En 1971 nació David Cubillas Garrido quien
actualmente reside en Santander y es el director del
Conservatorio Elemental de Música de Torrelavega.
Nos concedió esta entrevista en su despacho
y nos contó que todos los instrumentos tienen
algo mágico.
|
Marina, Marta y Patricia
con David Cubillas .
|
El instrumento que más le gusta a David Cubillas
es el chelo, que es el que toca. Si tuviera que destacar
otro instrumento le llama la atención el timbre
del oboe. Entre sus aficiones destacan jugar al fútbol,
los juegos de mesa y disfrutar de la buena comida,
aunque para ello tenga que pasarse largas horas cocinando.
Pregunta.- ¿Siempre quiso
ser músico?
Respuesta.-¡No!- risas- . Hasta
que no tuve 17 años no decidí dedicarme
a la música. Opté por ahí porque
a la vez que estudiaba en el instituto también
iba a música y me gustaba.
P.- ¿Si no qué le
hubiera gustado ser?
R.- Nunca había tenido muy
claro qué estudiar, así que tiré
por ahí, pero en principio ser músico
no era algo que tuviera pensado desde pequeño
ni nada por el estilo.
P.- ¿Qué ha tenido
que estudiar para llegar a donde está?
R.- Hice un Grado Superior de Música
en un conservatorio superior, previamente en un conservatorio
profesional en Santander, luego estuve en un conservatorio
superior en Bilbao, y más o menos en tiempo...
desde los 8 o 9 años que comencé hasta
los 24-25 que terminé las enseñanzas
superiores, prácticamente he estado 15 años
de mi vida, en mayor o menor medida, dedicado a los
estudios musicales, aunque un músico nunca
deja de aprender y siempre tiene que seguir. De todas
formas los estudios son bastantes años y requieren
mucha dedicación.
P.- ¿Cree que la enseñanza
profesional musical tiene actualmente el reconocimiento
que se merece?
R.- No. Actualmente, por ejemplo,
están las enseñanzas elementales (duran
4 cursos); luego están las enseñanzas
profesionales (6 cursos) y después de estar
10 años en un conservatorio, realmente la titulación
que obtienes no tiene una aplicación práctica
muy clara. Tienes que hacer cuatro cursos más
(enseñanza superior) para poder tener una titulación
que sea equivalente a una licenciatura universitaria
pero después de estar catorce años,
con sus asignaturas, el instrumento, asignaturas complementarias,
etc.
Entonces creo que lo que es el tramo medio, las enseñanzas
profesionales, no están bien valoradas ni bien
reconocidas ni tienen una salida profesional coherente
si no continúas los estudios. Esto hace que
mucha gente abandone porque es mucho esfuerzo y las
enseñanzas profesionales las terminas y tienes
que seguir estudiando cuatro años más
o hacer una carrera universitaria... Es la sensación
de nunca acabar.
Antiguamente la titulación profesional tenía
un mayor reconocimiento, servía para más
cosas, y ahora prácticamente vale para muy
poco, ni siquiera está claro para qué
exactamente.
P.- ¿Por qué cree
que hay tanta demanda en los primeros años
de enseñanzas musicales?
R.- El nivel cultural de la sociedad
va creciendo; al igual que antes nadie estudiaba un
segundo idioma o se interesaba en practicar algún
deporte porque está demostrado que es bueno
para el desarrollo de un niño, los valores
que inculca, etc., ocurre un poco con la música.
Al elevarse el nivel cultural y el nivel de la educación
del país, la gente se interesa mucho por este
tipo de enseñanzas, la música, la danza,
el arte... Sí que es cierto que mucha gente
ahora demanda estas enseñanzas pero luego es
poca la que sobrevive, porque no hay un buen sistema
para compatibilizar los estudios de régimen
general, sobre todo la ESO y el Bachillerato, con
las enseñanzas de música, y entonces
los alumnos tienen un sobreesfuerzo; hay que tener
mucho talento, muchas cualidades, o tener mucho espíritu
de sacrificio para poder llevar las dos cosas bien.
Ése es el problema. Muchos tienen interés,
pero realmente el número de abandonos es muy
alto. La gente recibe una enseñanza muy elemental
y cuando empieza a requerir más estudio, esfuerzo
y más horas de clase lo dejan.
P.- ¿Cuál es la mayor
diferencia que puede aportarnos una enseñanza
musical profesional frente a cualquier particular
o Escuela de Música?
R.- En las enseñanzas de música
hay tres niveles: el elemental, el profesional y el
superior. En el nivel elemental hay centros, como
éste, que imparten enseñanzas profesionales
elementales. En Cantabria sólo pueden hacerlo
los conservatorios o los centros autorizados por la
Consejería de Educación, y hay otros
centros como escuelas de música, academias
privadas, etc. que dan otro tipo de enseñanzas
a nivel elemental pero no están reconocidas.
