Nº37. Marzo. 2003.
|
|
|
... ciudad, mi pueblo, mi barrio... el entorno geográfico,
social y humano de cada centro visto por sus alumnos. Reportajes para conocer
el medio en el que cada escuela o instituto desarrolla su labor educativa.
Reportajes:
Cuando el tiempo se complica
Alceda, a orillas del Pas
Cuando el tiempo se complica
Por Almudena Alonso, María Alonso, Yolanda Calle,
Aurora Cuevas, Sara González, Alberto García, A. García
e Iván Lombraña, alumnos del IES Jesús de Monasterio.
La nieve caída este invierno en los pueblos de montaña
de la región ha alterado, como todos los años, el ritmo habitual
de sus habitantes. Alumnos del instituto Jesús de Monasterio de Potes
nos relatan su experiencia.
1.- El día que cayó la nevada
nos levantamos para ir al instituto pero no pudimos bajar porque no subió
el autobús y nos volvimos a casa, luego hicimos un muñeco
de nieve. Por la tarde nos fuimos a una cuesta a tirarnos con un trineo.
Al día siguiente tampoco pudimos ir a clase e hicimos una guerra
de nieve, acabamos empapados y nos metimos para casa a calentarnos en la
lumbre.
Por la noche cayó una helada muy grande y la nieve se puso muy dura
y cuando amaneció nos dedicamos a quitar la nieve de las calles del
pueblo, estuvimos tres días quitando el hielo y la nieve con las
palas y la sal.
Después de quitar la nieve del pueblo bajamos a la Vega y nos dedicamos
a echar sal y quitar el hielo de la carretera ya que la quitanieves no pasaba
por la carretera el día que paso no había nada más
que un poco en el medio y al pasar lo esparció todo y tuvimos que
ir a quitarlo todo otra vez y como heló, por la noche fuimos a quitar
el hielo para bajar el día siguiente a clase y así pasamos
la nevada.
2.- El primer día solo nevó
12 centímetros. Por la noche volvió a nevar más, con
lo que al día siguiente ya no pudimos bajar a clase por que nos quedamos
incomunicados y tuvimos que ayudar a nuestros padres, todavía nos
quedó tiempo para ir con palas a abrir "huella"
para poder ir a alguna estabulación.
Por la noche helaba mucho, tanto que se congeló el agua de las casas,
estuvimos tres días casi sin agua, las tuberías estaban congeladas
y caía muy poco a poco.
3.- Los días en que cayó la
nevada en Liébana, que comenzó a caer el jueves 16, fueron
diferentes para la rutina que por aquí solemos tener.
Cuando comenzó a nevar estaba en clase con mis compañeros.
Todos, incluido algún que otro profesor, mirábamos anonadados
el bonito paisaje que nuestros ojos contemplaban.
En invierno es común que nieve pero esta vez, al hacer un fuerte
viento, en poco tiempo el paisaje se puso blanco, algunos de mis compañeros
se marcharon para casa temiendo que luego no tuvieran medio de transporte
que les llevase a su hogar. Actuaron correctamente puesto que el viernes
17 amaneció completamente nevado.
Yo, que soy de Potes, me abrigué en condiciones y fui a clase. El
instituto estaba prácticamente desierto puesto que los transportes
escolares no pudieron recoger a los alumnos por el fuerte temporal y el
mal estado de las carreteras.
El fin de semana fue muy alegre puesto que no nevaba pero todas las calles
y lugares estaban blancos, fue un fin de semana en el cual la gente sacó
los trineos, hicieron muñecos de nieve e, incluso, guerras de bolas
de nieve; para la juventud fue un fin de semana diferente. En cambio los
adultos lo veían desde otra perspectiva, muchos de ellos se quedaron
en los pueblos incomunicados sin poder ir a trabajar.
Lo mejor de todo y más bonito es que seguramente muchas familias
lebaniegas se reunieron al lado de la chimenea de su casa a contar historias
y recordar viejos tiempos.
Aurora Cuevas
4.- Los primeros días de la nieve
estuve en Potes y el jueves me tuve que subir a casa porque nevaba mucho.
El viernes ya estaba todo tapado y los coches no podían moverse.
El sábado, como ya había helado, pudimos ir a esquiar.
El día siguiente me fui con mis amigos a dar una vuelta con los esquís.
