El
aye aye es un animal de la familia de los lémures
y como tal, vive en Madagascar, el único lugar
del mundo en el que puedes encontrar esta extraña
y escasa especie. Lo que le hace tan especial, aparte
de su desagradable apariencia, son las historias que
los nativos de Madagascar cuentan sobre él.
Creen que son animales muy peligrosos
y poseídos por espíritus malvados. Dicen
que si un aye aye te señala con su tercer dedo
sufrirás una repentina muerte muy dolorosa.
Todas estas supersticiones están provocadas
por el miedo que infunde el aspecto y anatomía
de este animal.
Sus ojos fijos e inexpresivos inspiran maldad pero,
en realidad, el aye aye es un animal como otro cualquiera;
lo que pasa es que tiene mala fama, como el buitre
o el cuervo.
Los indígenas juzgan a este marginado animal
por su aspecto físico y con sus estúpidas
supersticiones han provocado que esta especie decrezca
a un ritmo alarmante, ya que cuando ven uno tienen
la orden de matarle.
Pero que el aye aye esté al borde de la extinción
no depende sólo de las matanzas sin sentido
de estas tribus, también ha influido gravemente
la deforestación de su hábitat.
Otro de sus rasgos característicos es que el
tercero de sus dedos es exageradamente más
largo y delgado que el resto. El aye aye lo utiliza
para escarbar en la corteza de los árboles
en los que vive y cuando encuentra un orificio hecho
por alguna larva o gusano introduce su adaptado dedo
para sacarla y comérsela. Se alimenta principalmente
de insectos, en cuya captura gasta la mayor parte
de sus energías. También come pequeñas
cantidades de frutos utilizando sus incisivos para
pelarlos o cascarlos y sirviéndose de su especial
dedo, saca esos sabrosos y nutritivos bocados.
Para terminar de conformar esta estrambótica
figura, posee unas grandes y membranosas orejas que
aumentan la aureola de misterio que rodea a este peculiar
animal nocturno.
Entrando en datos más específicos, suele
tener el tamaño de un gato, la longitud de
la cabeza y el cuerpo mide unos 40 centímetros
y su cola alrededor de 55.
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Aye aye adulto
subido en un árbol. |
Es típico de las selvas húmedas
y de los bosques litorales del nordeste de Madagascar.
Habita en las copas de los árboles de tronco
recto, donde construye sus complicados nidos a unos
12 metros de altura. Para construirlos aprovecha las
horcaduras de los troncos y utiliza ramillas y hojas,
que entreteje hábilmente, formando un armazón
que renueva temporalmente si es necesario.
No se sabe gran cosa de su reproducción pero,
en cada parto, las hembras sólo tienen una
cría que llevan a cuestas (modo característico
de los lémures).
El aye aye es más monstruoso de recién
nacido que de adulto. Nace con la cabeza pequeña
y unas enormes y desproporcionadas orejas acompañadas
de grandes ojos saltones.
Como el pelo le tarda en crecer parece una rata de
aspecto enfermizo pero, una vez la cría se
va desarrollando, sus desproporciones se disimulan
gracias a una abundante masa de pelo; aunque continúa
teniendo un aspecto siniestro.
Si no hacemos nada y se continúa perjudicando
a esta desgraciada especie, conseguiremos que nuestras
acciones desemboquen en su total desaparición.
Más información:
http://www.oya-es.net/reportajes/ayeaye.htm
http://www.20minutos.es/noticia/211110/0/peligro/.../feo/
http://www.maikelnai.es/2007/03/01/adios-al-aye-aye-el-mito-de-la-suerte-de-los-feos/
http://www.damisela.com/zoo/mam/primates/daubentoniidae/index.htm

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