Nadie
quiso perderse la primera Fiesta de los Postres que
los alumnos, profesores y familias de Educación
Infantil prepararon el pasado viernes, 4 de febrero,
en el CEIP Fernando de los Ríos de Torrelavega.
|
Profesores, padres y niños participando
en el mercadillo.
|
Un mercadillo solidario marcado por la ilusión
de sus esforzados protagonistas y por la causa a la
que se destinaron los más de 1.200 euros recaudados
en el evento: la colaboración en una beca de
estudios en el Proyecto Sonrisas de Colores, al igual
que en el mercadillo de Navidad que organizó
el colegio, de la que podrá beneficiarse el
orfanato ‘Bal Mandir’, en Nepal.
Más de 500 asistentes, entre familiares, alumnos
de primaria, estudiante del IES Zapatón y multitud
de vecinos, garantizaron el éxito de esta particular
fiesta, en la que se buscaba concienciar a los pequeños
de las desigualdades sociales que existen en el mundo
y fomentar en ellos el respeto y la solidaridad hacia
los más necesitados. Qué mejor forma
para lograrlo que involucrando a niños y niñas
para que ideen y propongan diferentes formas de contribuir
a reducir esas diferencias, aprovechando el contexto
del Día Internacional de la Paz y la No Violencia,
que motivó numerosas actividades a lo largo
de la pasada semana en este centro educativo.
Desde el Fernando de los Ríos remarcan el imprescindible
papel de las familias, que una vez más colaboraron
y participaron con toda su entrega y dedicación
como miembros activos de la comunidad educativa, haciendo
posible que estas propuestas se lleven a cabo con
excelentes resultados.
Para evitar que el evento pasara desapercibido y
los vecinos se quedaran sin disfrutar de los deliciosos
postres, estos pequeños chefs recorrieron Torrelavega
durante toda la semana, colocando carteles en los
comercios de las principales calles de la ciudad en
una laboriosa campaña publicitaria.
Así, los alumnos de 3 años, Mosqueteros
y Piratas, cocinaron bolitas multicolor; los de 4
años, Ventolines y Ojáncanos, magdalenas
y piruletas de chocolate y los de 5 años, Dragones
y Cúlebres, bollitos dulces y salados así
como rosquillas y galletas, además de los dulces
elaborados por las familias: bizcochos, quesadas,
buñuelos, leche frita, rosquillas, magdalenas,
piruletas de chocolate, bombones, tejas, lenguas de
gato, tartas… y un sin fin de postres que hicieron
que los
numerosos visitantes no pudieran resistirse a la tentación.
GUILLERMO SAN EMETERIO/ AQUÍ
DIARIO

SUBIR
|
|