Un año más nos hemos acercado cinco días al aula Abierta de Bujedo. Allí hemos podido disfrutar con los alumnos del tercer ciclo de Primaria. En este entorno florecen los momentos para compartir y convivir a través de los talleres, actividades y las novedosas rutinas diarias.

Grupo desde arriba.

Hemos llenado los claustros de risas y murmullos contenidos, eso sí, para respetar el ambiente de calma y sosiego que se respira entre las paredes de Bujedo. Tanto los jardines, el campo de fútbol como los caminos se convertían en espacios de juegos y confidencias.

En el comedor la actividad se multiplicaba, el apetito crecía al tiempo que la excitación aumentaba con la espera entre plato y plato viendo desfilar las bandejas que llevaban los compañeros y esperando con impaciencia que llegara a la mesa. Tras la comida llegaba el momento de recoger, barrer y fregar con muchas más risas e indecisión.

Al llegar la noche, en la oscuridad de los dormitorios podíamos escuchar conversaciones en voz baja entremezcladas con sueños confusos e incluso algún que otro ronquido.

En Bujedo nos acercamos a otros países y culturas a través de sus danzas, clasificamos plantas y árboles haciendo un herbario y también hemos jugado a ser… locutores de radio con programa propio por las mañanas, científicos de la NASA buscando solución a un problema, artesanos elaborando nuestros collares, historiadores conociendo el arte y la vida en un monasterio, espías mandando mensajes secretos de montaña a montaña en la noche, apicultores acercándonos a la vida de una colmena, juglares recitando romances… Incluso tuvimos a nuestros propios Cid Campeador y Alfonso VI con jura en Santa Gadea

Finalmente sólo cabe decir que una vez más hemos tenido UN LUGAR PARA CREER Y SOÑAR JUNTOS disfrutando la oportunidad de aprender a trabajar en equipo.