Ésta es la historia de Quique el pastor. Quique vivía en un pueblo llamado Canquinqui y todas las mañanas llevaba a sus ovejas a la montaña a pastar. De todas las ovejas su favorito era el corderito Quico. Quico era muy mono y muy cariñoso, pero muy travieso.                    

Quique ante un calamar gigante.

Una mañana, mientras las ovejas pastaban, Quico se entretuvo persiguiendo una mariposa y se perdió en el bosque. Cuando Quique se dio cuenta corrió dentro del bosque y vio cómo Quico se acercaba al estanque prohibido, porque dice la leyenda que en ese estanque vive un malvado calamar gigante que se zampa todo lo que pilla.

Quique empezó a llamar a Quico, pero ya era demasiado tarde porque el calamar asomó la cabeza y sus enormes tentáculos y cogió a Quico. Quique le tiraba quesos que llevaba en su zurrón, tuvo suficiente puntería y dio al tentáculo en el que estaba Quico le rescató y el calamar se fue.

Quique le curó las heridas y el corderito aprendió la lección de no alejarse de su amo.