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Nº 127
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Fernando Cañizal, docente y exvicerrector primero de la UC

Por Gerardo Zurita, Covadonga Gafo, Lucía Vallecillo y Adaia Marrón, estudiantes del colegio La Salle de Santander.

Días antes de que se celebraran las elecciones a rector de la Universidad de Cantabria, UC, hemos podido hablar con el profesor Fernando Cañizal, vicerrector primero de la Universidad y responsable del profesorado de esta institución.

Fernando Cañizal con los reporteros de La Salle.

 

Pregunta.- ¿Cuáles son, a grandes rasgos, las funciones de un vicerrector?
Respuesta.- La Universidad es un ente bastante complejo. Ya sabéis que hay centros, que son las facultades; por ejemplo, la Facultad de Filosofía y Letras, la Facultad de Educación y también las escuelas técnicas, las escuelas de Caminos, de Industriales, etc. Pues estos son los centros, y cada centro tiene lo que llamamos un decano, que en el caso de la facultad es el decano de la facultad y un director de las escuelas técnicas en el caso de las escuelas técnicas, y son once. Y luego están los departamentos. Ahí tratan temas de investigación. Hay 32 departamentos, y cada uno tiene un director, pero por encima de todo esto, coordinándolo todo, está el equipo rectoral, también llamado consejo de dirección de la Universidad. Está formado por un rector y una serie de vicerrectores más el secretario general y el gerente de la Universidad. Ahora mismo estamos terminando este periodo; hay un rector, somos ocho vicerrectores y en total somos once personas las que formamos el equipo, digamos directivo, de toda la Universidad. Hay veces que hay chicos que confunden la universidad con la facultad. No, la universidad es una unidad en la que se encuentran todos los centros. Aproximadamente hay unos 12.000 estudiantes en la Universidad, unos 3.200 profesores y unos 800 de personal de administración. Trabajamos como unas 2.000 personas en la universidad, o sea que es la empresa más grande que hay en la región después de Valdecilla, y atendemos temas de administración, investigación de los alumnos y de formación de los alumnos, entre grado hay más de 12.000.
En cuanto a la misión de un rector, de alguna manera coordina todas las áreas de la Universidad con ese equipo y los vicerrectores coordinan cada uno un área diferente, siempre bajo la supervisión del rector. Entonces ¿qué vicerrectores hay? pues cada equipo organiza lo suyo, no está definido el trabajo de cada uno. Pero, por ejemplo, en nuestro caso hay un montón de profesorado que llevo yo, un vicerrector de estudiantes, hay un vicerrector de investigación, otro de cultura, de extensión universitaria... luego hay un tema también de relaciones internacionales y más que se me olvidan; hay temas también pues un poco de infraestructuras, todo el tema de los espacios, los servicios, la biblioteca, cómo coordinar todas estas cosas de las infraestructuras... Estos son fundamentalmente todos, Ordenación Académica también que lleva un poco todas las titulaciones, todos los títulos de cada centro. La misión de un vicerrector es coordinar su área y atender a los asuntos que surjan. Aquí en concreto en el tema de profesores, pues lo que tenemos son todos los temas de contratación de profesorado, profesorado joven que se vaya formando. Hay una cuestión que se llaman las acreditaciones internas, que tiene el ministerio, y entonces allí van subiendo desde que entran de ayudante, de ayudante a doctor, de doctor a titular e incluso catedrático de universidad, son todos los niveles. A esto hay que sumar los profesores asociados, que apoyan toda esta labor; son profesionales que vienen de la calle y no están con dedicación completa, pero son muy útiles y nos ayudan con la formación del profesorado. Un vicerrector hace todo esto, coordinar a todos los temas de profesores. Tenemos también unos servicios de formación de profesorado en nuevas tecnologías, para impartir mejor las clases, o en temas de aspectos pedagógicos; tenemos también un apoyo al profesorado en todos los temas de docencia virtual, uso de docencia online... Pues esto es de lo que se encarga este vicerrectorado. El Vicerrectorado de Estudiantes de qué se encarga, pues lógicamente de las campañas que harán los institutos o los colegios, ya lo veréis. Se encarga un poco de la captación de estudiantes, todo el tema de las pruebas de selectividad, las matrículas, todo lo que es el desarrollo pues de niños con problemas, todo el tema incluso de becas de prácticas, preparación para la empleabilidad cuando termines los estudios. Ordenación Académica pues todo eso de los títulos; los títulos ahora tienen que tener unos sellos de calidad, tienen que tener unas condiciones y hay que tramitarlos. Y así cada uno. El de Investigación realiza investigaciones de los profesores, convocatoria de becas de nuevos investigadores en la Universidad... en fin cada uno tiene su función. La vicerrectora de Cultura está mucho en relación con el Ayuntamiento; temas de cine, de los cursos de verano con la comunidad autónoma... Es decir, aquí cada uno tiene sus funciones, pero su función definitiva es el apoyo al rector que es la cabeza de todo ello.

