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 Un día, Mario y Laura estaban 
                            en la clase de Matemáticas y su profesora les 
                            había propuesto que por parejas hicieran restas 
                            con llevadas y no les gustó mucho. 
                            
                          
                            
                            Una 
                            de ellas era 120 -119= 1 y alguna resta que os proponemos… 
                          - Laura: Pues a mí no 
                            me sale, es muy difícil. Si tú no sabes 
                            hacerlas… ¡qué dices! 
                            - Mario: ¡Que sí, 
                            que esta me sale bien! 
                            - Laura: ¡Que no, que no 
                            la sabes… que es muy difícil para ti!, 
                            además a mí no me sale. Y si a mí 
                            no me sale, a ti tampoco ¡hala! 
                          - Mario: ¡Pues que listilla! 
                            - Laura: ¡Pues tú 
                            más! 
                            - Mario y Laura: ¡Pues 
                            me enfado, hala! ¡…y ya no te hablo! 
                          Y a Laura se le daban muy bien las restas, pero esa 
                            resta a Laura le costaba un poco y Mario esta vez 
                            sí se la sabía. Entonces, se enfadaron 
                            mucho porque Laura las hacía bien y Mario mal, 
                            pero lo intentaban. El profe les dijo que hicieran 
                            las paces. 
                           - Maestra: Id a dar un paseo 
                            y relajaros un poco… 
                          A causa de la discusión, los dos fueron al 
                            lago para tranquilizarse un poco. Con esta canción: 
                          Así que hicieron una suma de muchas cosas 
                            con la canción… 
                            “Una manzana se balanceaba sobre la 
                            tela de una araña…” 
                             
                            Mario estaba muy enfadado y el lago que estaba al 
                            lado del cole y resultaba que era mágico. Allí, 
                            los patos empezaron a convertirse en doses. 
                          
                          
                          - Patos: Somos patos… 
                            laralaralarito y ¡ahora somos doses ¡yuhuuuu! 
                             
                          El lago les concedió un deseo y era que le 
                            saliera bien el examen de mate a Mario y a Laura. 
                          - Lago: Os concedo vuestro deseo 
                            mágico: que hagáis un buen examen de 
                            mate y que seáis felices. 
                           Aunque se quedaron enfadados y preocupados. Un rato 
                            después, volvieron a la clase de mate e intentaron 
                            resolver juntos las operaciones. 
                          - Laura y Mario: Hacemos el 
                            ejercicio juntos y a ver qué pasa… 
                           Al final, por esa resta se separaron y un día, 
                            cuando tenían 63 años, se encontraron, 
                            se perdonaron y fueron felices para siempre. 
                               
                            
                             
                          
                          
                             
                               
                                    
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