Nº40. Junio. 2003.
 

Esta es una sección abierta a cualquier información que suponga un nuevo avance o una ampliación de conocimientos.

¿Sabías que...?

Aborígenes australianos, el pueblo más antiguo del planeta
Los secretos del Vudú
Había una vez ... un circo
Escultores en la arena
Mensajes subliminales
El código de barras
La onda sonora refrigerante
¿Cómo se descubrió la radioactividad?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aborígenes australianos, el pueblo más antiguo del planeta
Por Esther Ceballos Luengas, alumna de 1º de Bachillerato del Colegio Nuestra Señora de La Paz.

Por todo el planeta se hallan distribuidas tribus de indígenas cuyo modo de vida es completamente distinto del nuestro. Viven ajenos a los problemas que afectan al mundo occidental y son felices tan sólo con aquello que la madre naturaleza les ofrece. Uno de los pueblos más singulares de la tierra es el de los aborígenes australianos, descendientes directos de las razas prehistóricas.

Cuando miramos a nuestro alrededor sólo vemos una pequeña parte del mundo que nos rodea.
Creemos que tan sólo existe aquello que vemos todos los días, aquello de lo que alguna vez hemos oído hablar o aquello que sale en televisión, en la radio... Pensamos que no existen otras formas de vida más allá de la que nosotros conocemos, es decir una forma de vida en la que lo más importante es el dinero y en la que quienes carecen de él viven condenados a la miseria y el olvido. Sin embargo, lo cierto es que no todo se reduce a esta visión del mundo ya que ya sea en los calurosos desiertos africanos, en los gélidos árticos, en lo más profundo de la selva amazónica o en pequeñas y recónditas islas habitan tribus indígenas complemente ajenas a nuestro mundo. No conocen la palabra pobreza ni la palabra dinero, viven casi como salvajes, integrados en la naturaleza, obteniendo de ella todo lo necesario para vivir pero siempre respetándola y cuidándola.

Una de las tribus más apasionantes que existen hoy en día es, sin duda, la de los indígenas australianos no sólo por su forma de vida y sus costumbres, que comparten otras tribus como la de los Jívaros o Maoríes, sino por su aspecto físico.

Los aborígenes australianos son uno de los pueblos más primitivos de la tierra. Hoy en día habitan en las regiones esteparias de la meseta australiana y en la zona costera del norte y se alimentan de animales como canguros, ornitorrincos o kiwis.
El canguro es sin duda su presa favorita. Para darle caza se reúne un grupo de hombres, que se aproximan cautelosamente a su presa y cuando esta se halla distraída le lanzan su boomerang abatiéndola. Este arma es utilizada para dar caza sobre todo a animales de carrera rápida y a pájaros mientras que para atrapar a animales como emús antílopes, faisanes etc suelen utilizar una lanza corta con punta de piedra que es el material más utilizado por estos pueblos con el que hacen sus cuchillos, hachas, azuelas...


Arte aborígen. Obra de Colin Jones & Trish Smith.

La técnica que utilizan para fabricar estos rústicos instrumentos consiste en golpear una piedra contra otra para hacer saltar las lascas requeridas y dar lentamente forma al objeto deseado; una vez conseguido, proceden a pulir la superficie cuidadosamente, frotándola contra algún objeto rugoso.
En cuanto a los aborígenes que viven en la zona costera del norte de Australia utilizan sobre todo los arpones ya que encuentran en el mar la fuente de provisiones principal.

Practican la pesca desde sus frágiles embarcaciones hechas con troncos de árbol ahuecados y utilizando los ya mencionados arpones constituidos por un asta de madera terminado en una horquilla también de madera, endurecida al fuego.

Como ya hemos dicho los aborígenes australianos son uno de los pueblos más antiguos del planeta. Su cultura es extremadamente pobre, desconocen la cerámica, el tejido, los metales...


Obra de Colin Jones & Trish Smith.

Sus casas unas de las más rústicas de la tierra consisten en simples refugios formados por dos estacas terminadas en horquilla y clavadas en el suelo a una distancia de unos tres metros una de otra; estos palos sostienen otro colocado horizontalmente, contra el que se apoya un muro hecho con ramas y hojas que protege del viento a la familia. Frente a la choza se enciende una hoguera en la que se cocina y que al mismo tiempo les proporciona calor durante la noche y ahuyenta a los animales. Sin embargo, a pesar de todas estas singulares costumbres lo más apasionante y destacable de esta tribu es su aspecto.

