La
programación de la Filmoteca nos permite descubrir
pequeñas joyas artísticas. Este ha sido
el caso de 'Lejos de los hombres', una versión
libre de un cuento de Albert Camus, 'El huésped'.
Título:
'Lejos de los hombres'
Año:
2014
Dirección:
David Oelhoffen
Guión:
David Oelhoffen (relato: Albert Camus)
Música: Warren
Ellis, Nick Cave
Fotografía:
Guillaume Deffontaines
Intérpretes:
Viggo Mortensen, Reda Kateb, Djemel
Barek, Vincent Martin, Nicolas Giraud, Jean-Jérôme
Esposito, Hatim Sadiki, Yann Goven, Antoine
Régent, Sonia Amori, Antoine Laurent,
Ángela Molina |
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El
28 de enero de 2016 tuvimos la oportunidad de ver
en la filmoteca de Los Corrales de Buelna la película
'Lejos de los hombres'. Esta producción del
año 2014, dirigida por David Oelhoffen que
firma también el guión, presenta la
fotografía de Guillaume Deffontaines. La protagoniza
Vigo Mortensen, quien ha participado también
en este proyecto como productor.
Al igual que
'El paciente inglés', aborda el problema de
las guerras de Marruecos y Argelia, y sobre todo para,
a partir de un conflicto, reflexionar en qué
bando debe situarse cada uno. Se desarrolla en Argelia
en 1945 durante la guerra de la independencia de la
metrópoli francesa. El protagonista, un antiguo
general de la guerra con Marruecos (Vigo Mortensen),
se ha visto reconvertido a maestro en la montaña
argelina. Allí imparte clases a niños
árabes, hijos de los pastores.
Vive tranquilo
hasta que le piden que custodie a un joven argelino
acusado de asesinar a un primo. Nuestro protagonista
viajará hasta el pueblo más cercano
para entregarlo a las autoridades. Ahí arranca
la odisea de estos hombres, uno envuelto en una misión
que no quiere cumplir, y el otro deseando que la justicia
le condene para saldar la deuda de sangre que ha contraído
con su familia. En su viaje se ven involucrados en
la guerra y ambos saben lo difícil que resulta
ser de uno u otro bando.
El maestro,
que no quiere llevar a su compañero a una muerte
cierta, lo convence para que huya al desierto y viva;
así él podría regresar a su escuela
para despedirse de sus niños, pues sabe que
será perseguido. Para los árabes es
francés y para los franceses, argelino.
Es una película
de gestos y miradas, con un paisaje árido para
el lucimiento de la fotografía, en la que se
recoge un viaje interior de estos hombres tan distintos
y tan iguales. Ambos detestan la violencia pero acaban
viéndose rodeados por ella. Una frase que me
encantó fue la que pronuncia el protagonista
cuando un antiguo compañero de armas le pide
que se una a ellos en su lucha por la libertad de
Argelia. Él le responde que ya lo hace, enseñando
a leer a sus pequeños alumnos.
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