Nº38. Abril. 2003.
 



... ciudad, mi pueblo, mi barrio... el entorno geográfico, social y humano de cada centro visto por sus alumnos. Reportajes para conocer el medio en el que cada escuela o instituto desarrolla su labor educativa.

Reportajes:

Un recorrido por Cabezón de la Sal
Reconstrucción de un poblado cántabro
Nuestros nuevos compañeros
Grupo de senderismo 'El Pinrel'
Marzas: tradición y costumbre

 

 

 

 

 

 

 

Un recorrido por Cabezón de la Sal
Por Lucía Riaño y Natalia González, alumnas de 2ºC de ESO del IES Valle del Saja de Cabezón de la Sal.

Dos alumnas del Instituto Valle del Saja nos informan de los aspectos más relevantes de Cabezón de la Sal, villa donde nació la reivindicación de la autonomía para Cantabria. Anímate a conocer este villa tan emblemática.

Somos dos alumnas del IES Valle del Saja y hemos hecho un trabajo informativo sobre nuestro municipio, Cabezón de la Sal, para daros a conocer nuestra villa y que os animéis a conocerla.

Situación geográfica

Eje de comunicaciones y cabeza de municipio. Enclavado en la ribera o curso bajo del río Saja, a los pies de la Sierra del Escudo. Rodeado de numerosos pueblos que hacen a Cabezón una de las comarcas más bellas.

El municipio está situado a 42 km de la capital, 12 de la costa y 7 de la montaña, donde podemos encontrar el Parque o Reserva Natural del SAJA.
El relieve lo constituye un pequeño valle entre los montes de Bustablao y Monte Allende. Está bañada por el río Saja y sus pequeños afluentes.

Historia

El curioso nombre de nuestro pueblo se remonta a los tiempos de la invasión romana. Su nombre es Cabezón, una medida romana que dicho imperio utilizaba para la compra y venta de sal. Posteriormente, al nombre de Cabezón se le dio el apellido de la Sal, por ser ésta su principal riqueza.
Además, había otros cinco principales recursos económicos; los cereales, el vino, la ganadería, el aprovechamiento forestal y los productos artesanales.


Biblioteca.

Además de la conquista de los romanos, también los galos y los musulmanes se apoderaron de sus tierras, y en el año 914 fue rescatada por Don Alfonso el Casto.
Los Reyes Católicos en 1497, y en agradecimiento por su ayuda terrestre y marítima recibida de los cántabros, dieron a Cabezón de la Sal el título de Villa de Fuero Real.

A partir del siglo XIV, el territorio entra en el dominio de los Mendoza, hasta el final del Pleito de los Valles, constituyendo Cabezón uno de los Nueve Valles de las Asturias de Santillana que forman la provincia desde el siglo XVII y que generan la provincia de Cantabria en el siglo XVIII.
El pleno del ayuntamiento, el 30 de Abril de 1979, fue el primero en solicitar y promover la autonomía de Cantabria.

Patrimonio artístico

El arte de la villa de Cabezón de la Sal viene definido especialmente por las casonas blasonadas, como el Palacio de la Bodega, construido en el siglo XVIII.

Como iglesias, cabe destacar la dedicada a San Martín, de estilo barroco montañés y construida en el tránsito del siglo XVII al XVIII.

También podemos encontrar palacetes del siglo XIX y pertenecientes a los Condes de San Diego y la compañía Real Asturiana de zinc.

Tradiciones folclóricas

La agrupación de danzas Virgen del Campo se preocupa de mantener y transmitir nuestras tradiciones folclóricas a través de cantos y bailes como el de los Picayos a la Virgen del Campo. Se trata de un baile típico en honor a la Virgen patrona de la Villa, a la cual se le cantan coplas al son de las castañuelas y panderetas. Se sabe que la tradición de tocar los picayos proviene de la Edad Media.

Otro baile típico es el representado por el grupo de danzas La Baila de Ibio, espectáculo de origen guerrero en el que sólo intervienen componentes masculinos, con largos palos simulando lanzas. El acompañamiento instrumental se compone de un tambor y bígaro (caracola marina).