Físicamente son uno de los pueblos de rasgos más primitivos hasta el punto de que se les ha considerado como descendientes directos de las razas prehistóricas. Al igual que los hombres de la edad de piedra, tienen una cabeza muy particular, con frente huidiza y arcadas superciliares muy prominentes; los ojos están profundamente hundidos en las órbitas y la nariz es muy ancha y con raíz deprimida, el mentón es también huidizo. Los cabellos son ondulados y largos y muchos ostentan barbas bastante pobladas.
Tienen la piel de un tono moreno oscuro, pero no tanto como los negros africanos. El cuerpo es muy esbelto, y son de estatura mas bien alta con la particularidad de que sus piernas y brazos son extremadamente largos y delgados. Además otra de las características físicas más extrañas de este pueblo es la de tener los dedos pulgares de los pies con igual movilidad que los de las manos, de modo que pueden coger objetos pequeños igual con los pies que con las manos.
Esta propiedad les resulta muy útil para subirse a los árboles y así acceder a su golosina favorita: la miel.
En cuanto a su indumentaria suelen ir completamente desnudos aunque se adornan con tatuajes y embadurnan el pelo con barro y se insertan en él grandes tocados de plumas.
Aunque en la actualidad muchos de ellos siguen conservando esta forma de vida algunos la han abandonado para vivir como pastores en las zonas herbosas del centro del continente.
En definitiva un pueblo de lo más singular tanto en sus características físicas tan sorprendentes como en sus costumbres no menos interesantes

 

Fuentes:
http://www.ulises-valiente.com/wakan/numero4/Aborigenes.htm

www.see.it/poletti/ poletti5.html
govtech.net/publications/gt/2000/jan/australiafldr/australia.phtml
http://www.cyberpadres.com/articulos/sidney/arte_1.htm
http://membres.lycos.fr/phdavet/australie/aborigene.htm

 


Los secretos del Vudú
Por Esther Ceballos Luengas, alumna de 1º de Bachillerato del Colegio Nuestra Señora de La Paz.

El vudú en su parte blanca, en la negra, las muñecas vudú, los houngas, conforman una de las prácticas mágicas más interesantes de la actualidad. Aunque muchas veces concibamos el Vudú como algo oscuro y maligno lo cierto es que detrás de estos tópicos se esconde una práctica mucho más compleja y bastante más inofensiva.

Simplemente el hecho de nombrar la palabra Vudú nos transporta a un mundo de horrores espeluznantes, de muñecas de cera con alfileres clavados, de muertos vivientes y de otros ritos y prácticas igualmente oscuros.
Sin embargo hay que saber diferenciar lo que es meramente una fantasía producto de los tópicos cinematográficos del verdadero significado de la palabra Vudú. En realidad, el vudú es una creencia religiosa, una mezcla de catolicismo y antiguas prácticas africanas, incluidos elementos fetichistas y distintos tipos de magia, como la blanca, la negra y la gris.
Tales creencias están bastante difundidas en el campo y entre las clases más pobres de la república de Haití y de las regiones del Caribe, aunque también encontramos algunas comunidades que comparten estas creencias en algunas regiones de EEUU, más concretamente en Nueva Orleans a donde llegaron en su día esclavos provenientes de Haiti.

La magia Vudú es sin duda una de las más antiguas y poderosas que existen. Como ya hemos dicho tiene su origen en el África Baja; en las tribus de los Zulúes, Bebes y Mandingas.
En 1571 el vudú llegó a América a través de los esclavos africanos y se estableció, principalmente, en Haiti. A dichos esclavos no se les permitía llevar a cabo sus prácticas religiosas libremente por considerarlas como ritos paganos, así que para poder seguir practicándolas los vudú de la parte blanca las disfrazaron de Cristianismo y así pudieron seguir haciendo ofrendas a sus Loa o seres superiores a los que se venera tanto en la parte blanca como en la parte negra del vudú.
La parte negra del vudú, por el contrario, quedó limitada a unos cuantos que se ocultaron por miedo a ser descubiertos.

Un símbolo representativo del vudú es la serpiente de los siete colores; la serpiente representa la parte negra y los siete colores son representativos de la parte blanca. La clave del vudú reside en la utilización de ambas fuerzas en el justo equilibrio. Sin embargo, en ocasiones ambas fuerzas se separan y es entonces cuando podemos hablar del vudú como una forma de venganza, de destrucción encaminada a infligir daño al espíritu de la persona que se representa mediante las famosas muñecas vudú.
En sus manifestaciones más agresivas, los houngan, o sacerdotes, sacrifican animales y elaboran las famosas muñecas de cera, trapo, arcilla, caucho, madera u otro material fácilmente moldeable y atacable a imagen de la persona o divinidad a los que se quiere dañar y, eventualmente, destruir. Luego se la atraviesa con unos alfileres especiales hechos a base de una serie de elementos fundidos y mezclados, se la golpea, mutila, funde o quema suponiendo que al personaje representado le ocurrirá otro tanto al mismo tiempo. Ya en la antigüedad, en la época faraónica durante el culto diario al dios sol Ra, los sacerdotes elaboraban estatuillas del dios de las tinieblas que iba a atacar al sol; las ponían en el suelo, las pisaban y escupían suponiendo que de este modo los poderes maléficos de las tinieblas serían disminuidos.

Son asimismo numerosas las leyendas que hablan de los houngan y los zombies es decir, muertos resucitados al servicio de un brujo. Aunque como acabamos de decir no son mas que leyendas no debemos despreciar el poder de los houngan que son grandes conocedores de las plantas y de los efectos que estas pueden causar en los seres humanos. En verdad, aunque mucho de lo relatado no tenga base científica y sean quizá simples habladurías es mejor andarse con cuidado...