Mi nacimiento 
                            fue inesperado. Yo estaba pensando en las cosas en 
                            las que puede pensar alguien que todavía no 
                            ha nacido cuando, de repente, la temperatura cambió 
                            bruscamente y la luz deslumbró mis grandes 
                            ojos. Pude observar por primera vez mi cuerpo porque, 
                            la verdad, en aquel pequeño lugar donde había 
                            estado hasta ahora no se veía nada.  
                          
                             
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                              'La Mosca', 
                                  película de 1958 dirigida por Kurt Neumann.  | 
                             
                           
                          Tenía seis patas, cosa que 
                            si pude adivinar en el huevo al igual que mis dos 
                            alas. También tenía una pequeña 
                            trompa y unos ojos bastante grandes. Todo aquello 
                            era nuevo para mí. 
                            Decidí abrir los ojos, ya que estaba con ellos 
                            cerrados después de que aquella bocanada de 
                            luz casi me dejara ciega, y lo que ví me extrañó 
                            más aún: era una gran sala con muchos 
                            objetos cada cual de mayor rareza y una especie de 
                            caja con imágenes que aparecían y desaparecían 
                            de vez en cuando.  
                          Una criatura enorme estaba sentada 
                            en una masa marrón que había en medio 
                            de  
                            la habitación. Yo estaba en una pared oscura 
                            metida en un pequeño agujero que había 
                            allí. ¿Qué podía hacer? 
                            pensé, porque claro, ¿que se puede hacer 
                            si estás en un mundo en el que no conoces a 
                            nadie ni sabes nada de él?.  
                            Al final, la curiosidad me pudo y comencé a 
                            mover mis alas. Al instante un zumbido atronador retumbó 
                            en mi oído, pero al rato se convirtió 
                            en un leve y no molesto ruido. Después de haberle 
                            cogido el truco a eso de la aviación, sobrevolé 
                            aquella habitación hasta la única salida 
                            que pude ver.  
                            Me encantaba eso de volar. Cogí mucha velocidad 
                            y de repente... ¡¡Pumm!!!. Menudo golpetazo 
                            me di. No sabía lo que había pasado, 
                            era como si en aquella salida hubiera una barrera 
                            invisible, la cual estaba rodeada de unas maderas 
                            formando un cuadrado (cuando ya llevaba unos días 
                            más de vida logré averiguar que a eso 
                            se le llamaba ventana). Caí al suelo en donde 
                            pude recapacitar y decidir que habría que buscar 
                            otra salida. ¿Tal vez por aquella caja se podría 
                            salir?, y acto seguido probé.  
                          Volaba y volaba contra aquella pantalla 
                            sin obtener ningún resultado. Era algo extraño 
                            e interesante. Unas vibraciones me recorrían 
                            el cuerpo cada vez que tocaba la caja y me erizaban 
                            los pocos pelos que tenía. Ese entretenimiento 
                            acabó pronto cuando sentí un dolor fortísimo 
                            en la cabeza y caí al suelo. Estaba  
                            desconcertada al mismo tiempo que podía notar 
                            cómo mi cerebro daba vueltas y  
                            vueltas. Sentía algo así como si me 
                            hubiera chocado 100 veces con aquella primera barrera 
                            invisible. Podía observar cómo se abría 
                            una puerta al fondo de la sala y otro humano, éste 
                            con el pelo más largo, entraba en la habitación 
                            y hablaba con su compañero. Yo todavía 
                            estaba aturdida en el suelo, sin saber qué 
                            me pasaba.  
                            Pensaba en vengarme de aquella caja en cuanto me recuperara 
                            de aquel golpetazo, pero me di cuenta de que no había 
                            sido culpa de aquel objeto, sino del humano con el 
                            pelo corto que me había dado con un objeto 
                            rarísimo. Era un palo con una superficie plana 
                            con agujeros. 
                          Ya no me iba a vengar de la televisión, 
                            que así se llamaba la caja tonta aquella, me 
                            pensaba vengar del humano, y ¿cómo?: 
                            zumbando a su alrededor siempre que pudiera, posándome 
                            en su comida para probarla antes que él y, 
                            de vez en cuando, le mordería en el brazo o 
                            en cualquier otra parte de su gigante cuerpo, intentando 
                            por todos los medios hacerle la vida imposible. Había 
                            puesto en peligro mi existencia. 
                           La convivencia con esta familia 
                            humana transcurrió de forma muy placentera, 
                            comí cosas deliciosas, pude volar todo lo que 
                            quise, la temperatura de la casa era muy cálida, 
                            y podía retozar al mismo tiempo que comía 
                            unas bolitas blancas muy pequeñas, hasta para 
                            mí, que eran la alegría de mi vida por 
                            lo que me levantaba todas las mañanas con ganas 
                            de aprovechar todo el día que me quedaba. Vi 
                            cosas muy extrañas. Una de las que más 
                            me sorprendió fue la primera vez que vi al 
                            humano macho hacer lo siguiente: 
                            Estaba sentado en aquella masa marrón que al 
                            principió mencioné, curiosamente llamada 
                            sofá, nombre absurdo, para mi gusto. Aunque 
                            no menos que el nombre que me han puesto a mi, "mosca". 
                            A quién se le puede ocurrir semejante tontería. 
                            Bueno, a lo que iba. Estaba él sentado tranquilamente 
                            en el sofá, cuando se levantó y se fue 
                            a otra pequeña sala que había al final 
                            del pasillo. Se sentó en una silla blanca con 
                            un gran agujero en medio y se puso a leer. ¿Sería 
                            la silla que utilizan para poder leer más tranquilos, 
                            la "silla de leer"?. Y entonces, 
                             
                            cuando ya llevaba un rato allí sentado, se 
                            levantó y se volvió al sofá. 
                            Eso si que es raro. Lo que me asusta a mí es 
                            que aquel olor que despedía la silla me encantaba. 
                             
                            Era como una zarpa que me impulsaba a ir hacia ella, 
                            y claro aquí estoy yo, en la silla blanca aprovechando 
                            que acaba de terminar de leer. 
                             
                           
                           
                          
                             
                               
                                    
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