Encantadora y cercana, Gema Igual nos ha recibido en su despacho para hablarnos de su nueva andadura como alcaldesa de Santander. Desde hacía trece años venía desempeñando el cargo de concejala de Turismo en el equipo de gobierno de la ciudad pero, desde el nombramiento de Íñigo de la Serna como ministro de Fomento, Igual afronta una nueva etapa en su carrera política con ilusión y compromiso.

Pregunta.- Antes de empezar, queríamos felicitarla por su nueva andadura como alcaldesa. ¿Cómo le dieron la noticia?
Respuesta.- Fue el mismo día que Rajoy tenía, a las seis de la tarde, que decirle al Rey su propuesta para los ministros. Yo estaba en la gala de turismo rural en Cabárceno cuando Íñigo me llamó y me preguntó si podía reunirme con él. Ahí me enteré de que Íñigo iba a ser el ministro y dejaba de ser alcalde. Una semana después fue cuando entre nuestro equipo, el partido e Íñigo llegaron al acuerdo de que yo fuese la alcaldesa.

P.- Suponemos que en sus inicios en política no imaginó llegar a ser alcaldesa. ¿Cuáles fueron sus primeros pasos en política?
R.- He estado viviendo en otras ciudades por circunstancias laborales y vine en el año 2002 a Santander a trabajar, porque era la gerente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cantabria. Como teníamos varias jornadas al año junto al Ayuntamiento, llamaba al alcalde para que viniese a inaugurarlas. En aquel entonces era Gonzalo Piñeiro, así le conozco. Un día me llamó para tener una reunión y me propuso formar parte de su lista para ser concejala de Turismo. Así, hace trece años empecé como concejala de Turismo y de Fiestas. Ese primer año lloré muchas veces porque creía que no lo podría conseguir, porque todos los problemas me parecían un mundo, pero siempre primaron las ganas de hacer bien las cosas y el trabajo continuo.

P.- Tras la marcha de Íñigo de la Serna y su nombramiento como alcaldesa suponemos que su vida ha dado un giro de 180º, ¿en qué ha cambiado?
R.- Tampoco ha cambiado tanto. Yo sigo viniendo a trabajar al mismo sitio, que es el Ayuntamiento, y sigo con los mismos compañeros. Sí es cierto que ya no tengo jefe, ahora la "jefa" soy yo. La responsabilidad es la que ha cambiado; antes yo podía dar mi opinión dentro del equipo, pero el que tomaba la última palabra era el alcalde y ahora yo recibo todas esas opiniones dentro del equipo, pero quien da la última palabra o quien firma la resolución o quien está en el periódico en el primer plano soy yo.

P.- Y su familia, ¿cómo se lo ha tomado?
R.- Estoy casada y tengo una niña de ocho años. Mi marido ha sido una de las personas, junto con mi familia, que más me ha ayudado y me ha respaldado a dar este paso. Mi hija lleva peor cuando no duermo en casa, pero intento verla todos los días.

P.- ¿De la Serna le ha dado algún consejo para desempeñar su cargo?
R.- Muchos, y que me los siga dando. Yo entré en el Ayuntamiento con Íñigo hace trece años. Cuando eres nuevo y más o menos de la misma edad, siempre te alías y le cuentas los miedos que tienes o las inseguridades. Yo presumo de ser amiga de Iñigo, además de que fue mi jefe y lo respetaba mucho como jefe. Y un amigo, aunque deje de trabajar contigo, no le pierdes. Hablo muchísimo con él. Cada vez que voy a Madrid, si los dos podemos, nos vemos y continuamente me da consejos porque yo se los pido.

Gema Igual posando con los reporteros.

P.- También se ha convertido en la primera mujer alcaldesa de Santander y, aunque España ha avanzado mucho en igualdad, ¿cree que se va a mirar más con lupa todo lo que haga por ese hecho?
R.- Yo creo que en igualdad hemos mejorado muchísimo, pero también creo que nos queda algún paso; depende de en qué ámbitos o círculos, a la gente le sorprende que yo sea mujer o que una alcaldesa sea mujer. Solo somos once o doce mujeres alcaldesas y eso, estadísticamente hablando, ya nos dice que la igualdad en número no existe. Tampoco creo que haya que defender más por ser mujer y tampoco pensaba que por ser la primera mujer alcaldesa iba a ser noticia, pero sí lo es porque se rompe la historia. A mí me encantaría que la noticia no fuera si soy mujer u hombre, sino que fueran los resultados, pero eso desgraciadamente no existe.

P.- Ser alcaldesa conlleva muchas responsabilidades, pero tendrá otras cosas positivas. ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
R.- Yo creo que es el representar a todos los ciudadanos de Santander. Para mí es un orgullo salir a la calle y que los santanderinos me muestren su cariño, se acerquen a mí y me digan lo que hace falta en la ciudad, lo que hemos hecho bien, lo que hemos hecho mal, lo que hemos hecho fatal.

P.- ¿Y lo que menos?
R.- Lo peor son aquellas cosas que no llegas a hacer por problemas nuestros, porque las circunstancias no se dan, pero hay poco malo, malagradecidos seríamos si esto lo viéramos como malo. Si hubiese algo malo, lo mejor sería no estar, porque hay que dar todo lo bueno y la ilusión es imprescindible. Si cada día te levantas con ganas de hacerlo mejor que el anterior, pues no hay nada malo.

