Me parece deleznable que un simple papel impreso pueda tener más importancia que una vida cuyo valor es infinito, simplemente por el hecho de tratarse de un ser humano.

La felicidad como objeto de compra.

Me parece deleznable que el mundo se mueva por ello, todas nuestras acciones y decisiones tienen que tener como fin algo rentable para nuestro bolsillo, algo que nos hace esclavos de nuestra existencia. Nos convertimos entonces en personas simples, infelices y egoístas, sin saber apreciar los momentos que son verdaderamente importantes, como el calor del hogar o de la amistad.

"Es verdad que el dinero no da la felicidad, pero ayuda", dicen muchos. Sin embargo, si esa ayuda fuese en parte sincera o real para todos los habitantes de este mundo no habría ninguna desigualdad ni poderes que nos dividieran en grupos según posibilidades económicas y sociales.

La gente que cree que teniendo dinero se tiene de todo está muy equivocada. Cuando se tiene un gran poder adquisitivo se mira cada mínimo gasto con desconfianza, y uno se preocupa más de la actividad ecónomica realizada que del valor del objeto en sí mismo. Nos centramos en la repercusión social que tendrá y, por tanto, dejamos de ser nosotros mismos, dejamos de "existir".

Puede que esto suene a hipocresía, puede que esto esté escrito en un ordenador mientras podría ser parte de un fragmento de una redacción de algún niño que tenga la suerte de saber escribir. Podría ser la palabra escuchada de algún país africano, hindú o sudamericano; pero ya es un paso que esté escrito en un país como el nuestro.