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Red-acción
II Época / Nº54
Mayo
2012
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Basagoiti: "Se ha demostrado que Euskadi se puede gobernar sin los nacionalistas"

Por David San Juan, Javier Ruiz, Adrián Marcos, estudiantes de Secundaria del colegio Nuestra Señora de la Paz de Torrelavega.

Aunque nació en Madrid, Antonio Basagoiti (1969) forma parte de una familia arraigadamente vasca. Tanto, que su abuelo fue el fundador de Iberdrola y el Banco Hispano Americano. Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, está metido en política desde 1995, habiendo sido concejal de Bilbao, director de Juventud, diputado en el Parlamento vasco y presidente del PP vizcaíno y ahora vasco. Él fue el que inició la renovación del partido tras "duros" como San Gil o Mayor Oreja. Él propició el pacto con el PSOE que facilitó el primer Gobierno vasco no soberanista.

Nombre: Antonio Basagoiti Pastor

Lugar y fecha de nacimiento:
Madrid, 25 de octubre de 1969

Ocupación:
Presidente del PP del País Vasco

Estudios: Licenciado en Derecho en la Universidad de Deusto

Trayectoria: Inició su actividad política en 1995 como concejal de Bilbao. Fue director general del Instituto de la Juventud en 1998 y 1999. Lideró la oposición en el consistorio bilbaíno durante tres legislaturas consecutivas. Desempeñó el cargo de presidente del PP de Vizcaya desde 2004 hasta 2008, cuando fue elegido presidente del PP del País Vasco.

 

Pregunta.- ¿Quién es Antonio Basagoiti?
Respuesta.- Es una persona que tiene 42 años, casado con tres hijas y una vocación política que aspira a mejorar su tierra, que se pueda vivir en libertad y que prospere esta parte de España.

P.- Con lo bien que se está en casa sin meterse en líos, ¿qué llevó a un ciudadano como usted a jugarse la tranquilidad y la vida metiéndose en política?
R.- Porque me gusta. A mí nadie me ha obligado a estar en política, pero la verdad siempre me atrajo. Desde que de joven me tocó con siete u ocho años vivir la transición y las primeras elecciones democráticas me pareció una cosa atractiva. Después, estudiando en la Universidad de Deusto me metí un poco más en política y tuve la oportunidad de conocer al Partido Popular. Lo que me llamó a afiliarme y dar el paso fue el asesinato de Gregorio Ordóñez, concejal de San Sebastián. En ese momento creí que había que hacer algo más para librarnos de esa lacra y eso fue lo que me motivó a entrar en política. Luego me ha ido gustando cada vez más y me siento realizado intentando solucionar problemas de afecten al interés general.

P.- Qué le dicen en casa cuando dice que es vasco, del PP y diputado.
R.- En casa ya me conocen, en casa me dicen poco. Bueno, mis hijas que son pequeñas me dicen "¿Qué hace papá en ese cartel?". Pero están habituados, ya que me casé siendo concejal del Partido Popular; no es una cosa que haya venido después y que descuadre un poco la familia.

P.- Tras su llegada a la presidencia del PP Vasco intentó una importante renovación con gente joven formada y vizcaína, ¿se ha culminado esa renovación del PP vasco?
R.- Creo que todavía no del todo, pero sí entró gente joven como Borja Semper, Arancha Quiroga, que es presidenta del Parlamento, Iñaki Oyarzábal o Alfonso Alonso, que ahora es el portavoz del partido en el Congreso de los Diputados. Hay una foto que define esta generación y que no es muy conocida, pero os la cuento a vosotros. Bajo el árbol de Guernica en 1995 estamos todos con muy pocos años, los que hoy dirigimos el País Vasco. Solo falta una persona, que es Miguel Ángel Blanco, que estaba en esa foto y hoy no está con nosotros. Yo creo que eso lo dice todo.

