El
plástico es un derivado del petróleo
que se obtiene por la síntesis de sus polímeros,
de los que el más utilizado es el polietileno,
que es el más simple y a la vez es el plástico
más empleado en el mercado. Actualmente los
plásticos son uno de los elementos más
utilizados por la población, apareciendo en
nuestras vidas constantemente.
Los usos de los plásticos
son muy variados: las bolsas de los supermercados,
envases de alimentos, envases de productos comerciales
(botellas de lejía, aceite o champú),
productos industriales (partes de automóviles),
ordenadores, etc...
Debido a que la materia prima del
plástico es el petróleo, su procedencia
básica es la de los países productores
de petróleo (generalmente incorporados en la
OPEP) y sus precios están influidos por los
diferentes factores que afectan a la demanda de petróleo.
La síntesis de los polímeros plásticos
o la extracción de los componentes combustibles
del petróleo no se produce por lo general en
los países productores de petróleo,
sino en las grandes refinerías de los países
desarrollados tanto de América como de Europa,
Rusia y Japón, en los que el precio de la materia
prima se ve incrementado por el proceso industrial
y su comercialización hasta las industrias
transformadoras.
En la estructura de costes del plástico, el
mayor, y por tanto el de referencia, es el precio
del petróleo, el cual además de determinar
directamente el precio de la materia prima del polímero,
actúa indirectamente tanto sobre el precio
del transporte de esta materia prima como sobre los
costes del proceso de síntesis así como
sobre el transporte del polímero hasta las
industrias transformadoras.
En consecuencia, para homogenizar y facilitar la comparativa
de precios, se determina el precio del polímero
indexado tomando como referencia el precio del petróleo.
El precio del petróleo viene determinado por
diversas situaciones, entre las que se cuenta el equilibrio
entre extracciones de petróleo y demanda del
mismo, situación política y/o económica
de los grandes países productores o consumidores,
nuevos descubrimientos de yacimientos o agotamiento
de explotaciones, catástrofes naturales, especulación
comercial, etc... lo que produce una gran variabilidad
del precio.
En los últimos años, la demanda de petróleo
creció desmesuradamente tanto por el incremento
del consumo de países emergentes como China,
India o Brasil, como por el incremento del consumo
de la sociedades de los países desarrollados,
por lo que el precio ascendió vertiginosamente
hasta alcanzar los 140 dólares por barril,
que descendió bruscamente hasta los 50 dólares
debido al menor consumo inducido por la crisis global
de 2008 y 2009.
La dependencia que la población mundial tiene
del petróleo (al que se le denomina oro negro),
el agotamiento de las reservas, la dificultad para
explotar nuevos yacimientos y los efectos que produce
en la economía mundial, unido a los desfavorables
efectos de su utilización como combustible
sobre la atmósfera del planeta en la que produce
un calentamiento y su correspondiente cambio climático
además de lluvia ácida y la correspondiente
deforestación, han llevado a los países
desarrollados a buscar alternativas al petróleo,
tanto en su vertiente energética como química.
El sector del plástico ha
ido creciendo paulatinamente en los últimos
años con un promedio del 8% desde el año
2002. Las mayores subidas se observan entre los años
2005 y 2006, donde el consumo aumentó un 9%,
debido a que muchas empresas incorporaban el plástico
en su producción de bienes.
En esos años las empresas
dedicadas al sector plástico "despegaron"
y el sector pasó de ingresar 12.644 millones
de euros en el año 2002 a 15.105 millones en
el 2006.
En la actual situación de crisis económica
se produce una doble incidencia: por una parte, la
disminución de la actividad en el sector de
la construcción reduce directamente la demanda
de plásticos de embalajes de materiales de
construcción y mobiliario así como de
ventanales y, por otra parte, las restricciones del
mercado financiero reducen el consumo global al reducir,
por una parte, la liquidez de la mayor parte de las
empresas que para sobrevivir se ven forzadas a reducir
tanto su actividad como el numero de empleados y,
por otra, parte la liquidez de los ciudadanos.
En este contexto, la situación de la industria
del plástico es muy delicada afectando tanto
a grandes como medianas y pequeñas empresas,
ya que la crisis financiera afecta a todos los sectores
lo que de nuevo incide en el sector de los plásticos.
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