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Esta es una sección abierta a cualquier información que suponga un nuevo avance o una ampliación de conocimientos. ¿Sabías que...? Un marino ilustrado
Descubrimos la figura del almirante cántabro José Joaquín Bustamante y Guerra. Con tan solo once años surgió su pasión por el mar, una relación que le llevó a compartir una importante expedición náutico-científica con Malaspina y le proporcionó las más importantes distinciones. José Joaquín Bustamante y Guerra nació en la
localidad cántabra de Ontaneda el 1 de abril de 1759, hijo de Joaquín
Antonio Bustamante y Rueda, nacido en Alceda, y de su tercera esposa Clara
Ignacia de la Guerra, nacida en Santander en 1714. Primeros viajes Ingresó José Joaquín en la marinas de guerra, sentando plaza de Guardiamarina en el Departamento Naval de Cádiz en l770, es decir con once años. Al finalizar sus estudios sirvió en distintos buques de la armada, tanto en Cádiz como en el Departamento Naval de Cartagena. Asciende a alférez de fragata en el 1774. Fue destinado a las Islas Filipinas, a donde viajó como oficial de la Urca Santa Inés (la Urca era un barco que desplazaba aproximadamente 100 toneladas). A su regreso a España, después de cumplir su mando en las Filipinas, su barco es apresado por un Navío Ingles (Navío y Navío de Alto Bordo eran los barcos de guerra más grandes del siglo XVIII y los mejor armados) tanto él como su tripulación fueron enviados a Cork como prisioneros de guerra. Restablecido de sus heridas y efectuado un canje de prisioneros, regresa a España donde es ascendido. Corre el año 1780 cuando solicita y obtiene un mando en la flota del Almirante Luis de Córdova, encargado del bloqueo de la plaza de Gibraltar, embarcando como oficial en el navío Triunfador. Asiste a la batalla naval habida entre la flota española y la Inglesa al Mando de Lord Howe, el día 20 de octubre de l782 en las proximidades del estrecho. (Lord Howe tiene un hermano, general del ejercito ingles en las colonias americanas en plena revolución o guerra de la Independencia que se hace famoso por haber derrotado a las milicias americanas en la batalla de Bunker Hill cerca de Boston, Massachussets) Expedición con Malaspina Sale Bustamante y Guerra otra vez a la mar, esta vez hacia el Virreinato
de Nueva España, a su puerto en el golfo que se llama Veracruz,
sale como oficial de ordenes de la flota. Las corbetas serán la Atrevida, que lleva como comandante y segundo de la expedición a José Joaquín Bustamante y Guerra, y la Descubierta, cuyo comandante fue el propio Malaspina. Las características de ambas corbetas fueron:
Las dotaciones de las dos corbetas se cifraron en 202 hombres cada una, incluidos hasta el último grumete y todo el personal científico. Ni que decir que en su construcción se emplearon los mejores carpinteros de ribera y las técnicas más avanzadas siguiendo los planos del brigadier ingeniero del Arsenal Antonio Muñoz. Las corbetas 'Atrevida' y 'Descubierta'. Realizáronse todas pruebas de mar necesarias, dando por resultado unas magníficas corbetas que habrían de tener ocasión de probar, su perfecta construcción y sus cualidades marineras, durante los próximos 62 meses que pasarían en la mar. Corre el año 1789 y en la pleamar del día 30 de julio salen hacia su periplo las dos corbetas, sólo 17 días después de la toma de la Bastilla que daría comienzo a la Revolución Francesa. Pasan ambas naves cerca de la isla de Tenerife y desde las proximidades de su costa se encargan de corregir el error del capitán Cook, siendo las mediciones de las corbetas 10 grados 24 minutos,16.6 segundos oeste de San Fernando Cádiz, habiendo sido las de Cook 10 grados 43 minutos 00 Continúan viaje rumbo a Montevideo, pasando cerca de la isla de la Ascensión, pero sin fondear en su rada; sigue la singladura hasta su llegada a Montevideo lo cual hacen un 20 de septiembre, 52 días de su salida de España. En la propia ciudad montan el laboratorio que ha de ser una constante cada vez que las corbetas llegan a puerto, es decir se convierte en una rutina, pues ese es el cometido de la expedición. Desde esta base de operaciones, se reconocerá todo el estuario del Mar de la Plata, la parte norte del río lo hará el propio Malaspina, quien reconocerá con su equipo hasta 350 leguas del interior en lo que hoy podríamos considerar Uruguay. La parte sur del estuario hasta el cabo de San Antonio la recorrerá Bustamante con equipo realizando la correspondiente cartografía de la zona. Esta última tiene que hacerse por mar dado que la costa es sumamente pantanosa. Desde que se monta el laboratorio a su llegada a Montevideo hasta que salen habrán transcurridos 47 días, lo que se realiza con la cooperación de los destacamentos de la Armada sitos tanto en Montevideo como en Buenos Aires. Las instrucciones al Virrey habían sido muy concretas y la misión tanto de La Descubierta como de La Atrevida eran de primordial importancia para el Gobierno. Rumbo a Puerto Deseado Zarpan ambas corbetas con rumbo a Puerto Deseado, realizando al mismo
tiempo las observaciones sobre las incidencias de la costa, realizando nuevas
cartas geográficas etc. Llegan a esa latitud el día 3 de diciembre,
esto lo hacen sin contratiempo alguno de acuerdo a lo que se lee en el Diario
de Navegación del teniente de navío Antonio Tova Arredondo,
segundo comandante de la Atrevida, también montañés,
de Ruesga. Larga anclas la expedición el día 14 con rumbo
a las Islas Malvinas, donde llegan sin percance alguno. La corbeta 'Atrevida' navegando entre bancos de hielo. Dejan las dos corbetas aguas continentales para dirigirse hacia las posesiones
españolas en el Océano Pacifico, hacia las Islas Marianas
(puerto de Humatac). Desde este atracadero, donde los misioneros Jesuítas
prestaron toda la atención debida a la expedición, esta zarpó
rumbo a Plapa o Ibabao, desde allí hasta Sorsogon en ruta hacia Manila
visitan las grandes islas del archipiélago y la Atrevida llega
hasta Macao, se incorpora de nuevo a la Descubierta y juntas levan
anclas hacia el Pacífico recorriendo las Islas Solomón, Nuevas
Hebridas y Nueva Caledonia dirigiéndose hacia Nueva Zelanda incluso
parte de la Costa Australiana.; desde allí a la isla de Vavao, de
la que toma posesión Malaspina en nombre del Rey de España.