P.- ¿Le gusta más la docencia o ser vicerrector?
R.- Bueno, la docencia es muy bonita. A mí me gusta mucho dar clase, yo soy de los típicos de tizas y pizarra. No te negaré que cuando estás aquí enfrascado con el teléfono y otras cosas, como problemas que te vienen de profesores, de líos, de cosas, de historias y te toca dar clase dices "Jope, tengo un montón de cosas, pero me tengo que ir pitando". Yo doy clase en Caminos, hay cinco minutos de aquí a allí. Incluso por el camino, cuando estoy andando, le digo a la secretaria "Oye, pues ponme con fulano" y porque estás lleno de cosas. Así te encuentras ahogado cuando llegas y tienes allí a los alumnos, oyes que tengo que dar clase. Al principio te cuesta un poco cambiar el chip, pero luego ya te acostumbras. Llevo ya muchos años dando clase, con lo cual eso también da una experiencia. A mí me gusta mucho dar la clase. Pero también te digo que yo también llevo muchos años en temas de gestión de la Universidad, desde el año 91, o sea llevo 25 años; primero estuve de jefe de estudios en la Escuela de Caminos, luego subdirector durante un tiempo también de la Escuela de Caminos, después fui ocho o nueve años director de la Escuela de Caminos, más tarde me dieron el rectorado y me encargué de poner en marca todo lo que llamaban Estudios Oficiales de Grado del Espacio Europeo (empezó antes en el máster que en el grado, entre los años 2005-2006) y luego ya pasé a ser vicerrector, he estado en dos periodos. Y ahora, pues estamos metidos en una campaña electoral que ahí sí que no sé cómo me he dejado liar, porque yo ya soy un poco mayorcete y me fío de ellos. Las elecciones son el día diez y hay dos candidaturas, ya veremos si ganamos*. Si ganamos seguiré unos años más de vicerrector y si perdemos pues me dedicaré un poco más tranquilamente a la docencia y a escribir un poco. Tengo, por ejemplo, un libro que escribí que ya está un poco anticuado, hay que actualizarlo y pues bueno eso, que no hay mal que por bien no venga, estaré mas tranquilo que eso sí que está bien. Era una buena pregunta.

Fernando Cañizal nos recibió en su despacho.

