Pablo, David, Dong Dong y Marta, estudiantes de 4º
ESO C, entrevistaron a Paco Martín, profesor
del colegio y enamorado del circo y de su profesión.
Pregunta.- ¿Por qué
decidiste estudiar Magisterio?
Respuesta.- Mi vocación de
maestro viene de familia, ya que mis padres eran profesores.
Yo estudié 7 años en el colegio y cuando
terminé, recuerdo que el orientador me animó
a hacer Magisterio o Pedagogía, inculcándome
aún más las ganas por este trabajo.
Para rematar, los compañeros me preguntaban
dudas y yo las sabía responder, lo cual me
motivaba bastante.
P.- ¿En qué año
empezaste a dar clase en La Salle?
R.- En octubre de 1985 empecé
en el Barrio Pesquero, donde había un pequeño
centro que pertenecía a antiguos hermanos de
La Salle, que en ese momento era solo de chicas. Pregunté
en el colegio y me dijeron que podía dar cinco
horas de clase a la semana, las cogí y empecé
a dar inglés a 6º, 7º y 8º.
Estuve dos años en ese centro, aunque también
hice sustituciones aquí. Dos cursos después,
cuando un hermano que daba en 5º de Primaria
falleció, por desgracia, yo hice sus sustituciones.
Cuando terminó ese curso fueron las pruebas
para entrar a esa plaza y me cogieron a mí.
P.- ¿Qué cambios han
ocurrido desde que tú llegaste al centro?
R.- El mayor cambio a mi parecer
que se ha producido es la cercanía entre alumno,
profesor y padres. Es quizás algo que representa
a este colegio, pero que se ha mejorado. Los maestros
os acompañamos a vosotros, los alumnos, en
vuestro crecimiento, pero vosotros también
nos ayudáis a nosotros. Es importante saber
que, si tenéis un problema, cualquier profesor
va a estar ahí para ayudaros; que en ausencia
de vuestros familiares o amigos podéis confiar
en él. Incluso algunos abuelitos o padres vienen
a la salida para contarnos o preguntarnos algo acerca
de su hijo o nieto. Y aunque vengan cuando estamos
en la fila o en algún momento que estamos ocupados,
les atendemos.
P.- ¿Cuál es tu mayor
satisfacción en el colegio?
R.- El ver que niños que al
principio tenían dificultades las superan y
se acaban graduando, sacándose carreras y grandes
notas. También cuando me encuentro a antiguos
alumnos y me saludan, mostrándome afecto, me
hace muy feliz; es como si tuviera un sueldo extra.
P.- ¿Cómo haces para
transmitir esa alegría que te caracteriza a
todo el colegio?
R.- En mi opinión, yo solo
soy un espejo. Creo yo que es el ambiente que hay
en el colegio. Cuando me cruzo con todos, desde la
que está en la secretaría hasta los
profesores, pasando por los alumnos y vuestras familias,
si os veo a vosotros sonriendo me regaláis
esa energía positiva que luego yo puedo transmitir.
Es esa riqueza la que caracteriza ese ambiente de
La Salle.
P.- ¿Qué opinas sobre
la cantidad de deberes que se les manda a los pequeños?
R.- Yo creo que lo importante es
que se aproveche el tiempo en clase. Si aprovecharais
más las clases, se os mandaría una menor
cantidad de deberes. Los deberes deben ser para ayudaros
a reforzar lo visto en clase. Es verdad que a veces
abusamos de ellos aunque son muy repetitivos, pero
pensamos que es lo mejor para que dominéis
la materia. Deberíamos tirar más a lo
motivador. Ahora que sois mayores, tendríais
que estudiar una hora o dos horas por las tardes y
aprovechar el resto del día para cultivar aficiones.
P.- ¿Cuál es el mejor
horario, el continuo o el discontinuo?
R.- Hay un hora mala que es después
de comer, porque haces la digestión y, por
ejemplo, a mí me entra sueño. Vosotros
salís tarde, por lo que os recomiendo que después
de comer, descanseis, y más tarde rindáis,
porque de otro modo no es posible trabajar. Mis compañeros
me dicen que en la primera hora estáis más
dormidos y rendís mejor sobre las horas del
medio. Creo que la más cómoda es la
continua, pero la más efectiva la discontinua.
