Recientemente me he enterado de que había obtenido el tercer puesto en la Olimpiada de Química y el tercer puesto en la Olimpiada de Física de Cantabria. Se pueden imaginar mi reacción, una mezcla de ilusión, sorpresa y desconcierto.

Isabel Palacio Solórzano.

Yo decidí presentarme a este tipo de pruebas porque nos lo recomendó mi profesor a modo de ensayo para la prueba de selectividad que tendremos que hacer en junio.

En ningún momento se me había pasado por la cabeza entrar en el pódium. No les voy a negar que me había imaginado la posibilidad de quedar bien e incluso de ganar, pero siempre como un mero sueño. Mi razonamiento era simple, qué voy a hacer yo, que simplemente me he mirado por encima las pruebas de otros años, contra aquellos que han estado preparando la prueba con antelación y con ayuda de sus profesores.

A pesar de que sacrifiqué la tarde de un viernes y la mañana de un sábado, me he llevado una bonita experiencia a nivel personal.

Como ya he dicho, yo fui allí con la idea de prepararme para la selectividad, dado que iba a hacer un examen en un aula grande, llena de gente y en un ambiente universitario. Además iba a realizar otro tipo de pruebas a las que no estaba acostumbrada y que suponían un pequeño reto a superar.

Sin embargo, además de eso, me he llevado una gran satisfacción personal, un pequeño reconocimiento por el trabajo y el esfuerzo que he realizado durante estos dos años de Bachillerato. Y lo que más me ha impactado ha sido ver el orgullo que sentían las personas de mi alrededor hacia mí, ya que al principio yo no era capaz de asimilarlo, no me había dado cuenta de lo que supone esto.

Obviamente no estamos hablando de un gran premio que me va a hacer famosa, pero me ha traído una bonita experiencia que le recomiendo a cualquier persona que le guste la materia, sea física, química, filosofía, matemáticas o geografía.

Gracias a estas pruebas he conseguido visualizar mi futuro en una carrera universitaria con mayor seguridad y confianza. Y lo más importante es que realmente ves que lo que haces sirve para algo, y ese algo te llena de orgullo personal y te anima a continuar.