Hola, somos Álvaro, Paula y Luis y nos gustaría
contar nuestra experiencia en Corconte. Corconte es
un pueblo que está al lado del Valle del Ebro.
En ese pueblo hay un albergue muy bonito en el que
todos los años los niños de 1º
de la ESO van durante tres días a divertirse
sin control.
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¡Qué
divertidos los miniquads! |
Este año a los niños
de 1º de la ESO fuimos del 30 de septiembre al
2 de octubre de 2013. Para mí esos fueron de
los días más trepidantes de mi vida
y tengo 12 años. Fueron tan increíbles
como parecía en el folleto de inscripción.
Cuando llegamos todos estábamos
muy entusiasmados por hacer todas las actividades.
Nos enseñaron el recinto por el que íbamos
a poder estar. Cuando terminamos de comer (por cierto,
la comida estaba riquísima) nos dejaron tiempo
libre en el que podíamos jugar al fútbol
o al ping-pong. Siempre que acababa el tiempo libre
teníamos una actividad programada. La del primer
día fue una rueda con varias actividades: un
rocódromo que era como el edificio de alto;
los miniquads, que para mucha gente fue la mejor actividad
de toda la convivencia, porque era como conducir una
moto de verdad. También había pesca,
un poco aburrida porque solo había dos cañas
y tenías que esperar mucho, y pescar un pez
no es nada fácil porque no son tan inocentes
como para picar, o no tienen hambre y no se comen
el cebo. La tirolina era muy divertida pero tenía
sus consecuencias: que dolía en la barriga.
Por último había tiro con arco, y aviso
que es complicado. Por la noche hicimos el juego de
las banderas, pero si te pillaban tenías que
hacer un "piedra, papel o tijera" y el que
perdía iba a la cárcel.
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El
tiro con arco era más complicado de lo
que parecía. |
Al día siguiente, como hacía
frío desayunamos bien en el albergue e hicimos
una ruta por el bosque y un juego de números
que consistía en adivinar el número
del otro y conseguir los máximos posibles.
Ese día también íbamos a hacer
canoa, pero no pudo ser por el mal tiempo. Así
que por la tarde formamos una carraca de feria. Eso
sí que fue increíble, porque fuimos
nosotros mismos los que creamos todas las atracciones
para jugar. Además, los monitores eran majísimos,
nos trataban muy bien y siempre estaban pendientes
de nosotros. Incluso nos dejaron tirar a los monitores
agua con harina y pintarles la cara. Estuvo graciosísimo.
El último día para
despedirnos por la noche, como era la última,
nos dieron para cenar comida muy rica: pizza, tortilla
de patata, sandwiches... y luego ¡todos a bailar!
Hicimos una discoteca.
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Fueron
días de convivencia inolvidables. |
En esos días nos divertimos
aprendiendo todos juntos muchas cosas: desde la responsabilidad
de que no nos hagan todo a convivir unos con otros,
y con compañeros que algunos de nosotros no
conocíamos de nada, ya que venían nuevos
de otros colegios.
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El
juego de los banderas. |
Estos tres días han sido muy
productivos y el objetivo de que nos conociéramos
mejor desde luego ha funcionado y, cómo no,
esperamos que nuestras tutoras hayan estado a gusto
con nosotros y que ellas también nos hayan
podido conocer (nos hicieron muchas fotos). Al fin
y al cabo, esto lo recordaremos siempre y esperamos
que sirva para tener un buen curso.

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