El
terror a una creencia infundada ha hecho que esta
religión sea temida por muchas personas. Pero,
¿saben qué es de verdad el vudú?
El vudú es una religión originaria
de un pueblo de África, Yoruba, pero que se
modificó y se hizo popular en muchos lugares
de América como Haití, ya que los pueblos
de esclavos que se fueron desde África se llevaron
consigo estas creencias. El vudú es rico en
rituales y tradiciones, y una de sus características
más importantes es adorar a sus antepasados.
El vudú nació de la fusión de
las religiones tradicionales africanas y el cristianismo.
El miedo producido por los seguidores del vudú
tiene un fundamento real ya que dentro de esta religión
existen dos ramas, la de la magia negra y la de la
magia blanca, pero esto ocurre en todas las religiones;
la diferencia fundamental es que los curas del primer
grupo cuentan entre sus prácticas más
comunes el conseguir esclavos mediante el envenenamiento,
los llamados zombis. Los famosos muertos vivientes
no eran otra cosa que eso, personas que habían
sido envenenadas por curas vuduistas. Esta pócima,
hecha con toxinas de sapos u otros animales exóticos,
hacía que los "hechizados" se sumieran
en un coma tan profundo que engañaban a todas
las personas, y éstas les enterraban y pedían
a los artífices del sueño que les resucitara.
Mas estos no les revivían, sólo les
reanimaban. El problema consistía en que esta
ponzoña causaba graves daños cerebrales
a los desafortunados, que les impedía tener
voluntad propia, convirtiéndoles en sirvientes
sumisos y obedientes.
Claro que en lo referente a lo espiritual también
puede haber una resurrección, el zombi astral.
Es el alma de la persona, que puede ser condenada
a vagar eternamente por el limbo si es capturada.
Las gentes que practican esta religión tienen
cinco principios o tareas, las cuales son: protegerse
tanto del abuso físico como del espiritual,
tener buena suerte con los asuntos económicos,
matar o maldecir a sus enemigos, mantener una relación
feliz con su amante y hacer trampas a las autoridades.
Aunque éstas no conforman una forma de vida
muy noble para nuestra sociedad no eran mal vistas
por ellos.
Otro de los hechos que han contribuido a la mala
fama del vudú es el que los propios seguidores
se la quisieron dar. Cuando los pueblos eran sometidos
por las grandes potencias europeas, los vuduistas
les hacían creer que podían dañarles,
y así contribuían a que no se asentaran
en sus tierras.
La práctica más conocida puede ser
probablemente los muñecos vudús, que
son pequeños fetiches con forma humanoide,
a los cuales se les une el espíritu de una
persona. Es común encontrarse con películas
y libros basadas en esta tradición. Al muñeco
se le suele clavar agujas en alguna parte del cuerpo
o se le aplican martirios y así la persona
vinculada sufre algún mal o sufrimiento.
Otros rituales vudú posteriormente desarrollados
consisten en la utilización de frascos de vidrio
de cualquier forma, tamaño y color llenos de
pócimas creadas con los ingredientes más
extravagantes y difíciles de conseguir así
como los más cotidianos, presentes en todas
nuestras despensas y accesibles fácilmente
para cualquier persona. Su función principal
es la de reforzar hechizos, encantamientos, males
de ojo y maldiciones tanto de magia blanca como negra.
También podemos encontrar prácticas
vuduistas relacionadas con el fuego y la quema de
distintas sustancias y pergaminos con nombres y palabras
escritas con presuntos poderes desatados al ser leídas
en voz alta en un momento determinado.
Actualmente se suelen utilizar las fotografías
como armas vuduistas y objetos de alto poder y nivel
de energía.
Hay diferentes opiniones y perspectivas del vudú
desde la afirmación de su falsedad hasta su
seguimiento como modo de vida, pero no se puede opinar
si se hace desde la ignorancia.

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