El jueves 14 de febrero el despertador sonó más temprano que de costumbre y tratamos de olvidar el cansancio para pensar en la aventura que íbamos a vivir. Nuestros padres nos despidieron con besos y abrazos hasta que nos perdimos con nuestra maleta dentro del tren a las siete en punto. Primer destino, Madrid.

Representación de Cantabria.

Atrás quedaron los consejos que nos dieron Iñigo de la Serna y Miguel Ángel Palacio el día anterior.

Durante el viaje prometimos dormir, sin embargo cualquier tema era válido para estar entretenidos. Éramos cinco los afortunados, alumnos de La Salle: Borja Pérez, Nacho Pérez, Andrés Renilla, Javier Sánchez y Leire de la Fuente que, junto con nuestro profesor José Javier Martínez, pudimos vivir esta experiencia. Junto a nosotros estaba José David Pérez del IES Cantabria, acompañado por su profesor José Antonio Ortiz. Todos formábamos la delegación que representaría a Cantabria en el programa Modelo de Parlamento Europeo que organiza desde hace ocho años la Fundación San Patricio y Obra Social Caja Madrid.

Aprovechamos para ir a ver un musical.

Una vez en Madrid y después de comer descubrimos algunos de los rincones más bonitos de la ciudad, guiados por nuestro profesor. Por la tarde fuimos a la Gran Vía para ver el musical 'La Bella y la Bestia', junto a dos alumnos y a su profesora del colegio La Salle de Gijón. El espectáculo nos encantó a todos, incluso a los que en un principio lo consideraban aburrido. El cambio de escenarios, el vestuario, la música fue algo espectacular.

El viernes 15 por la mañana volvimos a hacer las maletas tras haber estirado durante la noche nuestros trajes. De camino a Buitrago de Lozoya, nuestro nuevo destino, conocimos a los compañeros con los que compartiríamos trabajo y diversión.

Fue un intenso debate.

Para empezar a entablar amistades, unos animadores montaron una serie de juegos, conocidos como "teambuilding", que nos sirvieron para romper el hielo. Por la tarde, tras un cambio de vestuario, el representante de cada delegación era el encargado de dar el discurso de apertura. Después tuvimos nuestra primera reunión por comisiones, cada una formada por 15 personas y dirigidas por un presidente y un vicepresidente. Había tantas comisiones como temas a tratar: el techo de cristal, integración de los inmigrantes en las aulas, el cambio climático, la piratería, la política de inmigración y el sistema de pensiones.

Esa noche hicimos el tan famoso baile del 'Don King Kong' acompañado por algo de picar, a modo de bienvenida. Hacia las 00:00 nos recogimos en nuestras habitaciones con los nuevos compañeros, cuatro por habitación, intentando dormir para el cansado día que estaba por llegar.

Alumnos y profesores de la delegación cántabra.

El sábado 16 tuvimos reunión por comisiones mañana y tarde, apenas con un descanso para comer. Supusieron para nosotros un gran desgaste psicológico, aunque esas horas de debate para llegar a un consenso sin duda nos enriquecieron. Por la noche conocimos la movida de Buitrago de Lozoya, donde incluso seguíamos debatiendo sobre los temas de nuestra comisión.

El domingo 17 pasamos el día en el Palacio del Escorial. Aunque nos levantamos temprano, llegamos con prisas, y la visita detallada se tuvo que reducir a una rápida pasada sobre los magníficos cuadros, las dependencias reales, la sala en la que se encuentran enterrados los reyes desde Felipe V... Esa misma mañana, en el desayuno, nos habían dado las propuestas de resoluciones de los distintos temas, y después de la visita nos reunimos por delegaciones para sacar defectos al trabajo del día anterior. Durante la reunión con nuestra delegación, algunos probamos a hacer enmiendas y en la hora de la comida, entre plato y plato decidimos pedir firmas para que se aprobasen nuestras enmiendas. Por la tarde tuvo lugar la Asamblea General, en la cual debatimos sobre el medio ambiente y sobre la integración de los inmigrantes en las aulas, todo ello en el propio palacio.

Con el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, antes del viaje.

Esa misma noche, después de la ajetreada jornada, fue la fiesta de despedida, ya una vez en el pueblo donde nos alojábamos. Pudimos quitarnos los tacones, las corbatas e intentar despejarnos con la música.

El lunes 18 nos levantamos aún más temprano que los días anteriores, con ojeras que marcaban nuestra mirada. Sin embargo era el gran día, íbamos a debatir como auténticos diputados en la sala de columnas del Congreso de los Diputados.

Representación lasaliana en Madrid.

Después de un día repleto de debate, réplicas y votaciones fue el turno de la clausura que dirigió el presidente de la Asamblea. Intervinieron entre otros José María Gil Robles, el que fuera presidente del Parlamento Europeo durante varios años.

El martes 19 aprovechamos la mañana antes de regresar a casa. Así, fuimos al Museo del Prado. Además de ver las grandes obras nos detuvimos en su reciente ampliación observando con detenimiento el claustro de los Jerónimos.

Con el presidente del Parlamento de Cantabria, Miguel Ángel Palacio, antes del viaje.

Después de comer cogimos el tren rumbo a Santander. Llegamos a las 12.00 a la estación de Santander, donde nuestros padres ya esperaban impacientes nuestra llegada y, con ella, el relato de esta nueva experiencia.

Unas semanas después, aún tenemos el 'virus MEP', que nos incita a decir: "gracias señor presidente", cada vez que se nos da la palabra en clase o a expresar nuestras opiniones, guardando el protocolo. Quizás añoramos palabras que en cuatro días eran cruciales para ser entendidos y que en el día a día muy pocos usan y conocen, por ejemplo: enmienda, resolución, discrepar, cláusula…

El equipo cántabro en su puesto.

Por último quisiera agradecer en nombre de todos a la Fundación San Patricio y a Obra Social Caja Madrid su apuesta por programas como éste en el que los jóvenes tienen tanto protagonismo.

Así apareció la noticia en los medios