El salón
de actos del Instituto Bernardino de Escalante de
Laredo acogió recientemente una charla sobre
educación vial, ofrecida por la Asociación
Profesional de Expertos y Monitores de Educación
Vial, APEMEV, de Cantabria. Asistimos alumnos
y profesores de 2º, 3º y 4º de Educación
Secundaria para Personas Adultas, ESPA, pertenecientes
al Centro de Educación para Adultos. Fuimos
aproximadamente unas cuarenta personas de muy diversas
edades.
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Todos en el
salón de actos del IES Bernardino de
Escalante. |
El grupo dio una
charla e hizo luego una pequeña obra de teatro.
Primero el presentador nos habló sobre los
accidentes de tráfico y las normas de circulación,
haciendo incidencia en la necesidad de concienciarse
sobre lo peligros de la carretera y, posteriormente,
nos puso un video de un hecho real, un accidente en
el que falleció una chica. Antes de morir,
un periodista se acercó a ella, le dio la mano
y ella, sabiendo que se estaba muriendo, dijo unas
palabras para su familia: "Mamá, te
he hecho caso y no he bebido, pero por culpa de un
chico que no hizo caso he tenido un accidente. No
siento mi cuerpo y oigo decir a los médicos
que no hay nada que hacer. Mamá, te quiero
mucho y dales un beso a papá y a mi hermano
y diles que les quiero. Adiós, mamá”.
La charla sobre todo trataba de sensibilizar.
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Jéssica,
Eva, Sara y Yolanda, de izquierda a derecha. |
También
dos policías nos contaron sus experiencias
relacionadas con los accidentes de tráfico.
Uno de ellos tuvo que ir a dar a una familia la noticia
de la muerte de un chico y el ingreso del hermano
en el hospital. Mientras iba de camino, pensaba y
pensaba cómo darles la trágica noticia,
pero no encontraba ninguna manera de decírselo.
Cuando llegó a la casa oyó voces y risas
de la familia. Llamó a la puerta y salió
una mujer, la madre de los chicos. Cuando la vio de
frente se quedó sin palabras. Le dijo que sus
hijos habían tenido un accidente, que uno estaba
muerto y el otro en el hospital. Al principio la mujer
no se lo creía, o no quería creérselo.
Cuando se dio cuenta de que era verdad se le cayó
el mundo encima. El municipal les acercó al
hospital. El chico murió poco tiempo después
y no volvió a saber nada de ellos.
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Sebas, Maite
y Jose Luis, en la primera fila, alumnos del
Módulo 4. |
También
hubo dos víctimas directas de accidentes. Una
de ellas, salía de su trabajo tranquilamente
e iba hacia su casa cuando un coche se le echó
encima. Se quedó discapacitado a cuenta de
un señor que cogió su coche estando
borracho y, aunque este se mató, le dejó
a la víctima una secuela para toda la vida.
La otra víctima tenía la afición
de andar en moto en su tiempo libre. Un día,
cuando volvía de recoger a su novia del trabajo,
un señor que iba borracho le dio con su coche
por detrás a la moto. El chico intentó
levantar la moto para salvar a su novia sin saber
que ya había salido disparada. Debido a la
negligencia del otro conductor su novia murió
y él se ve obligado a andar en silla de ruedas.
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Miembros de
la asociación APEMEV |
Después
hicieron una pequeña representación
teatral sobre el tema. La obra comenzaba con dos hombres
en escena que no sabían dónde se encontraban.
Luego se asoman por una ventana simulada y ven un
accidente de tráfico. Después aparecen
otras dos personas muy confundidas, tampoco saben
dónde se encuentran, pero hablando se percatan
de que todos están muertos, y de que estaban
contemplando su propio accidente. Entonces, los dos
primeros se dan cuenta del error de haber ido distraídos
al volante, ya que han sido ellos los que han ocasionado
la muerte de las dos últimas personas.
Tanto la representación teatral como las declaraciones
de los participantes estuvieron enfocadas sobre todo
a sensibilizarnos de los peligros de la carretera.
Está claro que el problema no es debido a la
falta de información. Aprender a conducir y
conocer las normas de circulación es relativamente
fácil y, si pagamos, siempre hay alguien dispuesto
a enseñarnos; constantemente vemos noticias
de muertos en la carretera; pero como razonaba uno
de los participantes apoyándose en estadísticas
sorprendentes, siempre confiamos en que nos va a tocar
la lotería (por eso jugamos), pero nunca creemos
que la muerte nos va a tocar en la carretera, pese
a que las estadísticas indican que es más
probable llegar a morir con un volante en la mano
que poder jubilarse a los treinta gracias a un premio
de lotería.
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Victima de accidente
de tráfico, miembro de APEMEV. |
Lo difícil
es que la gente adquiera una conciencia y una sensibilidad
adecuadas y necesarias para conducir, pero esto no
se logra en las autoescuelas ni, parece, en ninguna
institución oficial. Este era el objetivo de
la asociación en la comunicación: lograr
sensibilizarnos, al menos un poquito; y que razonemos:
a la hora de conducir evitar las imprudencias es evitar
el dolor y la muerte.
* APEMEV: Es un
grupo de profesionales que se han unido sin ningún
interés lucrativo con el único interés
de promocionar la seguridad vial, principalmente a
través de la Educación Vial.
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