P.- ¿Qué tensiones existen entre la corriente alavesa del partido, representada por gente como Laura Barrionor, y la vizcaína?
R.- La propia de un País Vasco donde existen tres territorios, y en el caso de Álava-Vizcaya hay un cierto pique por si Álava o Vizcaya tienen un poco más de representantes. Pero es algo absolutamente normal que no va a mayores. Reconozco que cuando fui elegido presidente del PP del País Vasco, el expresidente del PNV, Josu Jon Imaz, me advirtió de que los problemas vienen por Álava, porque es donde los partidos políticos tienen más sentimientos alavesistas y tienen más pique con el resto del País Vasco; pero yo creo que teniendo en Álava como presidente a Alfonso Alonso y como mano derecha a Iñaki Oyarzábal, que es alavés, la verdad es que solo me han dado alegrías, como gobernar la Diputación y el Ayuntamiento de Vitoria.

P.- Recientemente Arancha Quiroga se ha definido como representante del ala conservadora del PP del País Vasco. ¿Cómo es su relación con ella?
R.- Arancha Quiroga es mi apuesta, ha sido mi apuesta y sigue siendo mi apuesta siempre, porque a mí me gustan las personas que son íntegras, que defienden lo que creen, que no se acomplejan y que además puedes confiar en ellas, y me ha demostrado todo eso. Me gusta, aunque no comparta el cien por cien lo que puede defender un compañero mío o mi mano derecha o izquierda; defiendo la gente que en política actúa y en política se define, lo que es para mí Arancha Quiroga. Es la mujer con mayor proyección del Partido Popular de toda España.

P.- ¿Cuál es el balance en estos años apoyando al ejecutivo de Patxi López y cuánto ha cambiado Euskadi desde el que Gobierno y el Parlamento no son de mayoría nacionalista?
R.- Ha cambiado mucho, quizás no se valora a corto plazo y se valorará a largo plazo. Ha cambiado mucho porque en primer lugar se ha demostrado que el País Vasco se puede gobernar sin dirigirlo los nacionalistas que se creían que era suyo, se ha demostrado que no se hunde el mundo si no gobierna el PNV o si no se gobierna con el apoyo de Eusko Alkartasuna, unas formaciones que entendían que el País Vasco era de su propiedad. Y en segundo lugar ha sido un paso decisivo para que ETA tenga que decir que deja de pegar tiros el que se haya hecho una política más exigente con la ertzaintza contra la kale borroka, el que la educación se haya fijado en las víctimas, que no hayamos consentido que la oposición totalitaria sea aquella que siempre justifique un gobierno; ha servido para que se den cuenta de que no se puede seguir por ese camino. Por eso, aún separándonos muchas cosas y no gustándome todo lo que hace Patxi López, hay que reconocer, y estoy convencido de que se reconocerá a largo plazo, lo que supuso en un hito de ventilar las puertas del País Vasco y de avanzar hacia el fin de ETA.

Batería de preguntas para Basagoiti.

P.- En el tema de la identidad y la violencia ha permitido al ejecutivo y al Parlamento gestionar, y usted ¿tiene desasosiego porque no se está trabajando por ese motivo en la administración del País Vasco?
R.- Bueno, yo creo que la situación económica y social del país es muy difícil para cualquier gobierno, para el de Patxi López, Ibarretxe o cualquier otro, pero aun así, si digo la verdad, yo no apoyé a este gobierno para una gestión concreta y la verdad que este gobierno no está haciendo nada radicalmente distinto en temas de industria, de medio ambiente, de vivienda a lo que hacían los anteriores. Yo les apoyé para decir a una parte de la sociedad vasca que el país no es suyo, para demostrar que el PNV después de treinta años se tiene que regenerar y para decirle al ámbito de ETA-Batasuna que tienen que darse cuenta de que por ese camino no se puede seguir. Y esos objetivos más o menos están cumplidos, aunque yo creo que se podía haber hecho mejor en algunas materias.

P.- Con tanto sufrimiento, ¿hasta qué punto los vascos no se han convertido lo mismo que las heroínas de Dostoievski, atadas a la disyuntiva de dejar de amar o dejar de sufrir?
R.- Creo que la sociedad vasca es una sociedad muy compleja, muy plural, donde conviven en las familias personas de izquierdas, de derechas, nacionalistas, Batasuna, PP, en las familias está eso. Y creo que no es justo que se ponga a la sociedad como corresponsable o como amparadora de la violencia, creo que está demostrando en los últimos años que no consiente ningún tipo de atentado. Ahora la labor que tenemos los que nos dedicamos a la función pública es demostrar a la sociedad vasca que además de no disparar tampoco debemos considerar legítimos actos totalitarios, que nos quieren obligar a una serie de identidades políticas por el hecho de haberse resignado durante tanto tiempo. Pero yo confío en la sociedad vasca y creo que también lo que pasa y las dificultades que tenemos son propias de su complejidad.

