En la clase de Artística
dibujaron caracoles y... eso sí, debían
ser especiales, al menos en sus conchas. Después
escribieron pequeños relatos de ellos.
El caracol con poderes
Un caracol paseaba por la
ciudad cuando de repente se encontró una
poción con poderes. Corrió hacia casa
y se la tomó de un trago. Al día siguiente,
cuando se levantó a desayunar, tocó
al vaso y sin querer le rompió de la fuerza
que tenía en las manos. El poder le duró
unos días, pero no estaba contento porque
no podía coger nada; menos mal que se le
pasó.
Andrea
4º A
El
caracol "NO PISAR"
Al caracol NO PISAR le encanta
la Navidad, por eso lleva un sombrero de Papá
Noel y dos árboles de Navidad; también
le encanta el morado, por eso siempre está
con su amiga la ardilla que le pinta todos los días.
Después va con cuatro amigos suyos a jugar
a las cartas: el gusano Pedro, la cigarra Roxy,
el moscón Ramón y el mosquito Daniel.
El problema era que al caracol
NO PISAR le costaba ir de un lado para otro. Un
día cogió una cuerda, la ató
a un árbol y otra cuerda a otro árbol
y se lanzó por ella y así, rápido,
fue todos los días. Y desde aquel día,
el caracol NO PISAR nunca llegó tarde a ningún
lado.
Samuel
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Ken Magueto y Emma Borel. |
El
caracol triste
Por el prado verdoso,
andaba un caracol,
era tan gordinflón
como lo es un trombón.
Nadie le quería,
pero tenía sabiduría.
Él estaba enamorado,
como nunca lo había estado,
de una doncella,
de los caracoles la más bella.
Ella era una princesa,
que disfrutaba mucho de la vida.
El caracol Trombón se dijo:
- Ojalá ella me quisiera,
como yo la quiero a ella.
La princesa organizó
un baile,
pero allí había un ladrón.
El bribón raptó a la princesa,
para que fuera su esposa.
El caracol Trombón
fue a rescatarla.
Ella se lo agradeció coronándolo príncipe.
¡Qué suerte
la del caracol!
Ken Maguefo y Emma Borel
El
caracol volador
Un día
un caracol estaba paseando y se encontró
un avión de juguete y, como los demás
caracoles ser burlaban de él, se puso el
avión encima de la concha y fue donde sus
amigos diciéndoles:
- ¡Ahora soy más guay!
Un niño
encontró el mando del avión; entonces
lo hizo funcionar y el caracol salió volando
- ¡Adiós amigos! nos vemos luego.
Después
de un rato, se le acabó la pila. Al volver
a casa encontró una batería con mucha
pila, así que lo contrataron para ser vigilante
aéreo y ahora está trabajando en las
fuerzas aéreas.
Óscar
Martínez
El
caracolino
Este caracolino mide medio metro de altura. Tiene
concha triple, manchas por todo el cuerpo y en la
concha hay remolinetes dibujados.
Es muy bonito, no es viscoso
y tiene dos ojos enormes.
Si te encuentras con él...
¡habrás tenido buena suerte!
Daniel Arnay
En un
castillo encantado
Érase una vez un caracol que vivía
en un árbol al lado de un castillo solitario.
Un día el caracol
fue al castillo, estaba cerrado con una palanca;
con sus cuernos consiguió levantarla y entró.
De repente apareció un murciélago,
cogió al caracol y se lo llevó a su
cueva.
El caracol tenía mucho
miedo y quería escapar; menos mal que pasó
por allí un ratón, se subió
encima de él y se escaparon rapidísimo.
Siro
Muyo Tobal Ramos
La
Navidad de Alejandra
Una noche
de Navidad, una niña caracola llamada Alejandra
se quedó despierta toda la noche y de repente
oyó una voz que decía:
- ¡Jojojou! -Era Caracol Noel.
Alejandra
le dijo:
- Hola, ¿qué me has traído?
Caracol Noel
se desmayó del susto. Después le dejó
el regalo y se fue pitando. Desde ese día
Caracol Noel no se deja ver por ningún niño
caracol o niña caracola del mundo.
Alejandra
Allán 4º A
Los
cuatro caracoles
Un día
un caracol que se llamaba Javier quería echar
una carrera a otros tres caracoles. El primero de
los tres era Paul y llevaba a los otros dos caracoles
encima porque se divertían mucho.
Un día
Javier les retó a una carrera y Paul, Juan
y José aceptaron; tenían que recorrer
desde la montaña de hierba hasta el castillo.
Les costó bastante porque había mucha
hierba y eran muy pequeños, pero al final
los tres caracoles ganaron.
Lin
Yifán 4º curso
Un
caracol llamado Turbo
Este caracol viene de Roma
y se llama Turbo pero todo el mundo le llama Turbito.
Tiene un chalet enorme encima de su espalda, también
tiene unas hierbas para adornar.
Turbo antes iba muy despacio
y a veces tan despacio que tardaba una hora en recorrer
cinco centímetros. Un día se comió
una manzana y ahora va muy rápido.
Marcos
Un
caracol muy molón
Un día,
en un puñado de hojas había un caracol
multicolor que tenía una gran casa y unos
cascos por donde escuchaba música, y bailaba
de sol a sol... noche y día bailaba la musiquilla.
La casa parecía una flor, con cortina y cerradura.
También tenía unos ojos preciosos
y no tenía nariz.
Marta