Un
informe de Save the Children estima que 111.000 menores
de entre 12 y 16 años han sido acosados en
España. La mitad de los entrevistados admite
haber insultado o dicho palabras ofensivas a algún
estudiante de su entorno.
Cuando Jasper tenía nueve años, los
chicos de su clase comenzaron a acosarle. Le enviaban
correos electrónicos diciéndole que
era "un inútil" y "un pringado"
y escribían cosas en su muro de Facebook. Después
empezaron a seguirlo hasta su casa. Le robaban los
apuntes y le destrozaron tres mochilas. Le pegaron.
Llegaba con moratones a casa.
"Emocionalmente creo que me destrozó
más el ciberbullying que el bullying, porque
había gente que no sabía quién
era. Después, dejé de conectarme a internet,
empecé a aislarme. Mis notas cayeron, mi autoestima
por el suelo... Empecé a meterme en consumos
de drogas, a ir con relaciones tóxicas",
relata Jasper, que, 10 años después,
está recibiendo tratamiento por trastornos
alimentarios.
Como Jasper, hay decenas de miles de niños
y adolescentes españoles que sufren a diario
una forma de violencia que provoca depresión,
abandono escolar, absentismo y, en último extremo,
suicidios. Uno de cada tres menores reconoce haber
agredido a un compañero en los últimos
dos meses, según el informe que Save the Children
ha hecho público recientemente en Madrid.
El acoso escolar y el ciberacoso son dos fenómenos
que se han investigado poco. El trabajo de 130 páginas
de esta ONG es el primero de estas características
que se realiza en la última década y
ofrece datos de los niños que afirman ser víctimas
de acoso, así como de las prácticas
violentas que se dan en el entorno escolar. Para su
realización se ha entrevistado a 21.487 estudiantes
de entre 12 y 16 años de todas las comunidades
autónomas.
'Yo a eso no juego. Bullying y ciberbullying en la
infancia' llega a la conclusión de que el insulto
es la forma más recurrente de acoso. Seis de
cada diez alumnos entrevistados reconoce que alguien
les ha insultado alguna vez y más de dos reconoce
que es víctima de insultos de forma frecuente.
Tres de cada diez denuncia que ha recibido golpes
físicos.
Además de insultos, las víctimas se
ven sometidas a rumores, robo de pertenencias, amenazas,
golpes y exclusión social. Un 6,3% revela que,
en alguna ocasión, alguien ha pirateado su
cuenta en las redes sociales y ha suplantado su identidad.
¿Cuántos niños sufren
acoso?
Uno de cada diez estudiantes españoles de
entre 12 y 16 años admite haber sufrido acoso
escolar en los dos últimos meses y un 7%, ciberacoso,
según este informe.
Save the Children dice que la encuesta se puede extrapolar
al conjunto de la población, por lo que 111.000
menores de 16 años de colegios e institutos
públicos españoles habrían sufrido
acoso y 82.000 ciberacoso.
¿Cuántos acosadores hay?
El 5,4% de los encuestados reconoce haber acosado
a alguien, lo que se traduce, si es extrapolado este
porcentaje, en 64.000 niños. Además,
el 3,3% admite ser responsable de ciberacoso (unas
39.000 personas).
Save the Children sostiene que el 32% reconoce haber
perpetrado conductas físicamente violentas,
como haber golpeado, pateado o empujado a alguien
en los últimos dos meses. El 9% de ellos lo
ha hecho de forma reiterada.
Además, la mitad del total de los encuestados
indica que que ha insultado o dicho palabras ofensivas
a alguien; un 14,7% de manera frecuente.
"No todos estos episodios de violencia pueden
ser considerados como acoso", ha precisado durante
la presentación del informe Ana Sastre, directora
de Sensibilización y Políticas de Infancia
de Save the Children. Tres son, de hecho, las características
que definen el acoso escolar frente a otras formas
de violencia contra la infancia: la "intencionalidad
clara" por parte del agresor, la "frecuencia"
del abuso, y el "desequilibro claro de poder
entre el agresor y la víctima".
Sin embargo, el hecho de que un tercio de los estudiantes
españoles reconozca que pega a sus compañeros
y la mitad admita que insulta da mucho que pensar
sobre el entorno violento en el que se están
criando.
"Prevenir la violencia contra la infancia es
la mejor forma de prevenir la violencia en la sociedad
adulta", ha recalcado Andrés Conde, director
general de Save the Children.