P.- Hace unos meses el plan de conveniencia y deslegitimación de la violencia impulsado por Isabel Celaá contó con las reticencias y la desobediencia de algunos profesores y colectivos, ¿eso es signo de que la convivencia y la meta de paz están en Euskadi?
R.- No, eso es signo de que durante los últimos 15 años Batasuna hizo un esfuerzo brutal para hacerse con el control de los centros educativos públicos, no solo con las ikastolas sino con los centros públicos que el PNV dejó y ahora hay un problema importante, porque los llamados abertzales han intentado y están intentando, y algún fruto les ha dado, ir convirtiendo la radicalidad y la identidad nacionalista a los jóvenes para que luego les voten y poder avanzar hacia su país identitario; lo que demuestra es que hay que trabajar mucho más en la educación, que no hay resultados a corto plazo. Pero que mucho de lo que viene ahora es por haber dejado en manos de Batasuna la educación en el País Vasco, la gestión de la educación.

P.- ¿Cree cierta la frase de Juan Marsé, aplicada al País Vasco: "Mientras no resolvamos nuestro pasado, no tendremos futuro"?
R.- No tanto, pero sí es muy importante que hagamos una revisión crítica de nuestro pasado para que no se repitan los errores. Es imprescindible que se reconozca el daño causado por ETA durante estos 50 años para vacunarnos contra el nuevo fanatismo. Si ahora quedara como que lo que hizo ETA no estuvo mal, que fuera un empate técnico pero no criticable, habrá más jóvenes que en el futuro que digan y vean que el terrorismo da sus frutos y quieran volver.

P.- En el debate de investidura ha dado la sensación de que Amaiur sea presentado con cierto espíritu de colaboración con el juego democrático. ¿Qué está cambiando de verdad en la política de Euskadi?
R.- Yo creo que lo que está cambiando en la política de Euskadi, desde hace tiempo, es que Batasuna ha tomado una decisión de optar por un camino de pragmatismo y se ha dado cuenta de que asesinar o respaldar el asesinato no les da réditos políticos y quiere intentar otro camino. ¿Se han convertido a la democracia? No, pero se han dado cuenta de que no tenían otra opción que transitar. ¿Y qué está ocurriendo? Que algunos, sobre todo en Madrid, como ahora van de nuevas formas y ya no se comen a los niños, se creen que se han vuelto buenos. La clave no es ésa, la clave es que ellos han optado por este camino porque no tienen otra salida. Ahora eso es un paso, el siguiente paso no es solo que parezcan que son buenos, tienen que aceptar la Constitución y las normas del juego y respetar a la gente que no piensa como ellos.

P.- Posturas como la del PP nacional de no considerar la posibilidad de un grupo para Amaiur en el Congreso ¿perjudican esos cambios?
R.- No, yo creo que es bueno que alguien sea exigente con ellos. Hay que darse cuenta de que si han tomado otro camino, si el atentar les resta no es porque hayan llegado por ellos mismos, es porque los que atentaban eran detenidos, ellos estaban ilegalizados, la sociedad vasca les daba la espalda. Contra más exigente se haga cumplir las normas con ellos más avanzaremos. Lo que sí hace daño, lo que no nos ayuda a avanzar es que siempre tengan tantos abogados defensores. Ha habido un cambio; Batasuna hasta ahora ha estado viviendo del victimismo, es decir los españoles nos hacen cual o nos hacen tal. Pero ahora Batasuna ha empezado a vivir de otra cosa por la responsabilidad de algunos, la cantidad de gente que les ha legitimado. Después de que no sacaran grupo en el Congreso tenían que haberles dicho "éstas son las normas", no haberse compadecido de ellos.

P.- Se dice que el PP ha llegado a acuerdos puntuales de gestión con Bildu en Bilbao, Vitoria y San Sebastián. ¿Esto es un signo de normalidad democrática?
R.- Sí es un signo de normalidad, pero no es tan nuevo como se cuenta. En ocasiones anteriores, cuando alguna de las marcas de Batasuna ha estado legalizada siempre se ha llegado al acuerdo de poner unas farolas o arreglar una acera. Eso siempre se ha hecho, pero lo que nunca se ha llegado es a un entendimiento en el tema del terrorismo.

