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Trabajos: Poemas
Aquel maldito día Cómo sufrí al perderte aquella noche, mi corazón se partió en dos, no pude despedirme, ni pude perseguirte, te fuiste sin decir siquiera adiós. lo que ocurrió por siempre nos alejó, no volveré a tenerte, ni volveré a perderte, con el tuyo se paró mi corazón. si se lo propuso, lo consiguió, el quiso separarnos, y así lo ideó, sin mentiras, ni trampas, sin engaños, ni desamores, sólo le hizo falta un chico ahogado en sus penas, que se refugió en el alcohol, y regresando a su casa, contra tu coche se estrelló, quitándote a ti la vida, robándome a mi el amor. Rompiendo todos nuestros sueños, causándome un gran dolor. Desde hace meses no me pregunto otra cosa, quizás, si sea verdad que existe el paraíso, ahora es lo que me gustaría creer, pensar que volveré a verte, y a tocar tu suave piel aunque tendré que resignarme, y seguir soñando que te encontraré, en esa vida que hay después.
Con tus ojos ojerosos, Querido amigo,
Océano de dolor El suave murmullo de la gente, esa deleitante cantinela que te puede adormecer incluso. Miles de conversaciones, miles de vidas, que desconocidas e ignoradas tampoco importan mucho. parece resbalar una gota cristalina, como en la ventana tras una tormenta. por la faz blanquecina y translúcida, no resbala sino por tu corazón. Lágrimas, mares de lágrimas, volcadas intentando salir, aprisionadas continuamente por barreras infranqueables. escritos del alma desean liberar ese mar no pudiendo sino enjugarse. Ahogándose de nuevo en el que por maldito tenemos. el océano del dolor, aún en lo inmenso de su nombre, somos poseedores de su inmensidad, pudiendo alcanzar la imperiosa grandeza de todos. contenidos por una persona, que pueden ser su cárcel o su salvación. Otras veces se dejan llevar por la inmensidad del hombre.
Sin título Dulces estrellas en el velo de obscuridad. Burlonas, desafiantes... observando lo inalcanzable. Inalcanzable para mí, inalcanzable para ellos, inalcanzable para todos. extraño, incongruente. Resbalando ligeramente por tu rostro, por el mío. Te arrastras en tus súplicas, llenas de preguntas. ¿Por qué no alcanzaros puedo? ¿Por qué vuestro mundo no me es permitido? ¿Por qué el deleite de mi alma es llegar a besaros? ¡Adiós! Es mi humilde despedida. odiosa en su espera, aborrecida en mi alma. Brillantes y frías en vuestro anhelante descaro, no correspondéis sino con vuestra belleza.
Recuerdo Recuerdo aquella mirada que a todos nos llenaba. Recuerdo aquella alegría que a todos nos invadía. Recuerdo aquellas noches en las que no salían los reproches. que siempre desafiaba al destino. Pero esa tarde de nada sirvió, aquella valentía te la jugó. Ahora los recuerdos son otros sólo tenemos corazones rotos. tristes y desconsoladas Recuerdo una alegría, pero no puedo sentirla. Recuerdo esas noches ahora llenas de rencores. que me enseñó tantos caminos.
Duros recuerdos que marcan intencionalmente el corazón, angustias, muero yo.
Amor imposible Ya sé que nos queremos, pero por nuestros padres ni siquiera vernos podemos. cuando rozas mi cara, mis labios, y me mimas, que todo desaparece: Tiempo, lugar y gente. ¿Dónde estás? No te encuentro. Si supieras... ¡Cuánto te echo de menos! es como un árbol sin hojas, un libro sin páginas y, sin alas, una mariposa. Porque tú eres lo esencial, mi mayor alegría, y sin ti, en la soledad yo estaría hundida. No sé si lo podré superar y aunque no podamos vernos más ya, puedes cerciorarte de que nunca te podré olvidar.
Pinta huellas en mi cuerpo hoy se las lleva el viento helado y frío que con la almohada frágil provocamos. Y las dulces caricias de sus golpes procuran irritar las pieles tersas que recubren sin cesar nuestras almas. sus muelles pintan huellas en mi cuerpo, y la colcha hace esto más llevadero, con fuerza me apodero de sus plumas, porque la vida se desprende de mí. para mostrarme una cara aplastada como si de un retrato se tratase. Con lágrimas de cristal esculpidas, insiste en que bese un cortante espejo. el cual, reza para que al fin me vaya, que lo limpie y no deje ningún rastro. No tengo agallas para abandonarle "algún día sé que me tratarás bien", es lo que mi cabeza me repite, aunque me arrincona en la misma pared. mi pelo sólo pretende escaparse, mis uñas luchan por arañar algo, y sólo rasgan mi pecho y mi nombre. la venganza ha desbordado mi mente, la sangre que ahora se vierte no es mía, así sabrás que te querré por siempre. | ||