| El parque 
                            de la Viesca es el principal pulmón de Torrelavega 
                            y sus alrededores. Está situado en el margen 
                            izquierdo del Besaya, frente a la mina de Reocín 
                            y el barrio Covadonga, ocupando los municipios de 
                            Cartes y Torrelavega y una extensión de aproximadamente 
                            150.000 metros cuadrados. Cuenta con más de 
                            10.000 árboles de distintas especies, la gran 
                            mayoría autóctonos de Cantabria (aunque 
                            también hay un bosque de eucaliptos).  
                             
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                              | Vista aérea 
                                  de Torrelavega. Marcado en rojo el parque de 
                                  la Viesca. |   Al parque se accede a través de los puentes 
                            que están en el parque de la Barquera, en el 
                            barrio Covadonga, por la carretera que bordea el parque 
                            desde Torres a Mijarojos, pudiéndose llegar 
                            también a través de la senda y el carril-bici 
                            que une Cartes con Torres y que discurre por la ribera 
                            del Besaya. El parque se inauguró hace menos de dos años 
                            y, a pesar de que está nuevo, su aspecto revela 
                            una rápida degradación: suciedad, maleza, 
                            mobiliario roto, árboles caídos y un 
                            largo etcétera de problemas que les iré 
                            narrando. 
                             
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                              | Botellas abandonadas 
                                  en una de las mesas del parque. |  Nada más llegar por la carretera, en el barrio 
                            el Milagro de Torres hay un aparcamiento con el firme 
                            completamente destrozado, no precisamente por coches, 
                            sino por camiones de una obra cercana y del gobierno 
                            de Cantabria, que entran a realizar labores de mantenimiento 
                            en el parque. Aunque la peor imagen del aparcamiento 
                            la dan las mesas que hay allí cubiertas de 
                            suciedad, botellas y basura, papeleras desbordadas 
                            y la hierba sin cortar desde hace meses. Zarzas, maleza 
                            y un montón de basura esparcida por el suelo 
                            son ahora las reinas de la zona. 
                             
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                              | Senda del parque 
                                  de La Viesca. |  Continuando la visita por el parque, vamos por la 
                            ribera del río, con el pestazo y la avalancha 
                            de mosquitos que ello conlleva. Sigue la suciedad, 
                            la maleza y aparecen árboles caídos 
                            y otros talados, ¿serán los famosos 
                            árboles que se llevó el concejal de 
                            Medio Ambiente a su casa? Siguiendo camino entramos en el municipio de Cartes 
                            y llegamos al lago de la Barquera. Por si no lo saben, 
                            el lago que está junto al antiguo hospital 
                            de la mina (ahora en obras para hacer un centro de 
                            interpretación) y que está lleno de 
                            lodo y fango, en el que crecen plumeros y otras plantas. 
                            Es un peligro, ya que al no haber casi agua, y debido 
                            al deficiente cercamiento en algunos sitios, inexistente 
                            en algunos, una cerca de menos de un metro de altura, 
                            sin una señal que indique el peligro de adentrarse 
                            en el lago en otros, la gente que pasea por la orilla 
                            y sobre todo los niños que juegan cerca, corren 
                            el peligro de caer al fango espeso que no aguanta 
                            el peso de un niño y ahogarse en una tumba 
                            de barro, o ser atacado por una de las muchas serpientes 
                            (víboras cantábricas) que pueblan las 
                            orillas del lago. Además, para el que no lo 
                            sepa, el lago tiene un tubo que desemboca en una cascada 
                            y en un arroyo que atraviesa el parque hasta el Besaya 
                            y que se nutre aparte del lago de un antiguo desagüe 
                            respiradero de la mina que es una galería por 
                            la que sale agua al río, y que está 
                            en la orilla de la carretera con un muro de hormigón 
                            cercándola.  Si subimos un poco más arriba llegamos al 
                            desvío entre la carretera que va a Reocín 
                            y la que va a Mijarojos, subiendo por ésta 
                            y en el límite del parque hay una portilla 
                            y una barrera colocada por el Gobierno de Cantabria. 
                            Si la cruzamos, primero nos encontrábamos una 
                            pista de grava y unos huertos y más adelante 
                            un sendero que bordeaba en parte otro lago. Ahora 
                            nos encontramos una pista de barro, creada por una 
                            empresa forestal que está talando todo el monte 
                            desde la senda que va a Cartes hasta lo alto del monte 
                            y en el límite del parque. Pues bien, para 
                            meter la maquinaría y sacar la madera del monte 
                            se ha hecho esa pista de barro que discurre por el 
                            parque hasta la zona en la que se talan los árboles 
                            y para ello se han talado decenas de ejemplares, dejando 
                            el sendero impracticable, ya que si quieres ir por 
                            ahí, te tienes que meter con uniforme y botas 
                            de campaña, de la cantidad de barro que hay. 
                            El único efecto positivo ha sido la eliminación 
                            de las zarzas de las márgenes del sendero que 
                            en ocasiones impedían llegar al lago. 
                             
                              |  |   
                              | Un lago bordea 
                                  el parque. |  El lago al que bordeaba en parte el sendero es un 
                            poco más pequeño que el de la Barquera, 
                            pero tiene en su parte más honda, aproximadamente, 
                            más de doce metros de profundidad y éste, 
                            a diferencia del de la Barquera, tiene muchos peces 
                            de entre 20 y 10 centímetros de longitud de 
                            color rojo y otros peces más grandes, que se 
                            alimentan de los rojos y de los insectos que caen 
                            al agua. Los peces son pescados por muchas personas, 
                            a pesar de que en esa zona no se sabe si se puede 
                            pescar o no, ya que no es coto de pesca ni está 
                            catalogado por la Consejería de Pesca. Es como 
                            si no hubiera ni lago, ni peces y aparte de esto está 
                            mal para pescar por la profundidad del lago y no haber 
                            sitios habilitados para practicar este deporte como 
                            pequeños muelles, ya que para llegar a la orilla 
                            del lago hay que pasar unos metros de fuerte desnivel, 
                            que continúa hasta el agua con lo que los pescadores 
                            tienen que estar en una cuesta en la que si resbalan, 
                            se caen al agua. 
                             
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                              | Otra imagen 
                                  del sendero del parque. |  También destaca la falta de limpieza en la 
                            carretera de acceso, algo que tendría que ser 
                            tanto en la carretera como en el parque inexistente 
                            ya que, por si no se sabe, la mina de Reocín 
                            fue adquirida junto a la Viesca y a todos los terrenos 
                            de AZSA (Asturiana de Zinc S.A.) por el Gobierno de 
                            Cantabria y, casualmente, éste instaló 
                            en las naves de la mina, en la Barquera (a escasos 
                            30 metros del parque y del lago de la Barquera), a 
                            MARE (empresa de residuos de Cantabria), responsable 
                            de la limpieza de las playas, ríos y montes 
                            y la gestión de residuos de toda Cantabria. 
                            Y, casualmente, es también la empresa responsable 
                            de la limpieza y conservación de todo el parque 
                            de la Viesca y su entorno, con lo que el Gobierno 
                            no tiene excusa para no hacer la limpieza del parque. El parque de la Viesca en su conjunto es precioso 
                            y debemos sentirnos privilegiados de tenerlo a menos 
                            de quince minutos de paseo del centro de Torrelavega 
                            y es una verdadera pena que las instituciones y los 
                            ciudadanos lo dejen degradarse, ya que tras el millón 
                            y medio de euros que costaron las obras de recuperación 
                            y restauración medio ambiental del parque, 
                            sería haber tirado todo ese dinero -de todos- 
                            a la basura.   
                             
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