 

P.- ¿Encuentra grandes diferencias entre la antigua licenciatura de Caminos, Canales y Puertos con la actual ingeniería en sí?
R.- Bueno ahí son dos cosas diferentes, no era licenciatura, la ingeniería superior de ingenieros de Caminos era lo que hacía generalmente la escuela. Ahora van a cumplirse 50 años desde que empezó la Escuela de Caminos. Estando yo de director introducimos lo que es la Ingeniería Técnica de Obras Públicas en el año 2009, me parece que empezó en plan de estudios. Y desde entonces tenemos en la escuela dos estudios: uno es para Ingeniería de Caminos y otro es para la Ingeniería Técnica de Obras Públicas. Son dos profesiones diferentes, aunque tienen mucha relación. Un ingeniero de caminos tiene un nivel mayor, trabaja más en temas de planificación, de gestión de proyecto, ya más complejo y el técnico de obras públicas tiene un nivel pues no tan elevado y está un poco más en el día a día de las obras. Y eso lo hemos mantenido así. Con el tema de Espacio Europeo y Enseñanza Superior, en el plan Bolonia se establecieron los grados y los másteres. En toda España y en todas las ingenierías se quedó por decreto que los grados equivalían a los niveles intermedios de ingeniero técnico y los másteres equivalían al nivel superior de ingeniero, vamos a llamarle de caminos o de lo que sea. Entonces, claro que hay diferencia entre lo que es el ingeniero civil y el ingeniero de caminos, ya que corresponden a niveles diferentes. La diferencia es que antes empezaban todas desde primero, una tenía tres años y la otra tenía cinco; ahora el ingeniero de caminos, que es el máster se convierte en un sombrero, por así decirlo, del grado. El máster son dos años más además del grado, para tener la ingeniería de caminos tienes que hacer cuatro más dos años. Por lo tanto son dos titulaciones diferentes. Sí que es verdad que antiguamente el ingeniero de caminos tenía una titulación de una carrera en cinco, seis años. Se formaba muy bien desde abajo en el ámbito físico y matemático y luego ya venían las tecnologías. Había muchas matemáticas y mucha física básica. Ahora como la carrera de cuatro años, el grado, tiene que tener ya competencias para poder ya trabajar, pues no me puedo estar tres años dándole matemáticas, porque claro, no las necesita tampoco. Entonces ha creado un mixto ahí, como si fuese el ingeniero de caminos, pero más pequeño. Y entonces qué pasa, que cuando pasas al máster tienes en primero de máster un refuerzo más de matemático y físico que a los alumnos no les es de mucho agrado porque claro, es como si tuvieses ya un quinto curso. Pero hay que hacerlo para poder llegar al otro nivel, entonces no es muy satisfactorio. Tal como ha quedado Bolonia en las ingenierías no creáis que es muy satisfactorio, precisamente por eso. Era mejor preparar a unos más de ciclo corto y luego intentar conseguir ese máster. Lo ideal sería un grado más el máster integrado, de manera que de seis años tú te formases prácticamente al principio para el máster. Además, pensando desde el principio para un ingeniero de un nivel superior, mientras que el otro fuese más para un ingeniero más de andar por casa, más del día a día. No se puede comparar, las épocas duras duras que me tocó a mí estudiar, pues es diferente de lo de ahora. También la vida es diferente. No, no creo que un estudiante aguantase aquellas cosas que a nosotros nos hacían, de la asignatura desaprobados en septiembre ninguno. Y allí todo el mundo estudiaba, eran otras épocas de aquella todavía vivía Franco.

P.- ¿Existen becas de ayuda económica, como las becas Erasmus o las becas Leonardo, actualmente en la Universidad de Cantabria?
R.- Sí, hay dos tipos de cuestiones; unas son las becas de carácter general, que son las del Ministerio y las que el Gobierno de Cantabria tiene también para estos estudiantes cuyos recursos económicos no son muy elevados. Y aquí es un poco el lema de que nadie se quede fuera de la Universidad por temas económicos; entonces son becas de carácter general, aunque ahora con la crisis han bajado un poco, es más difícil conseguirlas. Lo que ha hecho el Gobierno de Cantabria y la propia Universidad es, a través del consejo social, una especie de lo que llaman fondo de compensación para ayudar un poco a causa de esta reducción de becas, o alumnos que en principio no llegan a la beca, o que han tenido algún problema de tipo familiar, eso son becas de carácter general. Y luego sí que hay el apoyo para movilidad, estas becas las tiene el Ministerio también y el Gobierno de Cantabria también refuerza una parte. Estas becas no son muy elevadas, pero sí que se intenta compensar el incremento de coste que supone el desplazamiento del estudiante. Hay unas convocatorias y no son de nivel local sino nacional, porque las Erasmus son becas a nivel europeo, donde el país contribuye y hay un cierto apoyo también de la comunidad autónoma.

