En un deporte
cántabro plagado de estrellas, donde el atletismo
de nuestra región ha conseguido un sitio en
el Olimpo de la mano de Ruth Beitia o de las hermanas
Fuentes Pila (Zulema, Iris y Margarita), el torrelaveguense
Víctor Ruiz ha conseguido por méritos
propios un lugar destacado entre los héroes
de nuestra ciudad en una carrera llena de éxitos.
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Víctor
Ruiz en una competición. |
Nacido en 1974, vive en la actualidad
en Polanco. Con sus 90 Kilos de peso y sus 190 centímetros,
este atleta de estilo griego es subcampeón
de España de decatlón, plusmarquista
regional de combinadas y 110 metros vallas, y recordman
de decatlón y heptalón.
Con una larga trayectoria en el mundo
del atletismo, se ha codeado y comparte triunfos y
amistad con los más grandes del atletismo en
nuestro país. La influencia de su familia (muy
vinculada al deporte), le llevaron al deporte profesional,
en una carrera reconocida en su propia ciudad que
le rindió, junto a otros deportistas locales,
un merecido homenaje en 2006. Ha tenido la amabilidad
de recibirnos en su casa, en el pueblo de Pereda,
para contarnos su historia, la de un sueño
llamado ser olímpico.
Pregunta.- ¿Cuándo
comenzaste con el mundo del atletismo?
Respuesta.- Mis pinitos en el mundo
del atletismo fueron a la edad de 12 años,
cuando empecé a participar en cross escolares.
Aún así, jugué al fútbol
hasta los 18 y a los 19 ya me tomé el atletismo
de una manera más seria.
P.-¿Cómo
surgió tu interés por este deporte?
R.- Viene de familia. Mi hermano
es muy deportista, de hecho, es preparador físico
del Racing de Santander. Y por más primos de
mayor edad; uno era ciclista profesional. Y por esa
razón, he estado ligado al deporte.
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Víctor
en una prueba de salto con pértiga. |
P.-¿En qué
pruebas consiste el decatlón?
R.- Son diez pruebas, que se realizan
en dos días; cinco el primer día y otras
cinco el segundo. 100 metros lisos, salto de longitud,
lanzamiento de peso, salto de altura, 400 metros lisos,
110 metros vallas, lanzamiento de disco, salto con
pértiga, lanzamiento de jabalina y 1500 metros
lisos.
P.-¿Cuántos
días a la semana entrenas?
R.- Entreno unos seis días
a la semana y cuatro horas al día, aunque depende.
Hay días que son más fuertes, debido
a que hay una competición cercana, y entreno
mañana y tarde unas cinco o seis horas, y otros
que, en cambio, únicamente una hora y media.
P.- ¿En cuántos
campeonatos tanto internacionales como nacionales
has participado?
R.- Siete internacionales y bastantes
nacionales, no te puedo decir el número exacto.
En bastantes he ganado y en otros no, es lo que tiene
este deporte (risas).
P.- ¿Qué
sientes cuando ganas?
R.- Lo importante no es ganar, sino
superarte a tí mismo, imponiéndote metas
en tu carrera y un nivel más alto. Eso también
te aporta una gran satisfacción.
P.-¿Qué
opinas del dopaje?
R.- Es una consecuencia de la sociedad.
No es una cuestión de ahora; los griegos, cuando
empezaron las Olimpiadas, ya se dopaban. Había
gente que hacía trampas. Pero cada vez está
más estabulado por la presión económica
y mediática, es un poco como el modelo de Estados
Unidos, que entiende deporte por espectáculo
y la gente no va ahí a ver deporte, sino a
entretenerse.
P.-¿Has tenido
alguna lesión grave?
R.- He tenido muchas. Pero lo peor,
más que la lesión, son las secuelas
de ésta. Me han operado del tobillo, y alguna
cicatriz de roturas musculares. Pero sin duda, la
peor lesión que tengo es la edad.
P.-¿Tienes
que seguir alguna dieta?
R.- No, no sigo ninguna dieta específica,
aunque sin querer te cuidas. Procuras comer mucha
pasta, proteínas limpias, pocas grasas... Aunque
no tenga ninguna tabla a seguir, si que estoy concienciado
de que me tengo que cuidar y, sobre todo, cuando estoy
próximo a una competición.
P.-¿Has trabajado
en otras cosas a parte de dedicarte al decatlón?
R.- En trabajado de muchas cosas:
en una escuela de atletismo en Los Corrales de Buelna,
de electricista, de ganadero, de becario en un centro
de menores... (se ríe)
P.-Debido a tu trabajo,
¿pasas mucho tiempo fuera de casa?
R.- ¿Le podrías decir
a mi madre que esto es un trabajo? (tono irónico
y risas).
He estado desde los 13 ó 14 años fuera
de casa. Por estudios y deporte. Pero ahora ya estoy
en casa, aunque todas las semanas suelo ir a entrenar
a Madrid.
P.- El trabajo que
realizas lleva mucho tiempo, ¿merece la pena?
R.- Yo creo que sí.. (pensativo).
Al ser un deporte minoritario, la motivación
es interna, no es lo que piensa la gente ni la recompensa
económica. Estás valorando lo que sientes
de dentro y no lo que piensa la gente.
P.-¿En qué
campeonato te gustaría competir?
R.- En las Olimpiadas, sin ninguna
duda. Esa es mi meta.
P.-¿Tienes
algún modelo a seguir?
R.- Muchos. Sobre todo a las personas
que he conocido más de cerca. Sí que
te inspiran ciertas cosas, ciertos valores. De lo
que hablabas antes, del dopaje y demás, ahí
sí que te enseñan que en los deportes
hay gente que juega limpio.
P.-¿Se hacen
amistades en este mundo, o sólo compañeros?
R.- En los campeonatos, se hacen
enemigos (risas). Pero sólo cuando se está
compitiendo. Fuera de ello estamos muy unidos por
lo que nos motiva el atletismo. Es emotivo, no es
divertido, ni fácil. Compartes esa emoción,
esa unión por un mismo objetivo.
P.-¿Tienes
alguna afición más fuera del atletismo?
R.- Me gusta pescar, hacer cualquier
tipo de deporte y leer.
P.-¿Recibes
algún apoyo económico y demás
del Gobierno?
R.- Sí,
tengo una beca de la selección española
y algunas becas también del Gobierno de Cantabria.
A veces, también del Ayuntamiento de Polanco.
Pero no es importante la ayuda económica.
P.-Ya
terminamos, muchas gracias por aceptar esta entrevista.
R.-Gracias a vosotras (ríe).

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