Alumnos de entre cinco
y doce años de esta cooperativa escolar acudieron
a las instalaciones del Centro de Formación
Municipal para disfrutar de una mañana de actividades
culinarias. El encuentro contó con la participación
del jefe del ejecutivo regional.
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El
presidente Miguel Ángel Revilla cocina
frente a los escolares. |
Entre los meses de marzo y abril los alumnos del
colegio Mayer han visitado las instalaciones de
la Escuela de Hostelería de Barreda dentro
de unas actividades programadas por el Ayuntamiento
de Torrelavega con el objetivo de transmitir a los
niños hábitos saludables en la alimentación.
En estos talleres de cocina han participado niños
de edades comprendidas entre los 5 y los 12 años
y contaron con la presencia del presidente de Cantabria,
Miguel Angel Revilla, quien el pasado martes 11
de abril visitó las instalaciones acompañado
del alcalde de la ciudad, José Manuel Viadero,
y otras autoridades municipales.
Los alumnos del Mayer, cada uno con su delantal
y gorro de cocinero reglamentario, atendieron las
explicaciones de los monitores y, distribuidos por
grupos de tres, fueron pasando por diferentes mesas,
en cada una de las cuales preparaban un plato distinto,
desde un bizcocho o unas tortitas hasta suculentas
brochetas, zumos y batidos e incluso una deliciosa
mermelada casera. Tras los previos, llegó
el momento de la degustación: se preparó
un buffet con todos los platos y los niños
fueron probando uno tras otro los suculentos manjares
que previamente habían confeccionado en colaboración
con los auxiliares del centro.
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El
presidente Miguel Ángel Revilla estuvo
acompañado por otras autoridades como
el alcalde de Torrelavega José Manuel
Cruz Viadero. |
Los talleres celebrados en
Barreda son el colofón de una serie de actividades
organizadas desde principio de curso por el colegio
Mayer, miembro de la Red de Escuelas Promotoras
de Salud desde 2014. Entre esas actividades, además
de la visita ya mencionada, destacan los desayunos
saludables, dos veces al año, que se celebran
en el propio centro y que durante una mañana
reunen a todos los alumnos del colegio en un desayuno
colectivo donde las propias aulas se convierten
en improvisados comedores.