Con motivo del 20 aniversario del nacimiento del Palacio de Festivales de Cantabria numerosas obras han sido estrenadas a nivel nacional en las salas del teatro cántabro a modo de celebración.

Intérpretes de 'El tiempo y los Conway'.

EL TIEMPO Y LOS CONWAY

Del escritor J.B. Priestley, 'El Tiempo y los Conway' nos relata la vida de Los Conway, una familia que vive en una ciudad cercana a Londres. La acción se desarrolla en 1918; la guerra ha acabado y la señora Conway puede volver a ver a sus seis hijos el día que realizan una magnífica fiesta por Kay, una de sus hijas. Todo son alegrías. Sin embargo, todo cambia en el segundo acto. Han pasado 20 años, es 1938 y una nueva guerra se avecina. La señora Conway se ve arruinada y esto obliga a reunirse nuevamente a todos los hermanos en un ambiente nada parecido al del primer acto. Toda la felicidad, todo el optimismo y alegría que se respiraba en 1919, son ahora los añicos de un espejo roto con violencia. Reproches, enfados y disputas es en lo que se ha convertido ahora aquella alegre familia de 1919.
Por último, el tercer acto, vuelve a llevarnos a la fiesta de cumpleaños de 1919 donde toda la familia sigue alegre y relatando unos sueños para el futuro, que el espectador sabe que jamás se cumplirán.

Nos encontramos así con "un texto cruel, terriblemente descorazonador, pero emocionante y sobrecogedor". Una gran obra con un reparto encabezado por Luisa Martín que interpreta excelentemente a la señora Conway, especialmente en el segundo acto, donde el desarrollo de la obra es más dramático. El resto de los actores realiza correctamente su trabajo, sin brillar en sus interpretaciones a excepción de Nuria Gallardo, que interpreta a Kay, el personaje más dramático de la obra. Una obra hecha para reflexionar sobre el inevitable paso del tiempo y si es posible alcanzar la felicidad.

Intérpretes de 'La avería'.

LA AVERÍA

Fiedrich Durrenmatt nos relata en esta obra la historia de Alfredo Traps, un viajante de comercio. De regreso a su casa, su coche sufre una avería que no podrá ser reparada hasta la mañana siguiente. Traps decide pasar la noche en el pueblo y solicita alojamiento en una casa vecina. El dueño, un anciano, se alegra de recibirlo: esa noche tiene amigos a cenar y lo invita a acompañarlos. Pronto llegan otros tres ancianos vestidos todos de levita dispuestos, como otras veces, a pasar la noche jugando a los tribunales. El anfitrión fue juez tiempo atrás, y sus amigos, uno fiscal, otro abogado y el tercero verdugo; todos ellos apartados por la sociedad debido a su avanzada edad. A veces recrean procesos célebres de la historia, pero lo que más les gusta es cuando juegan con personas de verdad. Queda disponible solamente el papel de acusado, el cual Traps acepta. Poco a poco Traps va convirtiendo en su cabeza el juego en realidad y todo se complica cuando le ejecutan a morir en la horca. A la mañana siguiente, cuando el grupo de ancianos amigos se dispone a entregarle la sentencia con una explicación de lo que se debe entender por Justicia y lo que se debe entender por Ley, descubren que Alfredo ha cumplido la sentencia él mismo.

Sin ninguna duda, la mejor de todas las obras representadas en el Palacio de Festivales durante esta temporada, como avalan sus más de diez minutos de aplausos. Dirigida por la actriz Blanca Portillo cuenta con un excelente elenco encabezado por José Luis García Pérez (conocido por haber protagonizado recientemente la miniserie 'Alfonso, el príncipe maldito') que actúa acompañado por Daniel Grao, Emma Suárez, Fernando Soto, Asier Etxendía y José Luis Torrijo, quienes también realizan un trabajo excepcional. Un intenso debate entre los conceptos de Ley y Justicia, "un viaje ácido, crítico, irónico y trágico hacia las profundidades del hombre y de la sociedad que nos ha tocado vivir”.

Ariadna Gil y Vicky Peña en 'Un Tranvía llamado deseo'.

UN TRANVÍA LLAMADO DESEO

Esta obra escrita por el norteamericano Tennessee Williams nos cuenta la historia de Blanche Dubois, una mujer alcohólica y bipolar que se oculta bajo un manto de persona culta y refinada. Recientemente se ha arruinado perdiendo todas las posesiones de la familia, lo que la lleva a mudarse a casa de su hermana Stella que acaba de casarse con Stan, un rudo polaco anticuado que maltrata constantemente a su mujer. Sospechando que su cuñada ha vendido las posesiones de la familia y se ha quedado con todo el dinero, Stan comienza a investigar descubriendo que el motivo de la mudanza es realmente que la han expulsado del pueblo por pederasta. Una noche en la que Stella no está en casa, comienza una gran pelea entre Blanche y Stan, que finaliza con la violación de Blanche por parte de su cuñado. Cuando se lo cuenta a su hermana, Stella la considera loca, lo cual la lleva a ingresar a Blanche en un manicomio.

Obra de gran dureza, tanto textual como visual, que el autor inspiró en un caso similar sucedido con su propia hermana. Insuperablemente protagonizada por una Vicky Peña en el papel de Blanche que te consigue llevar desde la risa hasta la conmoción, comparte el protagonismo con un Roberto del Álamo que nos deja un Stan muy poco agresivo, muy poco primitivo, que llega incluso a rozar el humor, nada que ver con el que nos dejó Marlon Brando en la versión fílmica.
El otro papel protagonista es interpretado por la ganadora de un Premio Goya Ariadna Gil, quien hace excelentemente su papel de mujer sumisa. El enfrentamiento de dos culturas, el enfrentamiento de dos formas de ver la vida.