la culpa no la tuvo el videojuego, ni tampoco 
                            el muchacho, la tuvo su familia y las personas que 
                            se relacionaban con él, por no ver que tenía 
                            un trastorno digno de psiquiátrico. Que ahora 
                            se culpe a un videojuego de las acciones de un loco 
                            homicida porque su familia esté muerta me parece 
                            ilógico.  “No podemos meter a los padres en la cárcel 
                            por no dar los cuidados que se merece a su hijo loco. 
                            ¡¡¡Ah, ya sé!!! Vamos a culpar 
                            a los creadores del videojuego a ver si nos sacamos 
                            unas pelas”. 
                             
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                                  'Need for Speed', videojuego de carreras 
                                    callejeras ilegales. |  El segundo caso son las llamadas 'carreras ilegales', 
                            que se han hecho famosas a raíz de la aparición 
                            de la saga Need for Speed. En este videojuego 
                            de carreras, el protagonista debe hacerse sitio en 
                            el ranking de corredores callejeros. Para ello debe, 
                            por supuesto, saltarse todas las normas de tráfico, 
                            provocar accidentes y evitar a la policía. 
                            Hay gente que dice que los chavales de ahora no respetan 
                            las normas por este videojuego. Vamos a ver, este 
                            videojuego existe desde hace cinco años, las 
                            normas de circulación se llevan saltando desde 
                            que se implantaron y ya está, no hay más, 
                            esto es así, simple y llanamente. La juventud siempre ha buscado la forma de provocar 
                            las mayores descargas de adrenalina. Vale hay otras 
                            formas, pero no por ello vamos a culpar a un videojuego, 
                            ¿no?
 Ahora, los videojuegos llevan una etiquetita en la 
                            que pone el mínimo de edad necesario para no 
                            ser influenciado por el videojuego, cosa que es una 
                            soberana chorrada. Los videojuegos para mayores de 
                            12 años son los que les gustan a los menores 
                            de 10, los de mayores de 14 son los que les gustan 
                            a los mayores de 12 y menores de 14, los de mayores 
                            de 16 son a los que juegan los de 14, los mayores 
                            de 16 juegan con los de los mayores de 18 y los mayores 
                            de 18 buscan otra clase de entretenimiento, más 
                            carnal y, por supuesto, mucho más entretenida. En conclusión, los videojuegos no hacen locos. 
                            Los locos juegan a los videojuegos y hacen las locuras 
                            que salen en ellos. No deben jugar a esos videojuegos, 
                            deben estar recibiendo la ayuda que necesitan, pero 
                            no culpemos a los videojuegos de hacer lo que deben 
                            evitar las familias y las autoridades, que es dar 
                            ideas de delitos que a la gente normal no se le ocurriría 
                            hacer por la calle nunca.Creo que las razones por las que las familias de los 
                            locos y las autoridades culpan a los videojuegos son 
                            para no cargar ellos con la culpa y, si pueden, aprovecharse 
                            de las compañías de los videojuegos 
                            para sacarse unas pelas gracias la locura de su “ser 
                            querido”. Estas personas son las culpables de 
                            que, por ejemplo, un niña de cinco años 
                            se tire por la ventana, un chaval cometa gamberrismo 
                            o de que el “asesino de la katana” acabase 
                            en un reformatorio por hacer lo que le enseñó 
                            la única referencia que tenía.
     
                             
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