Una excursión es mucho más que un
autobús y un día de asueto. Nuestros reporteros se han armado
de una cámara de fotos o de vídeo, un "boli" y una
libreta y se han ido a ver mundo.
Reportajes:
Redescubriendo Cantabria
Carta desde Italia
Redescubriendo Cantabria
Por Jénnifer Blanco, Sara González, Belén
Sotelo, Beatriz Tabohada y Carmen García, alumnas de 4º de ESO
del IES Marqués de Santillana.
Los alumnos de la asignatura Conservación del Patrimonio de
Cantabria, que durante el curso han estudiado los aspectos más relevantes
de la región, se trasladaron al Valle de Iguña para ver sobre
el terreno lo aprendido.
En la asignatura Conservación del Patrimonio de Cantabria tratamos
sobre los diferentes aspectos de nuestra Comunidad (geografía física,
climatología, historia, demografía, vocabulario antiguo cántabro,
patrimonio cultural y artístico...).
Es una asignatura muy interesante en la que podemos conocer nuestra región.
Con las actividades que hacemos en clase hemos aprendido a diferenciar
las diferentes comarcas viendo las diferencias de clima, orografía,
vegetación, densidad de población y vías de comunicación.
También hemos hecho una salida al Valle de Iguña donde hemos
podido comprobar todo lo que habíamos visto durante el curso.
En primer lugar fuimos a ver una casa del año1863. Era una casona,
vivienda típica montañesa.
En el primer piso estaba la cocina, uno de los espacios más grandes,
donde la antigua cocina de carbón ha sido sustituida por una más
moderna. Igualmente había una pequeña habitación, llamada
el cuarto del peregrino, y debajo de la escalera un pequeño hueco
que hace de armario.
En la segunda planta hay una sala, que es el espacio habitable más
grande de la casa y dos habitaciones.
Arriba había una buhardilla.
Visita a la cuadra y la huerta
Fuimos a la cuadra de un vecino del pueblo, es pequeña y en ella
se pueden guardar seis o siete vacas.
Luego fuimos a su casa y nos enseñó su huerto, allí
tenía árboles frutales: higueras, ciruelos, manzanos, y una
parra entre otros.
También había patatas, lechugas, cebollas.
El cultivo y recolección de estos frutos les permiten autoabastecerse.
Y como motivo decorativo había rosales y otras flores y otros tipos
de árboles.
Pudimos comprobar como el huerto, junto a la producción de carne
de su ganado, les permiten subsistir almacenando todos los productos en
congeladores para su posterior abastecimiento.
A la salida del huerto vimos un antiguo molino de harina cercano
a la estación de tren, ya que traían el trigo desde Castilla
y le bajaban desde la estación hasta el molino y cuando ya estaba
molido le volvían de regreso en el mismo tren.
Este molino funcionaba con la energía hidráulica del río,
en el que habían hecho un canal para aprovechar la fuerza del mismo.
En dicho canal también producían electricidad para la fábrica
de leche cercana, y actualmente la electricidad sobrante es vendida a Viesgo.
Y por último vimos un animal muy valorado actualmente, ya que
está en grave peligro de extinción, el burro, hembra en este
caso, que tradicionalmente servía como animal de carga para transportar
los carros.
La casa también tiene una cuadra, un pajar y una huerta. La cuadra
y el pajar actualmente no tienen el uso que tenían de antes. Asimismo,
la huerta ya no está dedicada al cultivo si no que ha sido transformada
en jardín
Alto de 'La Panda'
Después subimos en coche a un monte cercano llamado La Panda.
Allí había muchas tudancas. Debido a la escasez de éstas,
y a que es una raza autóctona, te dan subvenciones para mantenerlas
y conseguir que no se extingan.
Luego hicimos una parada para contemplar las bonitas vistas del Valle de
Iguña. Cuándo bajábamos vimos una portilla canadiense,
que son unas rejillas incrustadas en el suelo para que las vacas se asusten
y no pasen.
Iglesias
En el Valle de Iguña vimos dos iglesias.
La primera iglesia estaba en Helecha. A esa iglesia pudimos entrar. Su tamaño
era bastante pequeño, es de estilo Románico del siglo X y
su ábside era de estilo mozárabe, del siglo IX.
Tenía una línea de imposta de ajedrezado de taco, y uno de
los capiteles del ábside tuvo que ser reconstruido, ya que el arco
no podía soportar el peso de la cúpula de cuarto de esfera.
La segunda iglesia estaba en Silió. En esta no pudimos entrar,
lo único que pudimos ver fueron los capiteles tallados que había
en el exterior con motivos de formas humanas. Esta iglesia es románica.
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