Medio
siglo después de que Naciones Unidas instituyera
el Día Mundial del Niño se siguen vulnerando
sus derechos fundamentales, que en muchas países
están amenazados por las guerras, el trabajo
infantil, la explotación sexual y otras formas
de violencia. El 20 de noviembre coincide con el aniversario
de la Declaración de los Derechos del Niño,
proclamada en 1959, y con la aprobación por
la Asamblea General de la ONU de la Convención
sobre los Derechos del Niño en 1989.
La Convención establece
normas universales de protección de la infancia
y recoge los derechos jurídicos del niño,
anteriormente dispersos en acuerdos internacionales
de diverso alcance.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), más de mil millones de niños
en el mundo sufren grandes privaciones
causadas principalmente por la pobreza, las guerras
y el sida. Diez millones de menores de cinco años
mueren anualmente en el mundo, una media de 29.000
muertes diarias, de las que dos tercios podrían
ser evitadas.
Las regiones de mayor mortalidad
son Africa occidental y central, y el récord
corresponde a Sierra Leona, con 283 muertes por mil
nacimientos. La desnutrición
es la causa del 53 por ciento de estos fallecimientos
(5,6 millones anuales). El 31 por ciento de los menores
de cinco años en los países en desarrollo
(170 millones de niños) padece desnutrición
crónica.
Se calcula que el 21,1 por
ciento de los niños no tiene acceso a agua
potable. La diarrea es la responsable
del 17 por ciento de la mortalidad en los menores
de cinco años, lo que supone 1,5 millones de
muertes anuales. En cuanto a la educación,
UNICEF estima en 115 millones los niños que
están fuera del sistema educativo, de los que
el 54 por ciento son niñas. Del total de menores
sin acceso a la enseñanza
primaria, un 75 por ciento son hijos de madres que
tampoco fueron a la escuela.
Uno de cada trece niños
de países en desarrollo -cerca de 143 millones-
son huérfanos, lo que les
convierte en víctimas potenciales de todo tipo
de abusos. Del total, unos 15 millones han perdido
al menos a uno de los padres a causa del sida.
En torno a 40 millones de niños menores de
quince años sufren violencia y abusos en el
mundo. Se estima que el tráfico de niños
afecta anualmente a 1,2 millones de menores. La explotación
sexual con fines comerciales afecta a 1,8
millones de pequeños, la mayoría niñas,
en un negocio que genera beneficios de miles de millones
de dólares anuales.
Respecto a la delincuencia
infantil, más de un millón
de niños se hallan detenidos en el mundo, la
gran mayoría acusados de cometer pequeños
delitos u ofensas menores. El trabajo infantil
afecta a 246 millones de niños. De
ellos 171 millones trabajan en condiciones que entrañan
un peligro para su salud (de los que 73 millones son
menores de 10 años) por el uso de productos
químicos y pesticidas en la agricultura, manipulando
máquinas o trabajando en minas.
Además, el 55 por ciento
de los niños nacidos en los países en
desarrollo, excepto China, no son registrados por
sus padres, por lo que 50 millones viven sin
identidad. Estas cifras alcanzan los 24 millones
de niños en el sur de Asia y 18 millones en
el Africa subsahariana.
En 28 países africanos
y de Oriente Medio unos tres millones de niñas
sufren anualmente la ablación del clítoris.
Pese a que las leyes prohíben el matrimonio
de niños, más de 80 millones de niñas
son obligadas a contraer matrimonio antes de los 18
años, de ellas un 48 por ciento en el sur de
Asia.
Información publicada
en el diario ABC
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