Era una familia de dinosaurios que vivían en
el Teide. Esta familia vivía con una manada
de quince dinosaurios. Cristina y Dani eran los únicos
dinosaurios pequeñitos de la manada y siempre
estaban haciendo trastadas.
Un día muy caluroso decidieron salir de excursión
al bosque y se encontraron una cueva muy grande y
oscura. Entraron pero como estaba tan oscuro se asustaron
y se escondieron detrás de una grieta. Desde
allí escucharon unos ruidos, y al mirar se
dieron cuenta de que el sonido salía de unos
enormes huevos verduscos que había en la esquina
de la cueva. Estaban tan asombrados que, sin darse
cuenta, se acercaron pensando de quién de los
miembros de su manada serían esos huevos.
Cuando estaban mirando los huevos empezaron a moverse
y empezaron a salirles grietas. Dani y Cristina no
les quitaban el ojo de encima esperando a que salieran
los bebés dinosaurios. Al cabo de cinco minutos
asomó por una grieta una mano muy extraña.
Más tarde de una grieta enorme salió
una horrible cabeza con cresta roja.
Dani y Cristina se asustaron porque aquello no se
parecía a nada de lo que habían visto
hasta entonces. Pero entonces todos los huevos se
rompieron y empezaron a salir bichos que los confundieron
con sus papás y se les echaban encima. Lo peor
vino cuando les intentaron dar besitos y de su boca
salían pequeñas humaradas.
Entonces se fueron corriendo donde sus padres y los
bichos les perseguían y cuando llegaron donde
la manada, todos alucinaban. Pero el jefe enseguida
reconoció que eso traería problemas
porque sabía que eran dragones y que sus padres
se enfadarían, vendrían a buscarlos
y entrarían en conflicto. Pero ellos no sabían
que un dragón que sobrevolaba el cielo lo había
visto todo desde un principio. Por eso cuando descendió
los dinosaurios, asustados, se escondieron, menos
el gran jefe porque su deber era proteger a la manada.
Dialogaron y pronto se pusieron de acuerdo y todo
se solucionó. Desde ese día los dinosaurios
y dragones hicieron una alianza para ayudarse mutuamente.
Y este pacto duró hasta que el meteorito les
extinguió.
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