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Esta es una sección abierta a cualquier información que suponga un nuevo avance o una ampliación de conocimientos. ¿Sabías que...? Ciriaco Ceballos Neto y Bustillo, marino
y científico cántabro
Ciriaco Ceballos Neto y Bustillo, capitán de navío, nació en Quijano, Ayuntamiento de Piélagos (Las Presillas), el 8 de agosto de 1764, hijo de Jerónimo Ceballos y Neto y María Bustillo y Ceballos. Sus antepasados se remontan al siglo XII, de forma que se puede llegar
a sus ascendientes con relativa facilidad; lo que distingue a esta rama
de los Ceballos es precisamente el NETO, que por primera
vez se le otorga a Juan Díaz de Ceballos por ser el nieto
de Gutierre Díaz de Ceballos. Primeras intervenciones Pero sigamos con el joven Ciriaco, quien sienta plaza de guardia marina
en el l779, con apenas 15 años de edad y embarcando como tal en el
navío San Vicente de 80 cañones y con base en el Arsenal
Naval Militar de El Ferrol, provincia de La Coruña. Con este navío
se integra en la flota que manda el director general de la Armada. Pasa el tiempo y de nuevo lo encontramos participando en el bloqueo Naval
de Gibraltar y en el combate de la flota española contra la inglesa
de lord Howe esto sucede en el 1782 en la embocadura del estrecho. Sale de allí para formar parte de en la escuadra de José Solano dependiendo de la Capitanía General de la Habana, en cuyo Castillo del Morro presta servicio de guarnición hasta el término de la contienda con Inglaterra. Regreso a España y ascenso Regresa a España al acabar la guerra en el navío San Nicolás
de Bari de 80 cañones con el que se incorpora a la flota del Mediterráneo
comandada por Juan de Lángara. Con este nuevo destino asciende a
teniente de fragata. El Estrecho de Magallanes es descubierto por el marino Fernando de Magallanes,
quien lo cruza con una flota de cinco naves entrando por el lado del océano
Atlántico el 6 noviembre de 1520 saliendo al océano Pacífico
el 27 de diciembre del mismo año. En esa flota va un marino español
nacido en el pueblo de Guetaria, quien con la nave Victoria será
el primer hombre que de la vuelta al mundo. Ese hombre fue Juan Sebastián
Elcano (desde el año 1927 lleva ese nombre el Buque Escuela de la
Armada) Expedición Malaspina Cuando los dos paquebotes de Antonio de Córdoba entran por el Atlántico en el estrecho, saben a fondo que la misión que tienen que realizar es levantar toda la cartografía de la parte occidental de esta vía de comunicación. Habían entrado a finales de 1788 y salen por el Atlántico otra vez terminada sus investigaciones y con un gran tesoro náutico en sus Cuadernos de Bitácora y sus Diarios de Navegación, cartas que llegadas las dos naves a Cádiz, serán estudiadas y comparadas con las ya existentes en los Archivos de la Marina. Ese mismo año asciende a teniente de navío y se incorpora a
la Expedición que al mando del capitán de navío Alejandro
Malaspina se prepara para estudiar a fondo unas rutas más rápidas
y seguras hasta las posesiones españolas, Marianas Carolinas, Filipinas
etc. pero, claro está, pasando al hacerlo por todos los dominios
que España tiene en las Américas, del Sur, Central y del
Norte. Tal era la calidad no solamente humana si no científica de los
miembros de la expedición, pero a esa altura estuvieron también
la mayor parte de la marinería y personal subalterno reclutada en
los Departamentos Navales Militares de Cádiz y El Ferrol. Salvo muy
raras excepciones, todos y cada uno de ellos demostró su valía,
su sentido del deber, su amor a España, su fidelidad a una bandera,
a un propósito a un destino. Una disciplina ejemplar Ceballos Neto, fue un claro exponente del español por antonomasia
de aquella época. Desde los 15 años demostró en cuantas
ocasiones le proporcionó el destino que el hecho de ser español
no era nada baladí, que era algo que de por sí lo decía
todo. En menos de cincuenta años, menos de medio siglo, habíamos
conquistado imperios centenarios, y la conquista la habían realizado
apenas unos cientos de hombres. No regresa para obtener un puesto detrás de una mesa de despacho, él por encima de todo sigue siendo un oficial de la Armada cuya vocación es la mar, como capitán de fragata se incorpora a su regreso a la flota mandada por José de Córdoba, con la que luchó en batalla naval contra las fuerzas del almirante ingles Jarvis, jefe de la Flota inglesa del Mediterráneo, fue testigo de nuestra derrota el día 27 de febrero de 1797 en los alrededores del Cabo de San Vicente. Cartas geográficas de Veracruz Pasado el tiempo también está Ciriaco en la escuadra del almirante español Mazarredo, luchando contra Nelson. Más tarde aún, después de múltiples hazañas, volvemos a encontrarnos con él incorporado con parte de la flota española a la del almirante francés Bruix. Los almirantes Mazarredo y Nelson. Estos últimos cinco años lo hemos visto en cuantas acciones ha estado la marina Española. Llega el 1802 y obtiene no solamente el grado de capitán de navío, sino que además es nombrado comandante en Jefe del apostadero de guardacostas de Veracruz, puerto en los que hoy se conoce como el golfo de México y cuyo castillo defensor del puerto era el de San Juan de Ulúa, nombre que se hizo famoso en la historia de México, por que ya independiente, los niños cadetes de la guarnición resistieron el asedio de tropas aguerridas de los EEUU. Pero volvamos Ceballos Neto, quien en unión de Manuel Díaz
de Herrera es comisionado, para realizar un profundo estudio cartográfico
de la costa de México desde Veracruz hasta Campeche. De este trabajo
Ceballos da cuenta a través de siete memorias y levanta al mismo
tiempo la carta hidrográfica de la Península de Yucatán. Sigue él, en México, en Veracruz como habíamos dicho, con un cargo sumamente importante y delicado en el Apostadero; hay motines callejeros todos los días, (son los últimos momentos del Virreinato de Nueva España) recibe ordenes de refugiarse en México Capital. Desde ese momento se pierde todo conocimiento con respecto a su persona, lo presumible es que fue aprisionado por los insurgentes y ajusticiado por los mismos en el momento de su captura. Nada se ha vuelto a saber de su persona. La opinión de todos cuantos lo conocieron, las de sus compañeros
de armas, las de la comunidad científica mundial, España perdió
con su muerte, no solamente una marino y un patriota sino un CIENTIFICO
con mayúsculas y un hombre de bien.
Bibliografía:
Las fotografías que acompañan el reportaje proceden de estas páginas: http://www.mgar.net/magallae.htm | ||