De allí al puerto peruano del Callao, Cabo de Hornos y finalmente
arriban a Montevideo de donde salen esta vez escoltadas las corbetas por
un convoy. España e Inglaterra habían declarado la guerra
a Francia. Ascensos y consejos de guerra Sigamos la trayectoria de José Joaquín Bustamante y Guerra, quien durante su ausencia había sido ascendido a capitán de Navío en el 91 y brigadier en el 95. En el año 96 se le confía el gobierno militar y político del Uruguay, aparte de la comandancia del apostadero de la Armada. La labor que realiza este montañés en su nuevo destino es algo digno de encomio en todos los sentidos y es una revelación todavía mayor de la capacidad de este marino. Su labor de acuerdo a su propia hoja de servicios merece todo tipo de elogio. Cuando regresa a España al mando de una escuadrilla de cuatro fragatas, cuyos nombres fueron Madea, Clara, Fama y Mercedes, se encuentra con una flotilla de la armada inglesa (pese a estar en paz ambas potencias, España e Inglaterra); esta flota le ataca y consigue destruir la Mercedes y obliga a Bustamante a rendirse, se les hace prisioneros y se les traslada a Inglaterra y con ello el botín que llevaban en sus bodegas, entre otras cosas 4.736.153 pesos de plata. De regreso a España es sometido a un Consejo de Guerra del cual sale absuelto y en 1807 se le nombra vocal de la Junta de Fortificaciones y Defensa de las Indias. Comienza la Guerra de la Independencia. Los ejércitos Franceses habían ocupado España y el Rey José Bonaparte (hermano de Napoleón) le exigió juramento de fidelidad a Bustamante, quien se negó terminantemente, presentándose de inmediato a la Junta Central de defensa la cual, en recompensa por su lealtad, le nombra teniente general. Conociendo su capacidad de mando y organización se le nombra Presidente de la Audiencia de Charcas y de Cuzco, sin que tenga ocasión de ocupar dichos puestos, porque es nombrado capitán general de Guatemala, cargo del que toma posesión en1811. Fue su actuación en este puesto también digna y valiente en todos los aspectos, además de demostrar una vez más su fidelidad acrisolada hacia la Corona. Es durante ese periodo cuando el grita de independencia comienza a sonar y con su actitud logra evitar cualquier tipo de sublevación, no solamente de elementos guatemaltecos, sino también algunos grupos que llegan desde el vecino Salvador. Terminado su periodo de mando en esta Capitanía General regresa a España, donde ocupa su antiguo puesto en la Junta de Defensa , siendo condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica y también la de San Hermenegildo. Desde l820 a 1822 ocupa interinamente la Dirección General de
la Armada y en la Junta de Expediciones a América. Fallece en Madrid
en 1824. Casualidades del destino Conocemos que José Joaquín es montañés, que nació en Ontaneda, que su madre se apellida de la Guerra y es nieta de Álvaro de la Guerra y Vega, señor de la Torre de Ibio (en esa fecha parte del Real Valle de Cabezón de la Sal, hoy corresponde al Ayuntamiento de Mazcuerras) Pues bien, durante la conquista de las Islas Canarias destaca un Lope Fernández de la Reguera, capitán al servicio de los Reyes Católicos, natural de Cabezón de la Sal, hijo de Sancho Fernández de la Reguera y de Inés de la Guerra, hija a su vez de Juan Vega de la Guerra y de su mujer Catalina de Salazar, señores de la Casa y Solar de la Guerra. A Lope Fernández de la Reguera le concede el Emperador Carlos I el Valle de Fernández de la Reguera y Guerra en la Isla de Tenerife. Le concede también la Orden de Calatrava. En los años cincuenta la Armada recibe la orden de construir dos corbetas, estas se construyen en el Arsenal Militar de Cartagena. Sus nombres la Atrevida y la Descubierta. Su comandante de quilla don Félix Fernández de la Reguera y Yusty, quien posteriormente es nombrado comandante de la Atrevida al ser ésta entregada a la flota. Félix Fernández de la Reguera y Yusty llega a vicealmirante de la Armada, que duda cabe, que es oriundo de Cabezón de la Sal, donde todavía existe la casa Solariega de los Fernández de la Reguera en el Barrio de la Cagiga, la Torre del Escudo de Cabezón de la Sal es la Torre de los Fernández de la Reguera. Solía veranear en Sopeña de Cabuérniga, donde también existe un solar de los Fernández de la Reguera, llamado Serna María. Félix Fernández de la Reguera y Yusty, vicealmirante de la Armada, era tío carnal mío.
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