La
Fundación Internacional de Solidaridad Compañía
de María (FISC) es una ONG de cooperación
internacional creada en 1994 por esta congregación
religiosa y que trabaja para erradicar la pobreza
de los pueblos en solidaridad con las culturas del
mundo. Desde el pasado mes de mayo, la organización
cuenta con una delegación en Cantabria repleta
de proyectos y de ilusiones que ya trabaja en un objetivo
concreto: ayudar a la financiación del Hospital
Monvu, en la Isla de Idwji, en la República
Democrática del Congo.
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Voluntarios.
A los miembros de esta asociación les
mueve un solo fin, mejorar la calidad de vida
en el Tercer Mundo.SE QUINTANA. |
En el colegio
de la Compañía de María (La Enseñanza),
en Santander, han comenzado las primeras reuniones
y la captación de fondos para este proyecto
que, además de mejorar la calidad de vida de
los habitantes de esta pequeña población
africana, ayudará a su transformación
social. Para lograr que este pequeño hospital
esté dotado con todo lo necesario, la delegación
de FISC en Cantabria está dispuesta a organizar
muchas y variadas actividades. Son pequeños
pasos que en el Tercer Mundo parecen zancadas, como
la organización de un chocolate solidario durante
la fiesta de la patrona, Santa Juana, o la puesta
en escena de una obra de teatro. También se
obtienen fondos con la participación en mercadillos
solidarios o la aportación de los antiguos
alumnos que, de forma desinteresada, destinan una
parte del importe de los viajes que organizan para
la ONG.
Transcurridos
unos meses desde que echó andar en Cantabria,
la fundación pretende ahora dar un paso más
y ya tiene en mente la organización de una
exposición pictórica en alguna de las
salas municipales con la que, además de atraer
a un númeroso público, quiere darse
a conocer en sociedad. Sin embargo, desde FISC reconocen
que la mayor aportación económica que
enviarán al Congo proviene de los muchos socios
voluntarios que, de forma periódica, colaboran
con la entidad.
La ONG está
regida por un patronato que tiene a su cargo las facultades
de dirección y control de la misma. Se encarga,
fundamentalmente, de administrar los bienes y derechos
que integran el patrimonio de la fundación
y que celebran, como mínimo, dos reuniones
cada año. En Santander rigen esta fundación
seis personas, dos de ellas monjas. Se trata de Emma
Díez de Celis, encargada de la captación
de recursos; Mercedes Ortiz, en el apartado de Sensibilización
y Formación; Carmen Gómez-Cruzado y
María del Carmen Astarloa, ambas tesoreras
y Pilar Mesones Pombo, en las Relaciones Externas.
Al frente de todas ellas está la delegada,
María Isabel Cocho de la Riva.
Ellos ponen
cara a un trabajo de muchos de cántabros solidarios
que ya han colaborado con la ONG. Hasta ahora la organización
cántabra dependía de la delegación
en Castilla y León y ha participado en muchos
proyectos ya consolidados. Uno de ellos, el que más
les satisface, consistió en recoger fondos
para la construcción del colegio Mobokoli,
en Kinshasa, la capital de la República del
Congo. En este momento ya proporciona cursos de Educación
Infantil, Primaria y ESO, gracias, en buena parte,
a la colaboración cántabra. Ahora desde
FISC piden un poco más de ayuda para el centro
hospitalario y ya han comenzado a recoger donaciones.
DIARIO MONTAÑÉS/
ROSA M. RUIZ

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