P.- ¿Cuál va a ser el papel del PP Vasco para cerrar las heridas del que ha hecho ETA durante este tiempo?
R.- Pues va a ser muy importante porque Rajoy sabe que somos la clave para marcar una política que nos lleve a la libertad. Cierta paz la tenemos ahora, porque no disparan, pero para llegar a una libertad que es poder decir, pensar, vivir como a uno le dé la gana en cualquier lugar del País Vasco hace falta tener en cuenta a los que estamos aquí. Porque en Madrid a veces se quedan cortos o se pasan de vueltas; se quedan cortos cuando Iñaki Antigüedad, diputado de Amaiur, va al congreso y dicen "qué bueno se ha vuelto éste", y se pasan cuando se creen que todo lo que es una ikurriña o una ikastola es ETA, porque para no saber es mejor preguntar a los que estamos aquí.

P.- ¿Entonces se portan bien por interés?
R.- Yo creo que ahora tienen esta estrategia por interés y porque no tiene otro camino. Todo lo que hemos hecho nosotros, manifestación de ley de partidos, exigencia democrática...etc. les ha servido para que se den cuenta de que por ahí no pueden seguir y además ellos han decidido "Vamos a portarnos bien para ver si nos dan algo de lo que reclamamos". Su posición ahora es pasar la factura de los 50 años de terror sin pegar tiros, y eso puede ser mejor porque no quitan tanto dramatismo ni vidas, pero la gente se va dar cuenta de que están detrás de un proyecto totalitario y fascista.

P.- El voto de Amaiur y Bildu ¿cree que es un voto de castigo hacia los partidos mayoritarios del País Vasco?
R.- Es un poco de todo. Puede haber una parte de castigo de algunos indignados, como en otras partes, pero lo que sí hay distinto a otras veces es un voto de prestigio a la paz. Hay políticas irresponsables por parte de dirigentes del PNV y PSOE que han dejado que la bandera de la paz la tengan los que no la deben tener. Si son conversos me alegro, pero lo conversos a la cola.

El político vasco contestó amablemente a todas las cuestiones.

P.- ¿Qué pide Antonio Basagoiti para las víctimas?
R.- Pido que se reconozca el daño causado, sé que el perdón es algo muy personal y perdonar es duro, pero si se reconoce el daño causado y ETA no obtiene ningún logro político por haber matado, la memoria de su familiar quedara prestigiada. Ahora si a ETA se le da algo o si queda la idea de que lo que hizo no estuvo mal, su pariente será rematado. Ya sé que hoy en día hay compasión, que a todo el mundo se le da abrazos. Pero yo pido más, que se reconozca que esos crímenes fueron totalmente injustos y esos crímenes no den lugar a ningún premio.

P.- ¿Hay más victimas además de las de ETA?
R.- Víctimas del terrorismo hay más, están las del GAL, las de ETA y todas aquellas víctimas de organizaciones terroristas que han sido consideradas por las leyes y la justicia.

P.- ¿Será el próximo lehendakari de Amaiur o de Sortu o de Bildu?
R.- Esperemos que no, pero sí veo con preocupación el continuo prestigio al continuo apoyo de algunos sectores a Batasuna. Los que dicen y apoyan una negociación con ETA como solución para todos los problemas no tienen razón y les pido a todos que sean más responsables. Si estos se convierten que no sean unos héroes, porque no sería bueno que el País Vasco caiga en manos de gente como Otegi porque no reflejaría la cruda realidad del País Vasco y no ayudaría a deslegitimar a históricos de ETA.

P.- Tengo una duda, ¿por qué Amaiur y Bildu están más presentes en Guipúzcoa y no en Álava o Vizcaya?
R.- Bueno, porque la posición independentista y radical ha sido más proclive en Guipúzcoa, sobre todo en zonas rurales y menos en Álava y Vizcaya por la posición del País Vasco. Hoy en día es plural, en Álava gobierna el PP, en Vizcaya el PNV y en Guipúzcoa Bildu.