El lunes teníamos que bajar a clase pero, como el domingo subió
la quitanieves, la carretera estaba helada y bajamos por la tarde.
5.- El sábado que empezó a
nevar cayeron unos 10 centímetros y siguió hasta alcanzar
los 25.
El lunes el autobús no pudo circular la nieve que había. Por
la tarde quedé con unos amigos del mismo ayuntamiento para divertirnos
un poco y tirarnos por la nieve.
Por la tarde pasó la quitanieves, pero lo malo es que dejó
una capa de unos 2 ó 3 centímetros y era muy peligroso transitar.
6.- La nevada más grande de este año
tuvo lugar durante los días10, 11 y 12 de enero.
Estos días son tranquilos, aunque a la vez son divertidos. Pasas
más tiempo que nunca con la familia, juegas, ríes, discutes,
duermes, te da tiempo a hacer de todo.
El viernes 10 me levanté y al abrir la ventana vi que nevaba, desayunas
en familia lo típico de estas ocasiones chocolate bien caliente y
frisuelos, luego nos abrigamos y ¡a pisar nieve! ¡a hacer un
muñeco de nieve hasta la hora de comer.
Para comer hizo mi madre un cocido lebaniego con su sopa sus garbanzos,
relleno, carne, esto es el mejor manjar para un día tan frío.
Después sesión de tele y cartas todos juntos al lado del fuego.
Ya es la hora de cenar, chorizo asado a la lumbre con pan casero y a la
cama.
El sábado 11 todo cambió, ya casi no hay nieve y empieza
a llover y la nieve se empieza a ir. Todo vuelve a la normalidad, llega
la noche la gente sale de fiesta, aunque la de los pueblos bajos, porque
en los pueblos altos todavía hay bastante nieve.
El domingo 12, aquí en mi pueblo, Turieno, todo es normal no hay
nieve, todo el mundo va a pasear, habla del frío que hace, lo bien
que viene la nieve para que se retrasen los árboles.
La gente mayor cuenta que antes caían nevadas mucho mas grandes que
ahora, recuerdan anécdotas y se ríen, los niños guardan
sus trineos y sacan las bicis de nuevo.
Se empieza a oscurecer, todo el mundo se recoge en sus casa. Los niños
se preparan para ir a clase mientras los mayores dan de cenar a las vacas,
recogen los ovejas y cierran las gallinas.
Ya todo volvió o la normalidad, ahora a dormir y mañana cada
uno a sus obligaciones.
Almudena Antón
7.- El sábado 1 de febrero nos levantamos
,y al mirar la calle, nos sorprendimos al observar que nuestros paisajes
se habían cubierto con un manto blanco, lo que nos causó una
gran satisfacción porque cuando esto ocurre todos sabemos que será
un día familiar. Todos en casa alrededor de la chimenea, contando
anécdotas de anteriores nevadas y las familias aprovecharán
para hablar y descansar de sus atareados trabajos. La juventud se ilusiona
al ver el hermoso paisaje que les aporta tanta luminosidad y tanta ilusión,
porque rompe la absurda monotonía que los rodea a los habitantes
de esta zona, pero como todo, esta imagen de los picos nevados, poco a poco,
y como es lógico, se va derritiendo hasta volver a tener la imagen
actual.
María Alonso
8.- En la última
nevada nos quedamos incomunicados mi familia y yo. Lo peor eran las heladas
que caían cada noche.
Esta vez nevó algo más que la anterior y por este motivo no
pudimos desplazarnos a ninguna parte.
Recuerdo que esa nieve era de trapo, suave, que apenas mojaba, pero cuando
me levanté a la mañana siguiente la nieve pesaba y estaba
muy dura.
La gente del pueblo apenas salía de sus casas, solamente para echar
más leña al fuego.
Todo estaba desértico, como si no hubiera vida, los animales estaban
refugiados, a salvo del frio.
Por fin, a los cuatro o cinco días, el deshielo produjo las grandes
riadas que hacían surcos entre la tierra, llevándose consigo
pedacitos de nieve y hielo.
Al fin salio la gente y todo volvió a su estado natural, cada familia
volvió a sus obligaciones de cada día, y mi familia y yo también.
En cuanto dejó de helar por fin fui al instituto y volví a
mis quehaceres, con mis amigos etc.
.
|