Febrero llegó con todas las alertas ante el anuncio de una ola de frío y con la resaca de fuertes lluvias que desbordaron varios ríos en Cantabria y en el resto de España. Los pronósticos se cumplieron y la nieve paralizó la actividad en numerosos puntos de la región.

Un operario retira la nieve en la entrada del IES Monteclaros.

La ola de frío aisló a Cantabria de la Meseta. La nieve impidió la salida de la región por Palencia, tanto por carretera como por tren. Numerosos barrios y pequeños pueblos quedaron incomunicados. Los Valles Pasiegos, Liébana y la comarca campurriana fueron las zonas más afectadas.

Con dificultad, se pudo acceder en coche al instituto de Reinosa.

Las nieve también impidió el acceso a las aulas de cerca de 5.000 estudiantes de una veintena de colegios e institutos, que se vieron obligados a cerrar. El transporte escolar tuvo que suspenderse en muchos de estos casos.

La nieve llegó a tapar los coches en Reinosa.

Entre los centros afectados figuran las escuelas infantiles de Alfoz de Lloredo, Bárcena de Pie de Concha, Potes o Casar de Periedo; los colegios públicos de Luena, Mazcuerras, Treceño, Polientes, San Pedro del Romeral o Liérganes.

Exterior del IES Valle del Saja, en Cabezón de la Sal.

En cuanto a los institutos, los que se vieron obligados a suspender las clases fueron el Santa Cruz de Castañeda y el Vega de Toranzo, situado en Corvera de Toranzo.