P.- ¿Qué estudios con salidas profesionales recomendaría a un futuro universitario?
R.- Esto sí es un tema muy personal, y eso sí que no se puede decir. El estudiante no se lo debe plantear, yo comprendo que se lo plantee pero yo creo que tiene que ser más un tema vocacional; es decir, hay gente que siempre dijo que le hacía ilusión hacer Medicina y eso es lo que le gusta, y si igual no puede Medicina pues dirá "igual me contento con Enfermería o con alguna de esas". Pero no le digas que vaya a estudiar Minas porque será un desastre. Entonces yo creo que todos tenemos, tenéis una cierta inclinación. Esa inclinación puede ser por varias razones: puede ser por temas familiares o muchas veces porque te lo están diciendo tus padres. Los padres a mi juicio no deben intervenir en estas cosas, sí orientar o encauzar atendiendo un poco a lo que deseen los hijos, pero en eso hay que ser muy imparcial. Por lo tanto, hay que dejar a los chicos y chicas que tomen sus propias decisiones, incluso si uno se lo puede permitir y se tienen que ir fuera a estudiar porque aquí no lo hay. Y si no es posible por tema económico para eso está el tema de las becas que también hemos hablado. Yo creo que no hay que plantearlo por una cuestión de salidas profesionales, ahora eso ocurre y eso se entiende; o sea, que durante unos años, estando yo de director de la escuela e incluso después, en Caminos entraba muchísima gente, tanto cuando era cinco años como en Ingeniería Técnica de Obras Públicas que era de tres. De hecho, poner las dos titulaciones lo hicimos porque era imposible de organizar en solo una. Y porque la gente se colocaba pues, aparte de porque le gustaba, porque tenía unas muy buenas salidas profesionales, esa es la realidad. Ahora con la crisis pues los alumnos que van a acceder dicen "Aquí hay un problemón gordo de trabajo y aquí tienes una carrera dura", porque aunque se haya reducido un poco pues sigue siéndolo, "pues no me meto ahí, me meto a otra cosa" y en carreras que antes había muy poca demanda ha aumentado. Por lo tanto, sí que influye el hecho de que en un momento determinado una profesión tenga menos salidas profesionales para que el alumno vaya a otra que tenga más.

P.- ¿En qué consiste su actividad docente e investigadora?
R.- Pues yo llevo un poco, todo el tema que llamamos de proyectos de ingeniería en la escuela de caminos. Ahí básicamente es un documento que se redacta, que tiene que ser un poco el modo de hacerlo para luego poder realizar una obra. Esa obra a la que hay que ir a la explotación de la obra durante todos sus años de vida veinte, treinta años. Existe una metodología para la elaboración de estos proyectos técnicos y, bueno, una parte de una asignatura mía es precisamente la metodología para elaborar estos proyectos: una carretera, un puente, una estructura. Evidentemente yo no sé el detalle de los puentes, como puede saber un profesor o un catedrático de puentes, ni sé el detalle de los puertos deportivos como lo puede saber un profesor de puertos o lo que sea. Mi formación y mi ayuda a los estudiantes es generalista, tiene una visión global de las cosas sin entrar en un detalle. Cuando venga el detalle ya le derivas al profesor correspondiente, pero tienes una visión global de cómo tiene que ser un proyecto. Otra parte de la asignatura es que esto es un proyecto, pero luego esto hay que llevarlo a la realidad, construirlo. Para ello hay un montón de problemas de carácter económico, técnico, de carácter jurídico también, y entonces hay que establecer un conjunto de contratos: un contrato de construcción y un contrato de explotación. Hay varios sistemas en las concesiones de obras públicas y demás. Entonces esto también tiene una formación que es incluso de un carácter un poco más jurídico, ya no tan técnica. Y esta también es una de las partes importantes de mi asignatura, de la formación a mis alumnos. Se lo podría dar un jurista, un economista... sí, pero seguramente no con esta visión ingenieril que le damos nosotros; por lo tanto creo que hacemos una formación más abierta, más transversal. Y los temas vinculados con la investigación van un poco es esta línea, pues todo lo que tenga que ver con la metodología de rotación de proyectos, la gestión de proyectos y obras. También sobre el tema de concesión de obras públicas, problemas que tiene, etc. tanto lo relativo a la redacción, la metodología de los proyectos de ingeniería, y lo que sería la gestión de los proyectos en un sentido amplio.

