Desaparición de un niño significa que
una familia presenta agonía y esperanza de
saber si sigue con vida. El problema es el despertarse
cada mañana con esa esperanza, con ese sentimiento
de "no saber"... Hay niños que desaparecen
sin dejar rastro y la incertidumbre tortura cruelmente
a la familia.
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Las tres niñas
de Alcácer desaparecidas y asesinadas
en 1992 |
Cada año desaparecen sobre 10.000 personas
en España. La mayoría regresa a sus
hogares a las pocas horas de haber desaparecido, pero
hay un tanto por ciento que jamás aparece y
esos casos, a veces, quedan sin poder resolverse.
Según la Asociación de Familiares y
Amigos de Desaparecidos, ADESEPA, en España
hay 14.600 desaparecidos y unos 4.000 cadáveres
sin identificar.
Todos los casos de menores sin resolver se catalogan
como "de alto riesgo", es decir, son "desaparecidos
en contra de su voluntad", y detrás de
cada caso se esconde un delito de secuestro, violación,
explotación sexual, pornografía infantil,
tráfico de órganos e, incluso, asesinatos.
Hay tres tipos de desapariciones:
-Los niños que desaparecen sin dejar rastro
y de los que nada se vuelve a saber.
-Los adolescentes que abandonan sus hogares voluntariamente
por problemas como discusiones familiares, malas notas,
etc.
-Los casos de secuestro de carácter interparental.
Uno de los progenitores es extranjero. El padre o
la madre divorciada que no tiene la custodia secuestra
al niño y se lo lleva a su país.
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Josué
Monge y Juan Pablo Martínez. |
En España, los casos que más impacto
social han tenido son entre otros:
- Juan Pablo Martínez:
Un caso antiguo e intrigante. En 1985 un camión
cisterna lleno de ácido sulfúrico
volcó en Somosierra. El conductor y su esposa
murieron en el acto y su hijo, que viajaba con ellos,
desaparece misteriosamente, sin dejar rastro. Hay
testigos que justifican haber visto una furgoneta
blanca en el lugar del accidente. Incluso, hay otra
hipótesis que cuenta que el cuerpo pudo ser
disuelto por el ácido.
- David Guerrero: Más conocido
como el 'caso del niño pintor'. Hace 20 años
un chico amante de la pintura cogió un autobús
en Málaga para asistir a una exposición
en la que colgaba un cuadro, pero nunca volvió
a su casa. Hay una leyenda urbana que dice que fue
raptado por una banda de falsificadores de obras
de arte.
- Las niñas de Alcásser:
Tres chicas valencianas de entre 14 y 15 años
se dirigían haciendo auto-stop el 13 de noviembre
de 1992 a una discoteca para ir a una fiesta de
su colegio, pero nunca llegaron, porque fueron secuestradas,
violadas, torturadas y asesinadas. Dos meses más
tarde se encontraron sus cuerpos en un lugar cercano
a la desaparición.
- Josué Monge: En el 2006
un niño sevillano de 13 años cogía
su bicicleta para ir a dormir a casa de un amigo.
No se volvió a saber nada de él. Lo
curioso fue que su padre fue en su furgoneta a buscarle
y dos semanas después también se perdió
su rastro.
- Yeremi Vargas: Desapareció
frente a la puerta de su casa, en Gran Canaria,
hace ya más de dos años. La esperanza
de encontrarle se agota, pero la familia no la pierde.
Este niño no se fue voluntariamente de su
casa, por lo que parece un claro secuestro. A la
angustia de esta familia, se une la de Sara
Morales otra canaria de 14 años,
desaparecida cuando se dirigía a un centro
comercial, pero de momento han descartado la relación
entre ambas desapariciones.
- Mari Luz Cortés: Desaparecida
el 13 de enero de 2008 en Huelva cuando iba a comprar
chucherías a un kiosco cercano a su casa.
A los 58 días su cuerpo fue encontrado flotando
en el Puerto de Huelva.
Tras varias investigaciones es detenido Santiago
del Valle, reincidente pederasta que debido a una
serie de errores judiciales estaba eludiendo la
cárcel desde el año 2002.
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La madre de
Mari Luz pidiendo ayuda para encontrarla. |
Otro crimen que ha causado mucha expectación
entre la población mundial es el 'caso
Madeleine'. La pequeña niña
inglesa que desapareció una noche de 2007 en
Portugal, mientras pasaba unos días de vacaciones
con sus padres, sigue hoy perdida. La investigación
se cierra en un puñado de especulaciones, porque
no se sabe si la niña fue raptada, extraviada
o fue asesinada. Ha habido sospechas hasta de los
mismos padres como responsables del suceso. Pero...
¿dónde está Madeleine?, no sabemos
qué le pasó, aunque evidentemente, nada
bueno.
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Madeleine,
desaparecida en Portugal. |
En el caso de que apareciese alguna persona con vida
después de haber sido secuestrada por un tiempo,
nada vuelve a la normalidad. Sufrirían secuelas
psicológicas para toda la vida, tanto ellos
como sus familiares. Todo esto conllevaría
al miedo a salir a calle, desconfiar más de
las personas (sobre todo desconocidas), problemas
con su vida social e incluso a una atención
continua y pendiente de los familiares para evitar
que vuelvan a suceder los hechos.
El secuestro actualmente está penado con entre
seis y diez años de cárcel. Recientemente
familias de desaparecidos han iniciado una campaña
para pedir un endurecimiento de las condenas, exigiendo
introducir en las penas judiciales, la cadena perpetua.
Siempre surgen las mismas preguntas: ¿Por qué
ocurren estas cosas?, ¿por qué a niños?,
¿por qué una persona puede hacer cosas
así?, ¿por qué los casos no se
resuelven?... Muchas preguntas, pero... ¿Y
respuestas?
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