P.- Algunos medios de comunicación han mantenido que en la operación Faisán no se intentó proteger a ETA sino al peneuvista Gorka Aguirre, que actuaba como mediador de los empresarios extorsionados.
R.- Se ha dicho de todo, pero me da igual lo que se diga. Lo importante es que una cosa así no vuelva a pasar, porque entiendo que parece que se superaron los límites mínimos exigibles en una democracia, que la policía trabaje por el cumplimiento de la ley y no por ayudar a ningún tipo de proceso o de persona. Estaríamos hablando de un escándalo mayúsculo si un policía ayudara a que no detuviesen a un narcotraficante. Pido que lo analicemos con los parámetros racionales.

P.- ¿Qué opina usted de que, por ejemplo, el alcalde de San Sebastián dé la mano al edil del PP en San Sebastián?
R.- En el ámbito institucional en los ayuntamientos, instituciones, es normal dar la mano aunque no compartas las mismas ideas y no te guste cómo hayan llegado hasta allí. Y, además, por el bien de los ciudadanos que representas necesitas una relación.

P.- Las voces más conservadoras del PP vasco como Mayor Oreja no han llegado a criticar el franquismo. ¿Cuál es su opinión respecto a esto?
R.- Yo creo que está sacado un poco de contexto. Mayor Oreja ha demostrado muchas veces su absoluta posición democrática. El franquismo sí era criticable, un régimen antidemocrático en el que el ciudadano no puede elegir y en el que si no hablas de política no te metes en problemas. Es como lo que hemos vivido estos años en el País Vasco, que quien no se metía en política le dejaban en paz.

P.- ¿Cree que los ediles de Bildu están preparados para manejar una gran cantidad de dinero?
R.- Bueno, eso lo han hecho otras veces con otros nombres, pero lo que me preocupa es que desde el poder lo utilicen para justificar la historia de ETA, porque eso nos deja una llama del terrorismo encendida y que ETA no estuvo mal. Temo que dentro de unos años esa pequeña llama se vuelva a propagar.

P.- ¿Alguna vez en su carrera ha temido por su vida?
R.- Muchas. En las épocas duras, cuando mataban a un concejal cada mes, he llorado, he tenido un nudo en el estómago al salir de casa y me he hecho fuerte para superarlo. Y el que no haya pasado miedo estando en el punto de mira de ETA, como hemos estado los del PP, PSOE, algunos periodistas y jueces, es un inconsciente.

P.- En Euskadi ¿las siglas del PP significan libertad o qué significan?
R.- Tienen que significar libertad y entendimiento. Nosotros no queremos un País Vasco monocolor como quieren los nacionalistas, todos nacionalistas, que a todos les guste y digan lo que ellos dicen; no quiero una Euskadi de 3ª división. El PP vasco es libertad y pluralidad. Aquí vive gente de muy diversa índole y lo que hay que hacer es ponerse de acuerdo.

P.- ¿Qué opina usted de la conferencia de paz que hizo la izquierda abertzale y de que ETA a los tres días dejara las armas?
R.- Todo forma parte de la misma escenografía. Yo creo que esa conferencia de paz fue la excusa para decir que dejaban de disparar. Hay quien la interpreta como la pista de aterrizaje de ETA y yo lo interpreto como la pista de despegue de sus reivindicaciones políticas. Han ido a contarnos que los gobiernos de España y Francia se han ido a sentar con ellos para hablar del fin de ETA, de la autodeterminación, para encarecer un poco el precio de la paz. En 2004 ETA ya estaba moribunda, llevaban un año y medio sin atentar. Aun así no había conferencias de paz, ni mediadores internacionales, ni nada. Ahora lo han intentado para parecer el fondo político de todo esto. A largo plazo esto se verá como algo negativo, como algo que ha servido para enredar el final del terrorismo.

P.- ¿Cree que gran parte de Euskadi al votar a Amaiur o al Partido Nacionalista Vasco quiere significar que quieren caminar separados de España?
R.- Hay un poco de todo. Lo que a mí me parece es que han estado 30 años cultivando la educación, la cultura, los medios, parte del deporte y ahora les está dando sus frutos. Pido a los vascos, a la mayoría de vascos, que entiendan que el nacionalismo les obliga a estar en un país cerrado, viendo una televisión concreta, hablando una lengua concreta, haciendo un deporte concreto y viviendo de una manera concreta, yo les digo que hagan lo que quieran. El nacionalismo está defendiendo jugar en Tercera y yo les estoy defendiendo la Champions League.