La diferencia es que en las escuelas de música
lo lógico es que los alumnos matriculados vayan
a hacer música como hobby o como una iniciación
y en cambio en los conservatorios deberían
estar los alumnos que realmente tengan unas cualidades,
que vengan de las escuelas de música porque
destaquen allí. La enseñanza que se
da en los conservatorios es más como el colegio;
los profesores tienen que tener una titulación,
cosa que en las escuelas de música no es necesario,
las enseñanzas tienen que tener un diseño,
unas calificaciones, unas evaluaciones, las salas
tienen que tener determinadas cualidades (dimensiones,
etc.), y el centro tiene que estar bajo el amparo
del centro educativo; es decir, que es como si fuera
un colegio o un instituto. Y una academia es como
un centro de clases particulares.
P.- ¿Qué ha supuesto
la implantación de Enseñanzas Profesionales
en Torrelavega?
R.- Supone muchas cosas. Va a suponer
que este conservatorio va a impartir seis cursos más
de los que impartía, se va a ampliar el número
de asignaturas porque las enseñanzas profesionales
tienen un montón de asignaturas que las elementales
no tienen. Se supone que también va a aumentar
el número de alumnos del centro y el nivel,
claro está, no es lo mismo trabajar con niños
hasta cuarto que trabajar con niños que van
a estar hasta diez años en el centro. Además,
se va a dinamizar musicalmente y culturalmente la
zona, a corto, medio y largo plazo.
A corto plazo porque el centro va a necesitar más
aulas, más profesorado, más alumnado,
más servicios, más instrumentos y se
va a dar un servicio mucho mayor en cuanto a enseñanzas
musicales. Se van a generar una serie de actividades
que van a beneficiar a los alumnos del centro pero
también de cara al exterior: padres, madres,
familias, que van a acudir a esas actividades, y también
el centro va a enriquecer culturalmente al entorno
de forma inmediata. Por otra parte también
se va a conseguir dar servicio a una población
que tenía que ir, hasta el año pasado,
a Santander y ahora tienen un centro en Torrelavega,
lo que va a favorecer a mucha gente. De cara al futuro,
un conservatorio que va teniendo muchos alumnos va
a dinamizar la música porque algún día
surgirán grupos, orquestas, bandas de pueblo,
etc. y se crearán otra serie de agrupaciones,
no sólo profesionales sino también de
aficionados. A la larga mejorará la cultura
musical, habrá más gente que toque instrumentos.
P.- ¿Cómo se estructuran
los estudios en el conservatorio?
R.- Hay tres niveles. Éste
es un conservatorio en el que la mayoría de
los alumnos están en Enseñanzas Elementales.
Al principio los alumnos tienen que venir pocas horas;
en primero y segundo curso sólo tienen que
venir dos horas a instrumento y dos horas a lenguaje
musical. Y en tercero y cuarto de Elementales tienen
que venir cinco horas a la semana: dos horas instrumento,
dos lenguaje musical y una hora de coro. La carga
lectiva es mucha. Sobre todo en el nivel elemental,
en Enseñanzas Profesionales se amplía
debido al grado de exigencia, a la especialización
y al nivel, y se van añadiendo asignaturas
complementarias e incluso hay asignaturas optativas
como la informática musical, en quinto y sexto,
u otras, como por ejemplo, lutería. Las optativas
dependen del centro. Pero en general la carga lectiva
de los profesionales no supera las siete u ocho horas
a la semana. El verdadero problema de estas enseñanzas
es que condiciona mucho la asignatura de instrumento
porque le tienes que dedicar mucho tiempo. Un alumno
que está en Enseñanzas Profesionales
debería dedicarle todos los días hora
y media, dos horas. Así que esto también
condiciona mucho el esfuerzo personal y el tiempo
que hay que tener para sobrellevarlo.
P.- Cuando has terminado los primeros
cuatro años en el conservatorio, ¿se
te reconoce algún título?
R.- El conservatorio expide un certificado
de haber cursado Enseñanzas Profesionales,
se te da un certificado de estudios: es un documento
oficial con validez oficial ahora mismo en Cantabria
o en cada comunidad autónoma donde se haya
expedido y tendrá la validez que dictamine
cada comunidad. Este certificado indica que has cursado
la materia que sea pero ahora mismo no tiene una validez
real para nada profesionalmente, o sea, no sirve para
dar clase en ningún sitio. Se está estudiando
la posibilidad de que pueda ser canjeable por créditos
en la universidad, pueda dar puntuación añadida
para oposiciones, para Magisterio musical que se pueda
tener el reconocimiento de algunos módulos
o créditos, pero de momento eso solo se está
estudiando, para poder sacarle algún rendimiento
al certificado pero ahora mismo no sirve para nada.
