Tres estudiantes
del IES La Albericia de Santander dan la vuelta a
los cuentos infantiles clásicos y cambian el
emisor de la historia. Y nos cuentan el cuento de
un lobo que le gusta cantar villancicos o ayudar a
un pajarito y el de una Blancanieves que se escapa
de su casa y su madrastra la busca preocupada.
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Los tres cerditos
y el lobo. |
LA VERDADERA HISTORIA DE LOS TRES
CERDITOS CONTADA POR EL LOBO
Hola niños y niñas, siempre os han contado
la historia de los tres cerditos ¿no?, pues
ahora os voy a contar la versión contada por
mí, el lobo "feroz" (aunque yo sólo
quiero ayudar). Bueno, voy a empezar.
Un día iba paseando por mi
bosque y de repente vi que había un pajarito
que no podía volar. Entonces, al ir a cogerle,
sin querer, llamé a la puerta de una casita
de paja. El pájaro me pidió que le ayudara.
Yo le dije amablemente: soplaré y soplaré
y te ayudaré. Pero el cerdito me entendió
mal, creyó que quería destruir su casita
y la verdad es que con mi soplido la casa se bamboleó
un poco. Seguí soplando y el pajarito voló
pero no tardó mucho en caer, sólo llegó
hasta una pequeña casita de madera que había
junto a la de paja. De pronto, oí un terrible
estruendo, me di la vuelta y vi la casa de paja derrumbada.
Fui a pedir perdón al cerdito pero él
escapó corriendo a la casa de al lado sin querer
escucharme.
Volví a ayudar al pajarito,
pero cuando quise darme cuenta, la pequeña
casa de madera estaba derrumbada también. Les
perseguí para lamentarme de lo que había
hecho pero corrieron hasta la casa de al lado, que
era de ladrillo. Vi que el pajarito se posó
junto a la chimenea. Yo, cansado de ayudar inútilmente
al pájaro, volví a soplar, pero con
el impulso me caí chimenea abajo, con tan mala
suerte que aterricé en un cazo hirviendo.
Los cerditos se burlaron de mí
y yo, triste, me fui a mi cueva y no volví
a aparecer por allí. Desde entonces tengo fama
de feroz y de ir destruyendo las casas de los cerditos.
¡Qué culpa tengo yo de querer ayudar
y de que ellos sean tan inútiles que hagan
casas que se derrumban por un soplidito de nada...!
Daniel
Crespo Floría 1E1
LA VERDADERA HISTORIA DE BLANCANIEVES
CONTADA POR LA MADRASTRA
Siempre se ha oído hablar
de Blancanieves y su malvada madrastra, pero... en
realidad la historia fue así:
Desde que la pequeña Blancanieves
era joven yo fui su madrastra. Nunca nos hemos llevado
bien, ella decía que la trataba mal, pero que
sepáis que eso era mentira. Un día Blancanieves
se fue al bosque, y como vi que anochecía y
todavía no aparecía me preocupé
y le pregunté a mi espejo mágico que
me dijo que corría peligro. Entonces yo mandé
un cazador para que la trajeran de vuelta a casa.
El cazador no la pudo encontrar y volvió donde
mí, cuando de repente mi espejo me dijo con
voz firme:
- ¡Blancanieves se ha escapado, para no volver!
Yo me quedé pálida y sin palabras. Siempre
la había tratado muy bien y ahora me lo pagaba
así. ¡Pues se iba a enterar!
Entonces decidí ir en su busca
disfrazada de anciana para que no me reconociera y
así traerla de nuevo a casa. Cuando la encontré
se había enamorado de un poderoso príncipe
y me abandonó.
Ésa es la verdadera historia
de Blancanieves. Desde entonces sigo aquí sola
esperando su llegada, a ver si alguna vez la desagradecida
decide volver y me enseña a mis nietos.
Sandra
Seijas Pi 1E1
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Blancanieves
con la manzana envenenada. |
LA VERDADERA, VERDADERA HISTORIA DE LOS TRES CERDITOS
CONTADA POR EL LOBO
Era ya Navidad cuando fui, como tengo por costumbre,
a cantar villancicos para recaudar dinero para los
animalitos necesitados.
De pronto, me encontré frente a la casita
de paja del hermano cerdito y después de llamar
a la puerta, que no abrieron, cogí aire para
cantar bien alto. Al soltarlo, sin querer, volé
la casita de mi querido amigo el cerdito. Él
corrió asustado a casa de un hermano que tiene
y yo fui rápido a disculparme humildemente.
Pero estando delante de la puerta, cuando ya me disponía
a llamar, me asaltó un tremendo estornudo que
hizo volar toda la casa. Los dos cerditos se fueron
asustados a la casa de su hermano el mayor y yo, con
la tos, no pude explicarles nada.
Para compensarles quise darles una sorpresa disfrazándome
de Papá Noel y me metí por la chimenea
para dejarles regalos. Pero estando en esta operación
me quemé con el fuego que estaban encendiendo
y salí volando (literalmente) por el aire como
un cohete, perdiendo además el dinero recaudado
para los animalitos.
Si os preguntan por el disfraz y los regalos, que
sepáis que quedaron calcinados por su culpa
y encima, como ya sabéis van y me denuncian.
Estos cerditos...
Jesús
Manuel Arcas Muñoz 1E3
Las imágenes son de:
http://centros6.pntic.mec.es/~numero8d/paginas/pasatiempos/
cuentos/lostrescerditos.htm
http://www.pequelandia.org/cuentos/disney/blanca/
http://www.geoscopio.net/escaparate/noticias.cgi?idnoticias=65765

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