Fernando Cañizal.

P.- ¿Cuál ha sido su experiencia como vicerrector durante todos estos años que lleva ejerciendo el cargo?
R.- Eso viene un poco ligado a lo que ya he dicho al principio. En mi caso en el cual tratas mucho con profesorado, sobre todo profesorado joven, pues lo interesante ha sido poder incorporar profesorado joven. Luego cuando se va acreditando, poderle llevar a niveles superiores, ver que la gente está contenta y de alguna manera agradecida de que desde aquí se lleve la coordinación de todo eso y se faciliten estas promociones. También profesores mayores, por ejemplo, por temas de jubilación, profesores eméritos, que eso ya es después de la jubilación. Atender a los problemas del profesorado el día a día yo creo que es gratificante. Yo creo que la experiencia ha sido positiva; el ayudar también a alumnos en algunos casos, a los profesores y en general a todos lo que lo necesiten. Trabajas un poco por la gente, escuchas a la gente, y luego tu puedes ayudar, que es lo importante. Tienes que negociar con los sindicatos cosas sobre los profesores, hablar con ellos y escucharles; a veces tienen razón, a veces no tanta y esas cosas. Estos años han sido complicados económicamente cuando había limitaciones de plazas. El presupuesto, además, tiene que venir de las matrículas de los alumnos. La parte más importante viene del Gobierno de Cantabria, que tiene que apoyar porque es la universidad pública, y otra parte es el dinero que generan los profesores con proyectos, con investigaciones, etc. El precio de las matrículas se ha congelado, no subieron; el dinero que venía del Gobierno bajó mucho y la parte de los profesores también bajó. Entonces ha habido unos años complicados de dinero, pero es que, además, desde el Ministerio de Madrid nos ha limitado a toda la Administración Pública la posibilidad de contratar nuevos profesores y la capacidad de contratar nuevos funcionarios. Todo esto fue por un tema de si había que reducir las plantillas de los funcionarios. Ha sido el Ministerio de Hacienda el que lo ha controlado y nos ha impedido sacar plazas de profesores. No hemos echado a nadie a la calle, bueno a lo mejor a algún asociado que trabajaba fuera; ha habido un reajuste de horas, ahí sí que ha habido alguna cosita. Gente comprometida con la universidad tampoco puedes echarlos porque son funcionarios, pero gente joven sí hubiéramos podido. No hemos echado a nadie pero no les hemos podido promocionar como nos hubiera gustado. Y ese es un poco el mayor de los problemas, pero la gente es comprensiva, la gente lo ha entendido. En ese sentido les estoy muy agradecido porque yo sí que les atiendo, y no puedo hacer nada y ellos lo entienden. De esta manera yo creo que la experiencia ha sido realmente buena.

P.- Muchas gracias.
R.- Gracias a vosotros.

 

*Fernando Cañizal formaba parte de la candidatura liderada por Pablo Coto, que el 10 de marzo perdió las elecciones.

 

 


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Esther García de los Salmones, estudiante y futbolista
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