¿Alguna vez
has visitado el Museo Etnográfico de Cantabria?
¿Sabías que la sede es una casona-palacio
que perteneció a la familia de los Velarde
y que data de finales del siglo XVII? En ella nació
Pedro Velarde, capitán de Artillería
y protagonista del levantamiento contra los franceses
el 2 de mayo de 1808. Desde 1966 es un museo.
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Museo Etnográfico
de Cantabria. |
INTRODUCCIÓN
HISTÓRICA. BIOGRAFÍA
Pedro Velarde nació
en Muriedas, Cantabria, en la casona-palacio de los
Velarde, que desde 1966 acoge el Museo Etnográfico
de Cantabria.
A los catorce años entró como cadete
en la Academia de Artillería de Segovia. En
1800, como subteniente, fue destinado al ejército
que operaba en Portugal y en 1804 entró como
profesor de la misma Academia. Era un auténtico
experto en la medición de la velocidad de los
proyectiles. En esta época, y como militar,
era un gran admirador de Napoleón.
En 1806 pasó a Madrid
como secretario de la Junta Superior Económica
del cuerpo de artillería, cargo que le permitía
disponer de mucha información. Murat intentó
atraerle a la causa napoleónica, a lo que Velarde
respondió que "no podía separarse
del servicio de España sin la voluntad expresa
del Rey, de su cuerpo y de sus padres".
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Estatua en homenaje
a Pedro Velarde. |
Tras el fracaso de su plan
de levantamiento general urdido con Luis Daoíz,
ya en 1808, Velarde siguió en su destino hasta
que, en la mañana del dos de mayo, al escuchar
los primeros disparos, lo abandonó exclamando:
"Es preciso batirnos; es preciso morir; vamos
a batirnos con los franceses". Se dirigió
al Parque de Artillería de Monteleón,
en el que desarmó a la guardia francesa que
vigilaba que los españoles no fabricaran más
munición de la normal, convenció a Daoíz
de que era necesario dar armas al pueblo y entre ambos
prepararon la defensa del cuartel.
Cuando Daoíz ya había
caído, Velarde fue mortalmente herido por un
disparo a quemarropa de un Oficial de la Guardia Noble
Polaca.
LA CASA FAMILIAR. MUSEO. INAUGURACIÓN
El Museo se alberga en la casa
natal de Pedro Velarde, una sólida edificación
de finales del siglo XVII, restaurada en los años
60 y declarada Bien de Interés Cultural en
1985. En la planta superior de la casa se ha reconstruido
la estancia de Pedro Velarde. Entre los objetos que
se muestran es preciso destacar la cama de estilo
Directorio, la ejecutoria sellada en Flandes en 1652,
y un gran sillón blasonado procedente de Boo
de Piélagos.
Inaugurado el 12 de octubre
de 1966, está situado en Muriedas, muy cerca
del Palacio del Marqués de Villapuente. En
la hermosa Casona del siglo XVII que alberga el Museo,
posteriormente restaurada por el arquitecto Hernández
Morales, nació Pedro Velarde y Santiyán
(1777-1808). Precisamente, en la planta superior se
ha reconstruido la estancia Capitán Velarde,
donde figuran objetos relacionados con la familia
del héroe.
SALA DE OBJETOS
En el jardín había
unas cristaleras con utensilios que se utilizaban
hacía 100 años y eran típicos
de Cantabria, como las albarcas, una salladora, una
picadora, un arado patatero, una sembradora, una desgranadora,
etc... Cuando entramos a la Sala I
nos encontramos con varios tipos de albarcas de diferentes
tamaños, todas de madera, tienen tres tapas
que son intercambiables y dentro un escarpín.
Cuando nevaba andaban con esquís o raquetas
de madera llamadas “badajones”. Casi todas
eran de madera. también había herramientas
leñadoras como hachas, sierras...
En invierno fabricaban muebles con herramientas como
sierras, serruchos, cepillos... La escoba estaba hecha
de brezo.
Sala II:
Es la cocina, que era muy grande, tenía un
basar para la vajilla, un salero, un armario para
los alimentos...todo de madera, en el sur de Cantabria
hacían borona.
Los pastores inventaron un colador con un cuerno de
vaca y pelos de caballo.
Tenían una mesa llamada “mesa perezosa”
que solo tenía dos patas para sujetarla a la
pared y tener más sitio.
Sala III:
Había maquileros para los trueques y objetos
con los que se hacía la mantequilla llamados
“mantequilleros” y objetos con los que
se hacía el queso.
Sala IV: Subimos
a la planta de arriba, había colgadas en la
pared unas ruedas cuadradas que eran para los carros
que no tenían freno y había utensilios
de caza.
Sala V: Trabajaban
en el campo. Utilizaban arados de los que tiraban
animales. Tenían una jabonera con jabón
o tocino para el buen funcionamiento de las ruedas.
Tenían unos guantes de madera llamados “zoquetas”
que sirve para proteger los dedos durante la siega
con hoz. Para transportar el trigo utilizaban trillos,
de los que tiraban los animales. También tenían
una colección de yugos que es donde amarraban
a los animales y de colodras.
Sala VI:
Las mujeres en invierno se dedicaban a fabricar hilo
para la ropa; mientras los hombres trabajaban la madera,
tocaban instrumentos como rabeles, panderetas...
Sala VII:
Esta era la habitación de Pedro Velarde. Tenía
una cama, un escritorio, un baño en el que
la baza tenía una parte de madera. Vimos el
uniforme y a la entrada de su habitación había
unos trajes típicos de Cantabria.
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Escritorio en
la habitación de Velarde. |
Sala VIII:
Mobiliario popular de Cantabria, como un sagrario
con un cajón secreto; también estaban
los cuévanos llamados “cuévanas”
o ”cuévanos niñeros” con
los que llevaban a los niños.
PARQUE
La casa-museo está rodeada
de una extensa zona verde donde se muestran también
interesantes construcciones: un hórreo, procedente
de la localidad de Pido (Camaleño); una socarreña,
en la que se almacenan los objetos etnográficos
pendientes de restauración, y un humilladero,
originario de Mazcuerras, con hermosas esculturas
populares del siglo XVIII.
n 1998 se inauguró un
nuevo espacio expositivo a modo de socarreña
acristalada con el fin de organizar exposiciones temporales.
OPINIÓN PERSONAL
Esta visita al museo etnográfico
de Cantabria, me ha parecido muy bonita e interesante,
también educativa, ya que nos enseña
cómo vivían nuestros antepasados. En
el museo me lo pasé muy bien y aprendí
mucho.
BIBLIOGRAFÍA
Esta información la
he recopilado en:
• En una enciclopedia de Internet.
• En el folleto que nos dieron en el Museo.
• Y en los apuntes que tomé durante la
visita.

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