P.- Usted está dejando ver que el PNV durante tantos años de gobierno ha sabido manejar a la gente.
R.- Desde la transición se dejó en sus manos las principales gestiones del País Vasco. Y ahora está recogiendo sus frutos. Y muchos de estos frutos no los va a recoger el PNV sino Batasuna, y por eso hace falta un cambio que intentamos hace dos años y medio en el País Vasco; un cambio más profundo de planteamientos, de líderes democráticos de prestigio, de la convivencia. Hacen falta cambios para que la sociedad vasca prestigie unas cosas diferentes a lo que les han enseñado en este tiempo.

P.- ¿Crees que si el PNV hubiese estado en la oposición o como partido minoritario las cosas hubiesen sido diferentes?
R.- Estoy convencido de que si en la transición y más adelante no se llega a concebir que había que ceder algunas cuestiones fundamentales al nacionalismo por la paz nacional, que además no fue así, creo que el País Vasco en este momento sería un territorio más tranquilo y de más progreso económico. Porque todo ese enredo político y toda esa amenaza, ese chantaje permanente nos ha empobrecido mucho. Si hubiesen sido los gobiernos del PSOE o del PP con nuestros defectos y nuestros problemas, que los tenemos, no habría hoy unas bases sociales en algunos lugares tan radicalizadas.

Antonio Basagoiti, flanqueado por los reporteros del colegio La Paz .

P.- ¿Qué le lleva a plantearse a un ciudadano de a pie que el País Vasco es diferente a España?
R.- Hay sentimientos nacionalistas de este estilo absolutamente legítimos. Yo digo que están inflados, porque se ha jugado con que eso era lo moderno, lo bueno y estaba de moda. Se ha hecho desde los gobiernos autonómicos, la televisión pública, desde elementos culturales, desde muchos ámbitos y la gente ha interiorizado un poco que lo bueno para el país era eso. Pero creo que va llegando la hora de que le digamos que lo bueno para el país es que podamos convivir y entendernos con nuestra pluralidad distinta, el País Vasco siempre ha sido una parte de España y siempre ha convivido con normalidad en España y salimos ganando siendo parte de una España plural. Se ha contado lo primero y yo quiero contar lo segundo.

P.- ¿Si Euskadi se independizara qué pasaría?
R.- Si se independizara siguiendo los trámites democráticos y se aprobara la separación del País Vasco sin que antes no se pusieran en su sitio las ideas totalitarias de aquellos que creen que asesinando o sin asesinar deben imponer su socialismo o su independencia sería muy malo. Al día siguiente de la independencia van a ir a por aquellos que son nacionalistas pero no de izquierdas. Si durante los últimos 30 o 50 años han ido a por aquellos que nos considerábamos españoles, después irán a por los que se consideran conservadores, después a los empresarios y después irán a por los que no piensan como ellos. Su proyecto es totalitario. El problema de ETA no es solo los que pegan tiros, que es un problema muy grave, es también que tienen una concepción de que en el País Vasco solo caben ellos y su modelo soviético es el que tiene que funcionar.

P.- ¿Es consciente de que el País Vasco es una de las comunidades con más riqueza de España?
R.- Claro que soy consciente. Y es una comunidad con más riqueza porque ha venido mano de obra durante muchos años de otros lugares de España a trabajar, porque ha habido una potente industrialización, por estar situado en un eje estratégico con el norte de Europa. Todo eso es verdad, y todo eso nos hace pensar que mucha de la gente que se ha ido a posiciones nacionalistas abertzales ha sido por un concepto de integración. Igual el que venía de fuera a trabajar se ha considerado más integrado en el país y se ha hecho nacionalista, pero, bueno, por una cosa o por otra, que seamos una de las comunidades más ricas de España tiene que hacer reflexionar a la gente que a nosotros nos va bien estando en España como hemos estado siempre.

