Vivimos en una sociedad
en la que todos queremos tener todas las comodidades
posibles, queremos ir cada uno en nuestro coche al
trabajo para no depender de horarios de transportes
urbanos, queremos tener calefacción en casa
y todos los aparatos eléctricos que nos faciliten
la vida: televisiones (una en cada cuarto, a ser posible),
lavadora, horno, secadora, lavavajillas, microondas,
etc...
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Central térmica de Battersea, en Londres
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Lo que no pensamos es que para utilizar
todos estos aparatos debemos conectarlos a la red
eléctrica, con lo que tiene que existir alguna
central que genere electricidad.
Hay varios tipos de centrales. En España tenemos
gran cantidad de centrales hidroeléctricas
que pertenecen a las energías renovables y
además no contaminan, pero no generan la electricidad
suficiente.
Otro tipo de centrales son las de combustión,
que son centrales que generan electricidad a partir
de grandes calderas, en las cuales se queman combustibles
como el gas natural, el carbón o el petróleo.
Estas centrales tienen varios inconvenientes, pero
el mayor es el más conocido por todos. Estas
centrales general CO2, dióxido de carbono,
que lo envían a la atmósfera y son los
gases responsables del efecto invernadero, con lo
que estas centrales tampoco nos sirven de solución.
Está claro cuál sería
la mejor solución para el medio ambiente, las
llamadas energías renovables, centrales eólicas
(denominadas parques eólicos), la energía
solar fotovoltaica, que es la que genera electricidad
a partir de los rayos solares, etc, pero esto hoy
por hoy no se le puede sacar todo el rendimiento que
quisiéramos ya que, en ocasiones, la implantación
de parques eólicos y paneles solares no sale
tan económico para la energía que producen.
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Central Nuclear de Leibstadt, en Suiza.
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La solución, desde mi punto
de vista, está en las centrales nucleares,
ya que la energía nuclear es la que con creces
obtiene un mayor rendimiento del combustible empleado
y además no contamina ni la atmósfera
ni los ríos. El gran problema es el cómo
deshacernos de los residuos generados. El combustible
empleado seguirá siendo radioactivo y no se
sabe destruir, porque no se puede, y se entierra.
Otro gran problema es el de la seguridad, todos conocemos
lo que pasó en Chernobyl, pero eso en Europa
es difícil que ocurra si se guardan todas las
medidas de seguridad impuestas por la UE y se cumple
con rigor la vida útil de la central.
Es indiscutible que la mejor solución
sería consumir menos energía, que cada
uno de nosotros redujera esa demanda, pero ¿estamos
dispuestos a ello?
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