Con motivo de la Semana Cultural, el día 9 
                            de abril la compañía de teatro Quasar 
                            Teatro representó en nuestro centro la obra 
                            'El año de Ricardo'. A la representación 
                            asistimos los alumnos de primero y segundo de Bachillerato 
                            del instituto. La obra representada fue una adaptación 
                            de la obra escrita por Angélica Liddell en 
                            el año 2008. 
                          
                             
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                                  año de Ricardo' de la compañía 
                                  Quasar teatro.  | 
                             
                           
                          Angélica 
                            Liddell es una escritora, directora de escena y actriz 
                            española nacida en Figueras, Gerona, en 1966. 
                            Está licenciada en Psicología y Arte 
                            Dramático y ha sido galardonada en varias ocasiones 
                            (destaca el Premio Nacional de Literatura Dramática 
                            en 2012). En 1993 fundó, junto a Gumersindo 
                            Puche, Atra Bilis, una compañía de teatro. 
                            Angélica Liddell ha escrito narrativa y poesía, 
                            aunque destaca como dramaturga. Sus obras han sido 
                            llevadas a escena en diversos países de Europa 
                            y América. Sus obras, al igual que sus actuaciones, 
                            son muy radicales, tremendamente provocadoras y que 
                            no dejan indiferente a nadie. 
                          Quasar Teatro, 
                            por su parte, es una compañía pequeña 
                            formada por un número reducido de personas, 
                            que surgió desde el deseo de crear un grupo 
                            capaz de desarrollar un estilo de trabajo personal 
                            y libre. En sus representaciones, esta compañía 
                            tiene como objetivo despertar la conciencia del espectador, 
                            alentar sus deseos. Quasar crea y propone espectáculos 
                            para todos los públicos y colabora en proyectos 
                            docentes en escuelas y organismos públicos 
                            y privados. 
                          'El año 
                            de Ricardo' es un monólogo. Quasar representó 
                            una adaptación del texto original de Angélica 
                            Liddell, que está inspirado en el 'Ricardo 
                            III' de Shakespeare. Angélica Liddell suele 
                            representar su obra de manera extravagante y grotesca, 
                            y el espectáculo dura varias horas. La representación 
                            de Quasar dura aproximadamente una hora. La obra consiste 
                            en un texto, un discurso político, y la puesta 
                            en escena es bastante sencilla: no hay ningún 
                            decorado especial, simplemente un atril en el que 
                            la actriz, vestida de traje y corbata, apoya las hojas 
                            en las que tiene escrito el discurso. El texto tiene 
                            mucha carga ideológica y política. En 
                            él se critica y denuncia todo aquello que va 
                            en contra de la libertad del ser humano, como los 
                            totalitarismos.  
                          La charla del 
                            insaciable Ricardo resulta machacona y te deja, a 
                            veces, sin aliento; apenas si te permite dar un respiro. 
                            Pero de eso se trata, de que el lenguaje esté 
                            a la altura de las pasiones humanas, de abrumar al 
                            espectador con una crítica feroz del poder, 
                            de su lógica y su palabrería constante, 
                            que no suele dejar espacio para la meditación, 
                            para poder dar vueltas a un discurso que se nos queda 
                            dentro porque se reitera hasta la saciedad. El protagonista 
                            es un monstruo, exhibicionista, cínico y manipulador, 
                            uno de esos poderosos que se valen de la legalidad 
                            para saltarse las leyes, interpretándolas en 
                            su provecho; un individuo cuyos instintos corporales 
                            se convierten en motor de sus acciones. Pero también 
                            hay en esta farsa, y no me parece menos importante, 
                            una defensa de los débiles. Así, el 
                            monólogo pretende ser un revulsivo contra el 
                            adormecimiento de la sociedad, contra la idea del 
                            teatro como un simple entretenimiento sin importancia. 
                             
                          La obra que se nos presentó 
                            permitió, a pesar del desconcierto inicial 
                            provocado por el carácter poco ortodoxo de 
                            la representación, que se viera con evidencia 
                            su tema principal, la inexistencia de escrúpulos 
                            en cuanto a las formas de obtener el poder de quienes 
                            lo ostentan o lo quieren ostentar. Después 
                            de la representación se abrió un pequeño 
                            debate en el mismo salón de actos en el que 
                            los alumnos estaban invitados a dar su opinión 
                            respecto a la obra y a comentar cualquier cosa. 
                          Nos parece una gran obra teatral, 
                            valiente y audaz. La política, o más 
                            bien, la crítica a sistemas políticos 
                            como los totalitarismos y la democracia incluso, están 
                            al orden del día. Es muy interesante cómo 
                            hacen una dura crítica a la política 
                            usando a un político o, más bien, su 
                            discurso político. El hecho de usar un discurso 
                            político para hacer la crítica muestra 
                            perfectamente cómo manipulan a las personas, 
                            la ideología que hay detrás de cada 
                            política, sus intereses. ¿Es una obra 
                            'dura'? No la podemos considerar así, de hecho 
                            es perfecta para hacer que la gente se ponga a pensar 
                            y reflexionar sobre la situación actual en 
                            España y en el mundo en general. Usar un político 
                            para criticar a la propia política es muy inteligente. 
                            En conclusión, el tema del texto es adecuado, 
                            la forma perfecta y la interpretación por parte 
                            de Quasar Teatro, en concreto de Mónica, la 
                            actriz, muy buena. 
                          En conclusión, la autora, 
                            a través de este monólogo de Ricardo, 
                            muestra una actitud crítica con el sistema 
                            político (incluso el democrático), pero 
                            sobre todo parece molesta con la apatía de 
                            la gente, a la que echa en cara su pasividad y su 
                            actitud cómoda, que es la que suele conducir 
                            a las sociedades a echarse en los brazos de gente 
                            como este tirano sin escrúpulos. Su intención 
                            es golpear en la conciencia adormecida de todos nosotros, 
                            lectores o espectadores cómodamente instalados 
                            en nuestras vidas, ajenos e indiferentes a los manejos 
                            de los poderosos, sólo atentos a llenar sus 
                            bolsillos o cuanto menos vivir tranquilamente. Es 
                            una profunda crítica a la insolidaridad y a 
                            la ceguera de la gente.  
                          Debido a este carácter 
                            tan irreverente, el espectador se ve obligado a realizar 
                            un juicio crítico que valore el argumento y 
                            la forma en que este se le ha expuesto. Por ello, 
                            tras asistir a la obra se ha servido la reflexión 
                            sobre la estupidez de la sociedad humana, la cual 
                            se ha dejado y se deja manipular por quienes quieren 
                            alcanzar el poder. Y se reafirma el concepto de que 
                            no se debe de confiar en alguien o en algo solo por 
                            su apariencia externa, sino que hay que mirar cuáles 
                            son sus motivaciones y si esas son las correctas éticamente. 
                              
                            
                          
                             
                               
                                    
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