"El
arte de vivir consiste en que hasta los sepultureros
lamenten tu muerte". Esto lo dijo Samuel Langhorne
Clemens, más conocido como Mark Twain. Ahora
que se cumplen 100 años de su muerte es un
buen momento para acordarnos de él, porque
es sin duda uno de los mejores escritores norteamericanos
y porque, además, casi seguro consiguió
su objetivo.
Hace un tiempo leí una de las historias que
escribió Twain, se titula 'El robo del elefante
blanco' y recuerdo lo mucho que me gustó. La
forma que tiene de escribir, irónica y también
algo cínica, me hace pensar en él como
alguien realmente interesante. Esta es mi opinión,
aunque la idea de Hemingway no era muy diferente:
"La literatura estadounidense nace con Twain.
No había nada antes. No ha habido nada igual
de bueno después." Con lo que respecta
a lo primero, perfecto, pero con la última
parte no estoy del todo de acuerdo; Salinger vino
después.
Cuando era pequeña, mi madre solía contarme
que Twain había dicho que cuando nació
tenía un hermano gemelo idéntico a él,
y que eran tan parecidos que su madre no les distinguía,
así que para saber quién era uno y quién
era otro les ponía una pulsera de diferente
color. Un día, mientras estaban en la bañera
se les cayó la pulsera y uno de los dos niños
se ahogó, de manera que Mark Twain nunca supo
si él era él o era su hermano.
Siempre me llamó mucho la atención,
claro que tiempo después me enteré de
que Twain contaba esa historia porque estaba harto
de explicar a todo el mundo el porqué había
elegido 'Mark Twain' como seudónimo; y como
Twain es la pronunciación de gemelo, twin,
se aprovechó de la coincidencia para inventar
esa original historia. La verdadera historia es que
Mark Twain es una expresión del Missisipi que
significa dos brazas de profundidad, el calado mínimo
para navegar.
Samuel Langhorme Clemenes nació el 30 de noviembre
de 1835 en Missouri, Florida. Vivió allí
hasta los cuatro años, cuando él y su
familia se trasladaron a Hannibal, puerto fluvial
del Missisipi. En este pueblo realizó sus primeros
estudios y le sirvió de inspiración
para crear Tom Sawyer y Huckleberry Finn,
dos de sus obras más conocidas.
Cuando tenía 12 años su padre murió,
y él dejó los estudios y comenzó
a ser aprendiz de tipógrafo. No mucho tiempo
más tarde empezó a colaborar en redacciones
de Filadelfia y Saint Louis. Aunque por lo visto debió
ponerse nervioso, y al cumplir los 18 comenzó
a viajar en busca de fortuna. Trabajó de piloto
de un vapor fluvial (de ahí el lío de
gemelos, pulseras y brazas de profundidad) inspeccionando
minas de planta e incluso buscando oro.
Luego comenzó a escribir y trabajó para
algunos periódicos, pero su éxito llegó
en 1865 con 'La famosa rana saltarina de Calaveras'.
A partir de entonces viajó hacia Europa, Polinesia
y el cercano Oriente.
En 1870 sienta la cabeza. Se casa con Olivia Langdom
y se establece en Connectitut. En 1876 se publicó
'Las aventuras de Tom Sawyer', su primera gran novela,
la cual, según he leído, era algo autobiográfica.
Más tarde llegó 'Huckleberry Finn',
también muy exitosa.
Cuando había conseguido cierta estabilidad,
las cosas se complicaron: perdió mucho dinero
y su mujer y dos de sus hijas murieron.
Los años siguientes fueros difíciles
para él, lo cual reflejó en libros como
'El forastero misterioso', publicada seis años
después de su muerte.
En 1897 el New York Journal anunciaba su muerte. Él,
siempre irónico, contestó diciendo "James
Ross Clemens, un primo mío, estuvo seriamente
enfermo en Londres hace dos semanas. La noticia de
mi enfermedad derivó de la enfermedad de mi
primo; la noticia de mi muerte fue sin duda una exageración".
Y es que Mark Twain murió 13 años más
tarde, el 21 de abril de 1910 en Redding, Connectitut.
El año en el que Twain nació la tierra
celebraba el paso del cometa Halley. El escritor murió
75 años después, un año en el
que, como si hubiera querido despedirse, el Halley
pasó de nuevo. No cabe la menor duda de que
sin esta figura hoy la literatura norteamericana no
sería lo que es.

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