Nº27. Julio. 2001.
 

Sección en la que los alumnos de primaria publicarán todos sus reportajes: salidas de centros, entrevistas....



Reportajes

Rutas y talleres en Polientes
En la montaña: Salida a los Picos de Europa del Mata Linares
Descubriendo Fuente Dé y Espinama: Excursión fin de curso del Cisneros

 

 

 

 

 


Rutas y talleres en Polientes
Por Ana Muñoz del Álamo, Eva Díaz, alumnas de Educación Primaria del Colegio Fernando de los Ríos

Dos alumnas del Colegio Fernando de los Ríos nos cuentan su estancia en el Centro Medioambiental de Polientes en el que han aprendido las técnicas de fabricación de jabones, velas y yogures. También, junto a sus compañeros, se han ido de ruta por los pueblos de Rocamundo y Rebollar y, con valentía, han entrado en la cueva de Orbaneja del Castillo.

 

Centro Medioambiental de Polientes
Las marchas
Los Talleres

 

 

 

 

 


Centro Medioambiental de Polientes

Un buen día los alumnos de 5° y 6° partimos hacia Polientes, en autobús desde el Colegio. En el viaje pusieron música de Paulina Rubio, La Oreja de Van Gogh y Estopa. Cuando llegamos cogimos las bolsas y entramos en el Centro Medioambiental. Nos sentamos junto a las escaleras de un gran salón. Allí nos explicaron lo que íbamos a hacer durante la semana (a qué hora nos levantaríamos, comeríamos...), también nos dijeron cómo había que entrar en el comedor y todo el lío de las bandejas.

Cuando terminaron de explicar nos fueron llamando para colocar las habitaciones. Luego nos dieron tiempo para colocar la ropa en los armarios. Más tarde bajamos al salón a hacer un juego con el otro colegio (Castro Urdiales) para conocernos mejor. Jugamos un rato a los futbolines y después salimos a jugar un partido de fútbol con el otro colegio. Perdimos, aunque hubo algún problema que otro. Sonó la sirena y fuimos a comer. Las cocineras eran bastante simpáticas. Después de comer teníamos tiempo libre; estuvimos en los futbolines y en el parque.

A las 16,30 teníamos un taller y a las 18,15 otro. Luego, tiempo libre hasta la hora de cenar, a las 21,00. A continuación, pasábamos al salón, allí nos explicaban un juego y jugábamos, después íbamos al cine a ver una película de vídeo. Y a dormir.

Nos levantábamos a las 8,00, supuestamente con música, digo supuestamente porque la ponían bajísima y casi no se oía nada. Había unas chicas que nos ayudaban a hacer las camas que también eran bastante simpáticas. Nos íbamos a duchar, nos vestíamos y a las 9,15 bajábamos a desayunar.

A las 10,00 íbamos de marcha, luego había tiempo libre. Y por la tarde igual que el día anterior, así iban transcurriendo los días.
La última noche hubo discoteca, pero antes hicimos una réplica de “Furor”, nos lo pasamos muy bien, pero los del otro colegio se pusieron a llorar por no se qué rollo y de repente casi todos empezaron a llorar.

Al día siguiente, todos con las ojeras bien puestas debajo de los ojos, hicimos las maletas. Por la tarde bajamos al pueblo a comprar golosinas, a las 19,00 todos estábamos en los autobuses ansiosos de llegar a casa para ver a nuestra gente, pero con pena de perder aquellos ratos de la semana en el Centro Medioambiental de Polientes.

Ana Muñoz del Álamo

 


Las Marchas

Ha sido la primera vez que he ido a este campamento, me lo pasé muy bien, pero lo que más me ha gustado han sido las marchas. La que más me gustó fue la ruta de los pueblos, visitamos muchos pueblos:

  • Rocamundo: En ese pueblo vimos las casas y las examinamos, luego nos contaron la leyenda de la fuente la de que todo aquel que beba en Jueves de esa fuente, ligará.
  • Rebollar: Desde ese pueblo vimos todos los pueblos que había por los alrededores. Esos dos fueron los pueblos que más me gustaron, pero también visitamos Campillo, y vimos la ermita rupestre.

Otro día hicimos la ruta del río, en esa ruta vimos huellas de corzo, teníamos que ver de qué animal eran, también hicimos un juicio del río de cómo le han cambiado, si nos gustaba más antes o ahora, también vimos el río como llegaba a la depuradora, también hicimos un juego por parejas de buscar hojas diferentes.

Y.... la última ruta que hicimos fue subir al páramo, en esa ruta entramos en cueva de Orbaneja del Castillo, cada vez que subíamos más se veía como el pueblo estaba amontonado entero, cuando subimos arriba vimos piel de oveja que se le había enganchado en un arbusto.

Todas estas rutas las hicimos por la mañana, fueron duras pero muy bonitas, además disfrutamos de la naturaleza de allí.

Eva Díaz