P.- En caso de que no sea así,
¿hasta cuándo hay que llegar para que
tenga un reconocimiento oficial?
R.- Grado Superior. La carrera de
un músico es muy larga.
P.- ¿Qué salidas
profesionales tiene cursar estudios en el conservatorio?
R.- Ahora mismo, un alumno que acabe
Enseñanzas Profesionales, no está muy
claro todavía.
Por ejemplo, para tocar en agrupaciones de bandas
o de orquesta sí que valdría esa titulación;
de hecho, hay bandas y orquestas que piden esa titulación
como la mínima para poder presentarse a sus
oposiciones.
P.- Y más salidas... un
alumno que acabe Enseñanzas Profesionales con
las asignaturas comunes del Bachillerato, tiene reconocido
el Bachillerato automáticamente, y no le haría
falta hacer las de modalidad de ciencias, de sociales,
o de lo que sea.
R.- Profesionalmente, cuando un alumno
acaba el Superior tiene una licenciatura universitaria
que podría tener salida en el campo docente,
como es mi caso, o en institutos de Educación
Secundaria en la materia de música, también
en conservatorios, escuelas de música, orquestas,
bandas, y ahora se van a aprobar los nuevos Estudios
Superiores de música que se van a modificar
y una de las salidas profesionales que se va a ofrecer
es la composición, la interpretación
y la gestión y administración de eventos
musicales que consiste en que haya gente gestionando
el mundo del espectáculo, trabajando por ejemplo
en el Palacio de Festivales, contratando orquestas,
una programación cultural, o en el Concha Espina,
etc.
P.- Se está buscando un
poco abrir a los músicos algunas salidas que
no eran tan tradicionales, lo que me parece un acierto.
R.- Incluso para aquellos alumnos
que acaban las enseñanzas profesionales pero
que no quieren seguir tan ligados al aspecto instrumental
o lo que sea, puede haber módulos de Formación
Profesional, de Grado Medio o Superior, relacionados
con técnicos de sonido, o para trabajar en
radio, en teatro, como regidores, en medios de televisión,
con cámaras de cine, etc.
P.- ¿Cree que el Conservatorio
tiene suficiente apoyo público?
R.- El Conservatorio tiene suficiente
apoyo público, lo que no tiene es suficiente
apoyo económico. Para que realmente Torrelavega
y su entorno puedan tener un conservatorio profesional
de calidad, las instalaciones deben ser muy mejoradas.
Necesitamos dos espacios vitales que no tenemos, un
salón de actos o, mejor dicho, auditorio de
conciertos con un escenario capaz de albergar una
orquesta sinfónica y aforo de al menos 350
personas y un aula de ensayos de coro y orquesta principalmente.
P.- ¿Cuántos instrumentos
se dan en este conservatorio?
R.- Actualmente trece, pero nos gustaría
ampliar a alguno más; estamos dando piano,
guitarra, percusión, casi todas las variedades
de cuerda frotada: violín, viola, violonchelo
y contrabajo, y de viento nos faltaría poner
trombón, fagot y tuba. También podríamos
poner acordeón ya que Torrelavega tiene mucha
tradición, pero en realidad tenemos trece modalidades
y para completar nos faltarían dos o tres que
resultan bastante minoritarias.
P.- ¿Qué número
de profesores hay? ¿Y de alumnos?
R.- Hay 24 profesores y 203 alumnos,
quizá alguno menos debido a bajas, pero esos
son los que han empezado el curso.
P.- ¿Cree que en otros países
se necesita tanto esfuerzo para compatibilizar los
estudios obligatorios con los del conservatorio, o
están dentro del mismo horario y centro?
R.- Esa pregunta me interesa mucho.
Hay otros países que son mucho mejores que
nosotros, otros parecidos o mucho peores.
Uno de los motivos por el que hay tanto "fracaso"
y por el que yo no veo bien las Enseñanzas
Musicales en general, es precisamente porque no se
puede compatibilizar. Desde el punto de vista social,
todos los padres quieren que sus hijos sean médicos,
abogados, pilotos de avión... pero nadie quiere
que sean músicos; entonces desde el punto de
vista social hay una connotación negativa:
las Enseñanzas Profesionales están muy
bien y son muy chic pero como hobby o como segundo
plano, y eso es un San Benito que hace mucho daño
a la hora de que un alumno generalmente brillante,
tanto en música como en el instituto, quiera
dedicarse a la música; siempre opta por la
opción mejor vista o por la que a los padres
les parece que le va a garantizar más el futuro.
Otro de los handicaps que hay es la compatibilización,
porque se le da preferencia a la Enseñanza
Obligatoria, cosa que me parece lógica, pero
no hay centros integrados, aunque la ley los contempla.