P.- ¿Cuáles han hecho más daño, las ideas de María San Gil y Mayor Oreja o la suya, que es más moderada?
R.- Yo creo que hemos hecho lo que teníamos que hacer en cada momento. Nosotros mientras nos estaban asesinando una vez cada mes o mientras el PSOE-PNV estaban en Lizarra firmando con ETA cualquier tipo de cosas, nuestra postura fue la que tenía que ser. Lo que pasa es que el escenario ha cambiado. Si el PP no se hubiese renovado, en un escenario donde ETA no pega tiros, en que la gente no tiene miedo a ETA, en que la gente está preocupada por otras cosas, estaríamos muertos; estaríamos fuera absolutamente del juego, porque nosotros siempre hemos sido una alternativa y una oposición clara contra el terrorismo. Si el terrorismo deja de estar en las preocupaciones y se sigue hablando solo o solo interviniendo en esa línea, la gente no nos votaría ni la mitad que nos vota ahora. Creo que el Partido Popular ha jugado el papel que le correspondía jugar en cada momento. En este momento el campo de la dialéctica política no es tanto la pistola, no es tanto la bomba, y es mucho más la convivencia y la libertad. Por eso nos tenemos que ajustar en cada momento a lo que está pasando.

P.- ¿Usted cree que la dureza del PP es como consecuencia de cómo está ETA o de los partidos de la izquierda abetzale?
R.- No. Lo que estoy diciendo es que nosotros en función de la amenaza tenemos que dar una respuesta a los ciudadanos. La amenaza era que ponían una bomba debajo de un coche cada día, teníamos que tener una postura que gente pudiera canalizar su enfado a través de ella y acabar con el asesinato. Y una vez que no ponen bombas y ponen sobre la mesa proyectos soberanistas también hay que adecuarnos a ese escenario, pero eso pasa en todas partes. Nosotros siempre defendemos lo mismo, una España plural y un País Vasco en el cual se pueda vivir en paz, bien hace 20 años y dentro de 30, pero lógicamente el Athetic de Bilbao no juega siempre con el mismo esquema en el año 80 que en 2012. Lógicamente el PP vasco no puede sacar los mismos jugadores ni sacar cinco delanteros como ponían en los años 50. Eso es lo que te estoy diciendo.
Por ejemplo, en la época de Mayor Oreja el PP obtuvo unos 200.000 votos y ahora unos 140.000.

P.- ¿Usted cree que el Partido Popular está teniendo menos apoyo?
R.- Bueno, las cifras son 300.000 en el año 2000 y 210.000 ahora. Pero hay que ver como son las cosas. Cuando tuvimos 300.000 ya llevábamos gobernando en España cuatro años y ahora acabamos de entrar. Eso influye mucho en el País Vasco y después. En la medida en la que el País Vasco ha cambiado tanto en el paso de los años vamos a cambiar nuestra postura en el sentido de hacerla más atractiva. Yo no puedo hacer la misma oferta del año 2000 porque el País Vasco no es el mismo del año 2000. En el año 2000 con el impulso del gobierno de Aznar, que ahora no lo tenemos, la gente veía en el PP una salida clara a los atentados. Ahora no ve una salida clara a los atentados porque no los hay; ahora tenemos una posibilidad más tranquila de convencer de que somos la alternativa.

P.- Partidos como Foro Asturias, Populares en Libertad o el Partido Familia y Vida se han creado a partir de escisiones del PP y argumentaban que no había democracia interna dentro del PP.
R.- Los mismos que son parte de esos partidos cuando mandaban en el PP estaban encantados con la democracia interna. Vamos a ver, la derecha española es algo cainita, le encanta pelearse porque hay mucho reino de taifas y mucho líder que le gusta llevar la gorra. Pero eso siempre ha pasado en la derecha española, e independientemente de liderazgos, matices e individualismos tenemos que estar unidos para poder componer un grupo fuerte para plantear una alternativa a la izquierda. Y ahí hay mucho liderazgo personal y poco de proyecto político.

P.- ¿Cree que María San Gil ha dejado tirado al PP, lo ha dejado desbancado o que no piensa igual que el PP?
R.- Ella misma lo dijo, pero el origen de la cuestión fue un congreso en Valencia en el que se eligió como líder del PP a Rajoy y ella dijo que no confiaba en él de repente y de manera sorpresiva; y después de ello ha quedado un poco asqueada de la política. Pero está en su derecho y yo cuando deje la política prometo no meterme con nadie y apoyar a mis compañeros si así me lo piden.



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Antonio Basagoiti frente a los micrófonos del colegio La Paz
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