¿Acosan más los niños
o las niñas?
Los niños, pero las niñas salen peor
paradas como víctimas. Hay un 6,3% de agresores
chicos frente a un 3,5% de chicas. Pero un 10,6% de
las niñas dice haber sufrido en sus carnes
esta forma de violencia frente a un 8% de los niños
que alguna vez se han sentido víctimas.
Una cosa muy preocupante que ha detectado Save the
Children es que los más pequeños acosan
más que los más mayores. Hay más
víctimas entre los alumnos de primer ciclo
de la ESO que entre los de segundo ciclo. También
son más los niños y las niñas
de primer ciclo que se reconocen como agresores.
¿Dónde se acosa más?
Surge otro dato curioso en el informe: en Andalucía,
Murcia, Melilla y Baleares, el promedio de niños
que han sufrido acoso o ciberacoso o que reconocen
haber acosado o ciberacosado a alguien es "superior
a la media estatal", según la ONG. ¿Por
qué? "No sabemos las razones", admite
Ana Sastre. "Queremos trabajar con las administraciones
educativas para averiguarlo", añade Andrés
Conde. "Seguramente hay que mirar más
a políticas específicas de cada comunidad
autónoma".
¿Cuáles son las razones esgrimidas?
Las víctimas repiten principalmente tres razones
por las que son acosadas: para ser "molestadas",
por su aspecto físico y porque les "tienen
manía". Los agresores, por su parte, responden
mayoritariamente no saber por qué ejercen este
tipo de violencia. Otro argumento también muy
declarado es que querían gastarle una broma
al acosado.
Un 3,2% de las víctimas de acoso y un 4,1%
de las de ciberacoso consideran que han sido víctimas
por su orientación sexual. Un 5,1% y un 5%
dicen que el motivo fue el color de su piel, cultura
o religión.
¿Cómo reaccionan las víctimas?
Las chicas son más propensas a buscar ayuda
o a intentar controlar internamente la situación
pensando en otra cosa; por ejemplo, diciéndose
a sí mismas que "se va a arreglar".
Los chicos suelen enfrentarse negativamente haciendo
lo mismo a otros o consumiendo algún tipo de
sustancia psicoactiva. También recurren a la
reevaluación, viéndolo desde el humor,
como si el asunto fuera una broma.
Frente al ciberacoso, los estudiantes de primer ciclo
de ESO intentan en mayor medida controlar internamente
la situación pensando en otra cosa, mientras
que los de segundo ciclo usan más el enfrentamiento
negativo.
No fue significativa en ningún grupo de víctimas
la estrategia de evitación, que consiste en
apagar el móvil o irse.
"Tanto las víctimas como los que agreden
muestran escasa autoestima", concluye el estudio.
"Entre los niños y niñas que declaran
haber acosado a otro menor de edad, se detecta, además,
menor empatía cognitiva y afectiva, menos asertividad
y una más baja capacidad para resolver conflictos".
¿Qué están haciendo
las autoridades?
Los responsables de Save the Children denuncian que
"faltan respuestas institucionales sistemáticas
basadas en la prevención y detección
temprana" por parte de las administraciones públicas.
"España carece de un abordaje integral
de lucha contra todas las formas de violencia en la
infancia, lo cual resta eficacia a las medidas que
puedan tomarse", señala el informe, que
considera que es imprescindible que haya "una
estrategia más amplia de lucha integral contra
la violencia contra la infancia".
Como soluciones, plantea también "contar
con protocolos de actuación dentro de la escuela
que establezcan mecanismos claros y conocidos por
todos"; una educación responsable en el
uso de las nuevas tecnologías; mayor implicación
de los poderes públicos "para tener más
datos y entender el fenómeno"; mejorar
la formación específica de los profesionales
de los centros educativos; intervención inmediata
en víctimas, agresores y el grupo del que forman
parte, y una toma de conciencia generalizada de toda
la sociedad, no sólo en los colegios.
¿Qué les parece el Plan de Convivencia
Escolar que ha presentado el Gobierno? "Lo vemos
con buenos ojos, pero no creemos que sea suficiente
porque se ciñe al entorno escolar, creemos
que se tiene que enfocar dentro de un paraguas más
amplio", ha respondido Ana Sastre.
Información publicada en:
http://www.elmundo.es/sociedad/2016/02/18/56c4e0e6ca47415e5c8b464c.html
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