El Centro Social Bellavista-Julio Blanco organiza el concurso literario 'El rincón del escritor', con el que anima a su alumnado a escribir. El correspondiente a los meses de enero y febrero planteaba el tema 'El día que yo fui profesora de mi clase' y Marina resultó ganadora.

¡Hola! Soy Marina Serna. Os contaré lo que me pasó cuando fui la profesora de mi clase. Pues bien, una mañana de viernes me levanté y vi que había crecido 31 centímetros (de los 126 que medía). Me encaminé al colegio y de camino vi a un hombre que me dijo:

-Señorita Serna, llega usted tres minutos tarde, cuando ya han hecho el programa y ya ha terminado la emisora.
-¿Qué? ¿Cómo?
-Que tiene que entrar a dar clase en 3º de primaria.

Así comprendí que era… ¡la profe de mi clase! En cuanto entré, miré el horario y saludé a mis alumnos. ¡Eran mis compañeros de clase! Sergio, Lucía, Lara, Leyre, Laura, Roberto, Itziar, Gema… Comprobé que nos tocaba 'Cono'.
Estábamos en el tema 10 'Tipos de componentes del cuerpo humano'. Hice en la pizarra un dibujo de los aparatos: digestivo, circulatorio y respiratorio. Dibujé y expliqué los componentes de cada aparato. Luego los alumnos hicieron los ejercicios 1, 2 y 4 de la página 180. Volví a mirar el horario al terminar, y puse estos deberes: Página 180 ejercicios 1, 2 y 4 y cuadernillo páginas del 80 al 82.

Nos tocaba Lengua. Íbamos por el tema 12. Expliqué las fichas con dibujos en la pizarra y los niños hicieron los ejercicios del 1 al 5. Luego les puse deberes: una página del cuadernillo y terminar esos ejercicios. Luego salimos al recreo. Estuve hablando con Mikel. Le dije:
-¿Qué tal va el nivel 4?
-Muy bien –me contestó- Ya lo tengo todo listo.

Y así nos pasamos el recreo. Temas de clase, problemas de compis, etc. Luego los niños tenían Informática. Yo me fui a la biblio con algunos niños de 4º. Hice apoyo con ellos. Estuvimos corrigiendo y haciendo ejercicios de Lengua.
Nos fuimos a comer después de eso. Me tocaban alubias y redondo de ternera con patatas. De postre tuve helado.

-Mmm..., que rico estaba todo, Tini –dije-.

Al terminar de comer me fui a los lavabos de profes. Me lavé los dientes, y subí a clase. Rellené un par de fichas, ordené mi mesa y guardé los folios, uno en cada caja. En una verde y blanca los normales. En una azul los cuadriculados. En una amarilla los acartonados y en una negra los de notas de aviso del cole y los de cuaderno sin cuadrícula. Los guardé todos en cajones y estanterías. Luego llegaron los niños y niñas del comedor y, un poquito más tarde, los que venían de casa. Teníamos mates. Dije:

-Sacad los deberes.

Ellos empezaron a montar un pedazo de barullo…. Dije:
-Para sacar los deberes no hace falta hablar, ¿no?

Después de corregir repasamos las tablas de multiplicar con un
disco y después las recitaron:
-3 x 1=3, 3 x 2=6, 3 x 3=9, 3 x 4=12,….

Luego hicimos ejercicios de divisiones y mandé de deberes terminarlos y una página del cuadernillo. Después nos tocaban tablas, pero no quise forzar las mates. Estuvimos leyendo, pintando, dibujando, jugando,… Enseguida llegó la hora de irse a casa. ¡Había pasado todo el día siendo profe de mi clase sin casi darme cuenta.