P.- ¿Cuáles son los mayores desafíos a los que debe enfrentarse como alcaldesa de Santander?
R.- Creo que el objetivo es el bien para la ciudad de Santander, que sea un sitio agradable para vivir, para desarrollar tu empresa. Si hoy tenemos algo que nos preocupa es el paro. Intentamos que la gente que realmente lo está pasando mal reciba un apoyo económico. A alguien que no puede tener una vivienda le ayudamos con el alquiler o con los pagos de la hipoteca o con lo básico y, por otro lado, queremos formar a esas personas para que sean autosuficientes, que también es importante.

P.- La juventud es una parte importante de la ciudad, ¿qué opina de ella?
R.- La juventud, además de ser una parte importante de la ciudad, es el futuro, porque sois vosotros los que vais a mover el mundo dentro de unos años. Pero, además, tenemos entre todos que preocuparnos de que estéis preparados. Estar preparados es internacionalización, estar a la vanguardia en muchas cosas, también la educación es algo muy importante. El que se cree una ciudad que esté acorde para las inquietudes de la juventud también es importante. A mí me encantaría que los jóvenes se quedaran en Santander a trabajar, pero también me encantaría que los jóvenes se fuesen al mundo, aprendieran idiomas, cogieran experiencias, vinieran a Santander y lo volcaran. Por eso, creo que Santander tiene que internacionalizarse.

Entrevistando a la alcaldesa.

P.- ¿Cree que Santander ofrece suficientes alternativas culturales y lúdicas?
R.- Sí, pero tenemos que tener en cuenta que somos una ciudad pequeña de 180.000 habitantes y que estamos al norte y, en el sector servicios, el turismo tiene muchísima incidencia y es estacional; tenemos muy buena oferta lúdica y cultural, pero está condicionada al tiempo. Por ejemplo, en junio, julio, agosto o septiembre salimos a la calle y nos encontramos muchísimos eventos que no nos encontramos en enero, febrero y marzo, porque organizar eventos al aire libre tiene mucho coste económico y si llueve se arruina. Creo que nos falta comunicación para que la gente sepa qué acontecimientos hay.

P.- Hasta ahora ha sido concejala de Turismo. Como la temporada de verano está a la vuelta de la esquina, ¿tiene algún plan como alcaldesa para atraer a los turistas este verano?
R.- Para atraer turistas, nuestros mayores esfuerzos no son en verano sino en primavera, otoño e invierno. En estas estaciones el turismo es cultural, urbano, para que conozcan y pateen la ciudad. Nosotros queremos que la gente venga cada fin de semana para que diga "qué bien se come en Santander", "qué comercios más bonitos" y "qué bien la cultura". Eso lo vamos a reforzar ahora con el Centro Botín, que va abrir antes del verano. El resto del año lo que queremos es desestacionar el turismo. Los hoteles hace muchos años abrían en Semana Santa y cerraban después del Pilar, pero claro, con eso no tenemos empleo estable, no tenemos un servicio continuo. Por eso lo que queremos es que los hoteles estén abiertos todo el año y potenciar el turismo de negocios y el turismo de congresos. Una vez que nos conocen es muy fácil que después vengan en verano con sus familias. Tenemos una estadística que revela que el 30% de los congresistas que vienen aquí declaran volver aquí el mismo año con familia o con amigos.

P.- Si tuviera que convencer a alguien para que viniese a Santander, ¿qué le diría?
R.- Santander es una ciudad maravillosa donde puedes encontrar ciudad y pueblo a una hora en coche y donde la playa y la montaña están también cerca. Ves un paisaje muy verde, ya que la naturaleza y el medio ambiente está muy presente y, como ciudad, es una ciudad moderna dentro de una comunidad autónoma donde el medio rural es lo que predomina. Tenemos la Bahía, que es una de las más bellas del mundo, de hecho, solo cincuenta de todo el mundo pertenecen a ese club; tenemos un parque litoral norte que es maravilloso, el Palacio de La Magdalena, el Museo de Arte, la gastronomía y, sobre todo, el paisaje.

P.- Se puede observar que ha habido muchas mejoras en la ciudad. ¿Cree que eso atraerá más turismo?
R.- La ciudad mejora, principalmente, para los vecinos. Cuando abordamos una obra para la ciudad es porque la necesitan los vecinos para su día a día, pero es cierto que hay otro tipo de obras que, además de mejorar el día al día de los vecinos, también tienen proyección para la ciudad, como peatonizar una calle o hacer un museo o hacer un centro de empresa. El Santander de hace unos años para acá tiene otra imagen en el exterior como ciudad más acogedora, como ciudad más moderna, como ciudad más innovadora, más cultural... Tenemos una serie de apellidos que nos hemos ido ganando con estas actuaciones que son un reclamo para que venga más gente.

P.- ¿Cómo se encuentra la economía del Ayuntamiento de Santander?
R.- Económicamente hablando, hemos mejorado muchísimo y sí que podemos decir que tenemos buena solvencia económica. De hecho, tenemos inversiones en la calle en este momento. Vosotros pasáis por la ciudad de Santander y veis que hay muchas obras: escaleras mecánicas, un parque en el Parque de La Remonta que está a punto de inaugurarse, un centro cívico que hemos anunciado. Todo esto es porque tenemos solvencia y tenemos el Ayuntamiento saneado, pero eso es por una gestión austera y porque tenemos un equipo de gobierno que tiene claro hacia dónde quiere ir.

P.- Para terminar, ¿cómo le gustaría ver Santander dentro de un año?
R.- Me gustaría ver Santander dentro de un año con personas que viven felices, con muchísimo menos paro, donde la gente que haya pasado circunstancias difíciles vea ya el horizonte o esa salida del túnel. Una ciudad moderna con muchísimos visitantes y turistas, donde todo el mundo trabaje; una ciudad agradable para vivir y visitar y para desarrollar una empresa.