Imagínate que este conservatorio por la mañana
abriera sus puertas y hubiera aquí un profesor
de filosofía... etc. y tuviéramos, por
ejemplo, 25 alumnos que son músicos todos y
a la vez vienen aquí al instituto. Eso también
iba a hacer que el ambiente, que las amistades que
hacen los alumnos entre ellos, el aprovechamiento
de los horarios y todo fuera mucho mejor. Mejoraría
la calidad también porque los alumnos, sobre
todo en la adolescencia, dejan el centro; porque al
tener pocas horas de clase de conservatorio unos con
otros no hacen grupo y eso es muy importante, que
creen amistades, relaciones... Los alumnos de un instituto
hacen pandilla, salen el viernes, el sábado
y tienen una relación social que en el conservatorio
no se puede fomentar porque no tienen tantas horas
juntos y hace que estos prefieran hacer otras cosas.
Nosotros intentamos fomentarlo a través de
la orquesta, de la banda, de hacer actividades extraescolares
para que los alumnos traben amistades y el conservatorio
se convierta en un centro de encuentro que les satisfaga
también a nivel social, porque es importante.
Si sólo vienen aquí a estudiar y a esforzarse,
cuando tengan 14 años pensarán: "es
que mi amiga del instituto no hace nada y es más
feliz que yo porque tiene más tiempo libre".
Por eso se dan muchos abandonos.
P.- ¿Cree que la maestría
musical está en riesgo de desaparición?
R.- Si nos referimos a maestría
musical como gente con un talento especial, eso no
depende de los centros sino del talento natural de
las personas, es independiente de las condiciones,
aunque está claro que si hay buenos centros,
buenos maestros, etc. hay más posibilidades
de que salga gente con un nivel más alto. Pero
los hechos demuestran también que en las condiciones
más ínfimas también salen. Hay
un músico, por ejemplo, Jesús de Monasterio
(violinista del S.XIX de Potes); por aquella época
en Potes no había conservatorio y en Santander
poca cosa, pero él consiguió ser un
violinista y un compositor a nivel nacional relevante.
Quiero decir, que grandes maestros hay en cualquier
sitio, depende, como ya he dicho, del talento natural
de las personas.
P.- ¿Qué le parecen
las medidas que ha tomado el Gobierno con prohibir
las descargas ilegales de internet? Ya que actualmente
son la mejor forma de darse a conocer, ¿cree
que esto dificultará la futura difusión
y variedad de estilos musicales?
R.- A mí me parece un error
ponerle puertas al campo. Internet es algo que está
ahí y hay que aprender a convivir con ello,
así que yo creo que lo que tienen que hacer
todos los músicos es nuevas formas de adaptar
su negocio a internet, antes que intentar luchar contra
algo que es inviable, porque las páginas en
las que se hacen descargas en vez de en España
se situarán en otro sitio y el caso es que
seguirán funcionando, porque internet no tiene
fronteras.
Deben de intentar adaptar su formato de otra manera;
si antes se dedicaban a vender discos, pues ahora
que venden menos discos tendrán que buscar
otras alternativas de protección y de creación
de negocio, dando más conciertos o abaratar
los costes de los discos, porque el coste real de
un CD o DVD es de un euro, todo lo demás se
lo llevan intermediarios, productoras... un montón
de dinero de gente y eso no puede ser. La copia es
incontrolable y estas medidas que ha tomado el Gobierno
yo creo que son una mala política, tanto del
Gobierno como los que protestan. Hay muchos cantantes
que han intentado utilizar internet para darse a conocer.
Yo respeto mucho los derechos de autor porque tú
haces una canción y la haces, pero eso de que
cincuenta años después de hacerla sigas
ganando dinero por ella... Todo tiene una fecha de
caducidad.
Precisamente los músicos que más protestan
son aquellos que hacen menos conciertos, los que no
sacan nuevos temas hace doscientos años, etc.,
etc., y que los que "están en la olla",
en el día a día, no están tan
preocupados.
P.- ¿Cree que estudiar música
"está de moda" o al contrario?
R.- Estudiar música no es
que esté de moda, lo que sí ocurre es
que ha habido una creciente demanda de estos estudios
en los últimos 10-15 años. El motivo
creo que está en que nuestra sociedad cada
vez se da más cuenta de los valores que tiene
la música en el ámbito de la formación
integral de las personas y al haberse elevado el nivel
cultural y el gusto por el ocio musical en nuestro
país en las últimas décadas,
los padres y las familias apuestan cada vez más
por esta formación para sus hijos, al igual
que el auge que están teniendo los idiomas
por ejemplo.
P.- Como curiosidad, ¿qué
tiene que estudiar un director de orquesta?
R.- Un director de orquesta debe
estudiar enseñanzas superiores de un instrumento
cualquiera y luego unos estudios específicos
de Dirección de Orquesta. Normalmente tienen
que aprender un cierto nivel de piano y tener conocimientos
de composición.
SUBIR
|
|