P.- ¿Qué opinas de
la forma de pensar de algunas personas que dicen "para
qué estudiar si no hay trabajo"?
R.- Que busquen algo, si no lo han
encontrado ya, que de verdad les guste; porque así
mostraréis interés en ello. En mi época
también se decía esto y ahora la mayoría
están trabajando. Había gente que se
desilusionó, pero yo os animo a que os forméis
en lo que os guste. Hoy en día tengo a muchos
alumnos trabajando en muchos lugares del mundo. Me
refiero a que, aunque haya dificultades, siempre habrá
salidas. Conclusión, que no se desanimen y
que nada les quite sus sueños.
P.- ¿De dónde surge
esta afición por el circo?
R.- Esta afición viene de
cuando era pequeño. Yo vivía en el Nº
2 de San Francisco y me pasaba mucho tiempo en la
calle jugando. Un día en el año 66 vino
una familia de titiriteros con unos carromatos y los
veíamos desde las ventanas o bajábamos
unas sillas para verlos. Eran la familia Rampín.
También venía aquí la familia
Tonetti, del circo Atlas. Tenían como seis
o siete niños actuando, y yo quería
ser como ellos.
P.- ¿Cómo participas
o has participado en el mundo del circo?
R.- Escribiendo en revistas. Primero
escribí en una de fotocopias que hacíamos
nosotros, luego en una de Asturias ('La Ratonera')
y en infocirco.com. Sé lo que cuesta armar
un circo. Me gustan mucho los payasos, a los que intento
imitar. El teatro y el mundo de los cuentos también
me llama mucho. Quiero hacer un libro de los árboles
genealógicos de las familias de circo españolas
y ya tengo bastante información recopilada.
P.- ¿Tienes alguna otra afición?
R.- Me gusta la parte de relaciones
públicas. El colegio yo lo siento desde que
entro por la puerta. Yo ya empiezo a mirar y me gusta
ver que esté bien. Muchas veces he ido por
el pasillo y había clases sin profesor y si
yo tenía la hora libre pues entraba y daba
clase, incluso de Educación Física a
mayores. A veces les animaba a trabajar; normalmente
enseguida venía el compañero, pero si
no venía yo daba clase encantado. Eso es muy
importante, sentir el colegio. Yo he tenido a personas
que me han hecho sentir muy bien, en momentos en los
que yo estaba triste me han hecho sentir que yo valía
la pena.
P.- ¿Qué trabajos,
aparte de profesor, has tenido?
R.- Mi familia y yo somos emigrantes
de Castilla. Éramos una familia humilde, que
no tenía casi ni agua corriente. Cuando nos
mudamos aquí, yo empecé a ayudar en
la tienda de mi familia desde joven y, más
tarde, trabajé en un restaurante. En estos
momentos estoy escribiendo artículos para revistas,
como ya os comenté antes. Empecé hace
ya unos años y es algo con lo que disfruto.
P.- ¿Cómo describirías
tu vida?
R.- Hay dos frases con las cuales
me identifico bastante. La primera es de Paul Auster:
"Necesitamos desesperadamente que nos cuenten
historias, tanto como el comer, porque nos ayudan
a organizar la realidad e iluminan el caos de nuestras
vidas". Con esto me refiero sobre todo a mi pasión
por el circo y las historias. La segunda frase con
la que me identifico es: "Aspiro al final de
mis días a poder decir con serenidad: ha sido
una buena función, ha merecido la pena"
de Peridis. Esta no hace falta explicarla, porque
simplemente trabajo en lo que me gusta y en ningún
momento me arrepiento de nada. Y, por último,
me gustaría mencionar una frase que dijo María
José: "(...) la vida es rara con sus idas
y venidas... aunque haya días duros... a la
gente afortunada como nosotros nos salvan instantes
capaces de llenarnos de vida". Frase con la que
estoy totalmente de acuerdo con ella.

SUBIR
|
|