Nos encontramos en el aula
de Plástica con los alumnos de 4º ESO.
Tienen mucho que contar… A partir del cuadro
del pintor surrealista René Magritte 'El hijo
del hombre' se plantea un trabajo complejo y de proyecto,
cuyo producto final será la exposición
que ahora mismo podemos disfrutar en la segunda planta
del colegio (planta de Secundaria).
Magritte
pintó 'El hijo del hombre' como un autorretrato.
La pintura se compone de un hombre con abrigo, corbata
roja y bombín de pie delante de un muro. Más
allá se ve el mar y un cielo nublado. El rostro
del hombre se oscurece en gran parte por una manzana
verde flotando. Sin embargo, sus ojos se pueden ver
asomando por el borde de la manzana.
Ha sido parodiado en gran número
de ocasiones y es parte de muchas películas
y carteles.
A los alumnos se les propone hacer
suyo este cuadro. ¿Cómo? Previamente
se realizó un estudio pormenorizado de la línea
y del color, incluyendo su psicología.
Tras ello cada uno, basándose en un retrato
que se les proporcionó en forma de fotografía,
trabajó una elaboración individual de
su rostro, plasmando su carácter, sus contradicciones
y su forma de ser en ese rostro y modificándolo
según el grado de abstracción que necesitase,
haciéndolo más o menos figurativo.
Como homenaje al pintor, se colgaron
los autorretratos de los alumnos en el techo del pasillo
coronados por un bombín cada uno, y el título
de la exposición también se colocó
en el techo, obligando a mirar hacia arriba, salir
de nuestra comodidad e intentar entender qué
quiere decir cada autorretrato y qué nos transmite
cada alumno en la exposición.
SUBIR
|
|