Nº37. Marzo. 2003.
 

Esta es una sección abierta a cualquier información que suponga un nuevo avance o una ampliación de conocimientos.

¿Sabías que...?

Los profesores, los más estresados
Las sectas
Ciriaco Ceballos Neto y Bustillo, marino y científico cántabro
Mujeres científicas

 

 

 

 

 

 

 



Los profesores, los más estresados
Por Laura Lavín y Gema Sánchez, alumnas de Bachillerato Ciencias del Colegio Nuestra Señora de La Paz de Torrelavega.

Apatía, depresión, fatiga, tensión, nerviosismo, incapacidad para descansar, dolor de espalda, absentismo laboral... el llamado síndrome del Burn-out o del quemado afecta cada vez a más profesores.

Algunos profesionales, que llevan a cabo actividades relacionadas con el cuidado de las personas, sufren un tipo de estrés nada común. Se llama el síndrome del quemado o Burn-out y es el nivel más alto de perjuicio del estrés. Viene del deporte y una comparación puede ayudar a entenderlo. Cuando un deportista no es capaz de obtener los resultados que se esperan de él, aun cuando ha empleado todos los recursos de que disponía para conseguirlos, se considera que está quemado. Así que podemos decir que es el último peldaño de una escalera de circunstancias que llevan al trabajador a sentirse incapaz de realizar su tarea como se supone que debe realizarla.

En numerosos estados europeos se percibe desde hace unos veinte años en la profesión docente, pero en España es un descubrimiento reciente y un problema laboral de hace escasos años. Ahora es cuando empieza a dársele importancia y cada vez son más las investigaciones o estudios que se realizan, así como las medidas activas para ayudar a superar esta situación. Los talleres de tai-chi y yoga son algunas de las actividades elegidas para instruir a los propios educadores.
Sí es cierto que a la enseñanza le afecta más que a otros sectores. Los docentes sufren un estrés laboral creciente y extremo que hunde sus raíces en unos cambios sociales y laborales, así como en unas condiciones de trabajo muy concretas.

¿Qué es lo que ocurre con los profesores para que registren tales niveles de estrés? ¿Qué es lo que ha cambiado que provoca unas consecuencias tan nocivas? El estudio de la Facultad de Deusto señala como motivos principales algunas actitudes negativas en los alumnos, además de la creciente falta de motivación de estos estudiantes. Se añaden además los problemas de disciplina en el aula o las malas condiciones de trabajo, como pueden ser el número excesivo de alumnos en cada clase o no contar con el equipo adecuado, la sobrecarga de trabajo... sientan las bases de la posterior enfermedad.
No sólo eso sino que, además, la falta de motivación de los estudiantes, la influencia de los medios de comunicación, la pérdida de consideración de la sociedad ante la labor de los profesores y la sensación de sentirse constantemente juzgado… ayuda a fomentar esta enfermedad
Si las clases son demasiado numerosas o la iluminación no es la adecuada, el exceso de ruido, la presión en los horarios, la falta de promoción o los bajos salarios, la inseguridad en el empleo o la intensidad del trabajo, contribuyen de forma definitiva a desencadenar este síndrome.

Los periodos vacacionales tan largos ayudan a que el Burn-out se geste más lentamente, pero se manifieste más radicalmente al final. Todos los que lo padecen se plantean no un cambio de trabajo, sino abandonar la profesión.

 

 

 

Movimientos religiosos, las sectas
Por Gema Sánchez y Laura Lavín, alumnas de Bachillerato Ciencias del Colegio Nuestra Señora de La Paz de Torrelavega.

En la actualidad, no sólo en España, sino en la mayor parte del mundo, se llevan a cabo numerosos movimientos religiosos, o sectas, que comparten una ideología determinada o un líder como predicador de unas ideas.

El ser humano, tanto pobre como rico, necesita creer, compartir algo trascendental y no solamente los que creen en Dios; también aquellos que niegan su existencia. El hombre, para superar la inquietud de saber que morirá y que tarde o temprano desaparecerá, debe creer y crear algo para sentir que puede trascender. Esas creencias, que el hombre necesitó y necesitará para hacer la vida soportable, se transformaron en mayores sufrimientos para la persona.

En nuestra sociedad hay numerosos adolescentes que pertenecen a estos grupos y que precisamente no se han introducido en ellas por su ceguedad de llevar la contraria, sino que sus propias familias han sido los que les han integrado. Algunos jóvenes, se refugian en estos grupos por diversos motivos, se sienten solos, sin amigos, poca relación con los padres, baja autoestima…Esta situación es la que aprovechan los lideres para hacerles sentir importantes y bien recibidos en estos grupos.

Los buscadores de nuevos seguidores están entrenados para examinar rápidamente las perspectivas con que cuentan, por medio de la observación y de conversaciones aparentemente comunes, que les ayuden a determinar quienes son los que merecen mayor atención. Durante estos contactos principales, los reclutadores hacen lo posible para que el grupo les resulte sumamente atractivo al recién llegado. Este se siente emocionado y feliz de merecer tantas atenciones de estas personas idealistas, tan semejantes a él, que parecen compartir una existencia llena de sentido y resolver los problemas personales. Es probable que se queje perplejo y confuso al oír muchas de las ideas que se exponen allí, pero esto lo solucionan haciéndole creer que todo se soluciona a su debido tiempo.
Lo más natural es que al iniciado le resulte demasiado violento el mostrar su desaprobación por tener que rechazar el aparente interés en su bienestar que le han mostrado sus experimentados compañeros. Con el tiempo, el iniciado hace suyo el estilo de vida de la secta y la visión del mundo que tenia antes de ingresar en ella pasa a ser un recuerdo lejano, en parte olvidado y en parte anulado, ausente de su realidad cotidiana. Comienzan a repugnarle las creencias que inspiran a la religión y la sociedad, de las que se van desprendiendo gradualmente, por las que recurrirá en adelante al engaño y al fraude en sus contactos con el mundo exterior y hostil, convencido de que los fines sagrados justifican tales medios. De ahí surge también el rechazo cordial que siente hacia sus progenitores y maestros.