Gastronomía

La tradición culinaria del valle de Cabezón de la Sal se compone de varios platos característicos como el chuletón de vaca tudanca, el cocido montañés, las alubias con codornices, el lechazo al horno y los guisos de trucha, salmón o venado.
Como postres típicos hay que destacar la leche frita, el arroz con leche, queso de oveja, cuaja casera y, por supuesto, los famosos Palucos de Cabezón de la Sal.

Fiestas patronales y romerías típicas

Las fiestas más importantes se celebran en agosto. Algunas de ellas son:

  • La Virgen del Campo, patrona de nuestra villa.
    Se celebra el día 13. Cuenta la leyenda que la imagen fue descubierta por los cuernos de un toro cuando iba a beber en el bebedero.
  • Día de Cantabria, que se celebra el segundo domingo de agosto.
  • Y muchas otras fiestas de los pueblos de nuestro municipio.

Artesanía

Cabezón de la Sal es uno de los principales enclaves artesanales de Cantabria. Existen gran número de talleres o fábricas dedicadas a la elaboración y transformación de la madera. En las fábricas se llevan a cabo los trabajos de ebanistería, que tienen una larga y prestigiosa tradición.

Industria

Existen tres grandes fábricas:

  • La Tejera
    Fabrica de productos cerámicos para la construcción. Son dos empresas situadas en distintos puntos del término municipal, junto a la carretera N-634.
  • La Textil Santanderina
    Empresa que hace telas, pionera en su género y construida en 1923 por los hermanos González-Cosío.
    Considerada puntera del sector textil en España, exporta en la actualidad a más de 60 países.

Etnografía y cultura

Edificios dignos de visitar:
La Casa de Cultura Conde San Diego, dotada de una biblioteca, el Complejo Cultural Matilde de la Torre, el Centro de Estudios Rurales, la Escuela Taller o las Escuelas de Música, Cerámica y Folclore. También el Museo Nacional de Carrejo.

 

 

 

Reconstrucción de un poblado cántabro
Por Alia Molleda e Isabel de Pedro, alumnas de 2ºC de ESO del IES Valle del Saja de Cabezón de la Sal.

En el corazón de la antigua Cantabria, en el valle del Saja, se encuentra la villa de Cabezón de la Sal. Es una población escasa en museos, por ello, en el conocido Picu La Torre se está construyendo un poblado cántabro.

El poblado cántabro es una manera de acercarnos a la historia y a la vida cotidiana del mundo bárbaro de la península Ibérica, hace más de 2.000 años.

El poblado, que se está construyendo en el Picu La Torre, consta por el momento de una sola casa cántabra, pero está previsto construir cinco más, cada una de ellas pertenecerá a una época diferente (hierro, bronce y en la época de convivencia con los romanos).

En materia defensiva podremos ver una gran muralla de piedra, muy características en las construcciones cántabras, en la cual por su ubicación, se buscaba el efecto embudo. Está siendo construida por los alumnos de la escuela taller de la misma villa.

Las casas se construirán con techumbres pajizas y paredes de madera, barro y piedra. El interior de cada una estará construido por bancos corridos en torno al fuego, con camas de paja, y todo tipo de detalles que hace muchos años fueron imprescindibles.

También imprescindibles eran las herramientas y utensilios que utilizaban, no para cazar, porque la caza se quedó atrás, sino para cuidar el ganado, para moler la comida, cultivar...
Esas herramientas se utilizaban también para construir las casas con técnicas constructivas conocidas a través de las excavaciones arqueológicas en gran parte del mundo que han perdurado hasta nuestros días. Además, se organizarán talleres para poder conocer las formas de vida y la cultura en general de los cántabros.

Lo que perdura y perdurará durante mucho tiempo son la ganadería y la agricultura, cosa que también se podrá disfrutar, apacentar ganados del poblado y hacerse cultivos que nos sumerjan en una vida rural que aún permanece.
Experimentaremos cómo era la distribución interior de las viviendas, cómo se utilizaban los hogares, los telares para hacer ropa, cómo eran las vasijas de cocina, cómo se molía el cereal en rústicos molinos de piedra o cuáles serían las técnicas de construcción de techumbres con materias vegetales.


Interior de la casa cántabra.

Se propone, en definitiva, un acercamiento a una historia de pastores, agricultores, mineros, alfareros, artesanos... que puede evocarse a través de la diferente ambientación de las casas en un recorrido por los siete siglos anteriores a nuestra era.