Los
nidos son los hogares donde las aves ven nacer y crecer
a sus crías. Los hacen con cariño y
cada especie construye su nido siempre de la misma
manera, utiliza los mismos materiales y, sobre todo,
lo sitúa en el lugar que más le conviene.
Cuando descubrimos un nido
y pensamos un poco, podemos adivinar muchas cosas:
a qué clase de ave pertenece, cuáles
son sus costumbres…
Los ruiseñores hacen
sus nidos en el suelo o muy cerca de él, ocultos
entre las ortigas que hay debajo de los arbustos.
Lo hacen así porque su alimento preferido son
las hormigas y los escarabajos que se encuentran entre
la vegetación así como los frutos
blandos caídos de los árboles.
Los pájaros muy pequeños,
como los gorriones o los verderones, no necesitan
nidos grandes. Como sus nidos son tan pequeños
pueden construirlos en cualquier parte, por ejemplo,
en los huecos de paredes y tejados, y, como se adaptan
bien a las ciudades, los construyen incluso en los
setos de parques y jardines.
Todos
los nidos, grandes o pequeños, a la vista o
escondidos, son siempre algo muy delicado. Por eso,
si ves un nido, puedes observarlo e, incluso, hacerle
una foto; pero nunca, nunca, has de tocarlo.
Recuérdalo, proteger la naturaleza es cosa
de todos.

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