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Red-acción
II Época / Nº40
Mayo
2010
ENTREVISTAS / PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Cuando la música es una profesión

Por Marina Pérez del Olmo Teira, Marta Pérez García y Patricia Saínz Buendía, alumnas de 1º A de Bachillerato del colegio Nuestra Señora de la Paz de Torrelavega.

En 1971 nació David Cubillas Garrido quien actualmente reside en Santander y es el director del Conservatorio Elemental de Música de Torrelavega. Nos concedió esta entrevista en su despacho y nos contó que todos los instrumentos tienen algo mágico.

Marina, Marta y Patricia con David Cubillas .

El instrumento que más le gusta a David Cubillas es el chelo, que es el que toca. Si tuviera que destacar otro instrumento le llama la atención el timbre del oboe. Entre sus aficiones destacan jugar al fútbol, los juegos de mesa y disfrutar de la buena comida, aunque para ello tenga que pasarse largas horas cocinando.

Pregunta.- ¿Siempre quiso ser músico?
Respuesta.-¡No!- risas- . Hasta que no tuve 17 años no decidí dedicarme a la música. Opté por ahí porque a la vez que estudiaba en el instituto también iba a música y me gustaba.

P.- ¿Si no qué le hubiera gustado ser?
R.- Nunca había tenido muy claro qué estudiar, así que tiré por ahí, pero en principio ser músico no era algo que tuviera pensado desde pequeño ni nada por el estilo.

P.- ¿Qué ha tenido que estudiar para llegar a donde está?
R.- Hice un Grado Superior de Música en un conservatorio superior, previamente en un conservatorio profesional en Santander, luego estuve en un conservatorio superior en Bilbao, y más o menos en tiempo... desde los 8 o 9 años que comencé hasta los 24-25 que terminé las enseñanzas superiores, prácticamente he estado 15 años de mi vida, en mayor o menor medida, dedicado a los estudios musicales, aunque un músico nunca deja de aprender y siempre tiene que seguir. De todas formas los estudios son bastantes años y requieren mucha dedicación.

P.- ¿Cree que la enseñanza profesional musical tiene actualmente el reconocimiento que se merece?
R.- No. Actualmente, por ejemplo, están las enseñanzas elementales (duran 4 cursos); luego están las enseñanzas profesionales (6 cursos) y después de estar 10 años en un conservatorio, realmente la titulación que obtienes no tiene una aplicación práctica muy clara. Tienes que hacer cuatro cursos más (enseñanza superior) para poder tener una titulación que sea equivalente a una licenciatura universitaria pero después de estar catorce años, con sus asignaturas, el instrumento, asignaturas complementarias, etc.
Entonces creo que lo que es el tramo medio, las enseñanzas profesionales, no están bien valoradas ni bien reconocidas ni tienen una salida profesional coherente si no continúas los estudios. Esto hace que mucha gente abandone porque es mucho esfuerzo y las enseñanzas profesionales las terminas y tienes que seguir estudiando cuatro años más o hacer una carrera universitaria... Es la sensación de nunca acabar.
Antiguamente la titulación profesional tenía un mayor reconocimiento, servía para más cosas, y ahora prácticamente vale para muy poco, ni siquiera está claro para qué exactamente.

P.- ¿Por qué cree que hay tanta demanda en los primeros años de enseñanzas musicales?
R.- El nivel cultural de la sociedad va creciendo; al igual que antes nadie estudiaba un segundo idioma o se interesaba en practicar algún deporte porque está demostrado que es bueno para el desarrollo de un niño, los valores que inculca, etc., ocurre un poco con la música. Al elevarse el nivel cultural y el nivel de la educación del país, la gente se interesa mucho por este tipo de enseñanzas, la música, la danza, el arte... Sí que es cierto que mucha gente ahora demanda estas enseñanzas pero luego es poca la que sobrevive, porque no hay un buen sistema para compatibilizar los estudios de régimen general, sobre todo la ESO y el Bachillerato, con las enseñanzas de música, y entonces los alumnos tienen un sobreesfuerzo; hay que tener mucho talento, muchas cualidades, o tener mucho espíritu de sacrificio para poder llevar las dos cosas bien. Ése es el problema. Muchos tienen interés, pero realmente el número de abandonos es muy alto. La gente recibe una enseñanza muy elemental y cuando empieza a requerir más estudio, esfuerzo y más horas de clase lo dejan.

P.- ¿Cuál es la mayor diferencia que puede aportarnos una enseñanza musical profesional frente a cualquier particular o Escuela de Música?
R.- En las enseñanzas de música hay tres niveles: el elemental, el profesional y el superior. En el nivel elemental hay centros, como éste, que imparten enseñanzas profesionales elementales. En Cantabria sólo pueden hacerlo los conservatorios o los centros autorizados por la Consejería de Educación, y hay otros centros como escuelas de música, academias privadas, etc. que dan otro tipo de enseñanzas a nivel elemental pero no están reconocidas. La diferencia es que en las escuelas de música lo lógico es que los alumnos matriculados vayan a hacer música como hobby o como una iniciación y en cambio en los conservatorios deberían estar los alumnos que realmente tengan unas cualidades, que vengan de las escuelas de música porque destaquen allí. La enseñanza que se da en los conservatorios es más como el colegio; los profesores tienen que tener una titulación, cosa que en las escuelas de música no es necesario, las enseñanzas tienen que tener un diseño, unas calificaciones, unas evaluaciones, las salas tienen que tener determinadas cualidades (dimensiones, etc.), y el centro tiene que estar bajo el amparo del centro educativo; es decir, que es como si fuera un colegio o un instituto. Y una academia es como un centro de clases particulares.

P.- ¿Qué ha supuesto la implantación de Enseñanzas Profesionales en Torrelavega?
R.- Supone muchas cosas. Va a suponer que este conservatorio va a impartir seis cursos más de los que impartía, se va a ampliar el número de asignaturas porque las enseñanzas profesionales tienen un montón de asignaturas que las elementales no tienen. Se supone que también va a aumentar el número de alumnos del centro y el nivel, claro está, no es lo mismo trabajar con niños hasta cuarto que trabajar con niños que van a estar hasta diez años en el centro. Además, se va a dinamizar musicalmente y culturalmente la zona, a corto, medio y largo plazo.
A corto plazo porque el centro va a necesitar más aulas, más profesorado, más alumnado, más servicios, más instrumentos y se va a dar un servicio mucho mayor en cuanto a enseñanzas musicales. Se van a generar una serie de actividades que van a beneficiar a los alumnos del centro pero también de cara al exterior: padres, madres, familias, que van a acudir a esas actividades, y también el centro va a enriquecer culturalmente al entorno de forma inmediata. Por otra parte también se va a conseguir dar servicio a una población que tenía que ir, hasta el año pasado, a Santander y ahora tienen un centro en Torrelavega, lo que va a favorecer a mucha gente. De cara al futuro, un conservatorio que va teniendo muchos alumnos va a dinamizar la música porque algún día surgirán grupos, orquestas, bandas de pueblo, etc. y se crearán otra serie de agrupaciones, no sólo profesionales sino también de aficionados. A la larga mejorará la cultura musical, habrá más gente que toque instrumentos.

P.- ¿Cómo se estructuran los estudios en el conservatorio?
R.- Hay tres niveles. Éste es un conservatorio en el que la mayoría de los alumnos están en Enseñanzas Elementales. Al principio los alumnos tienen que venir pocas horas; en primero y segundo curso sólo tienen que venir dos horas a instrumento y dos horas a lenguaje musical. Y en tercero y cuarto de Elementales tienen que venir cinco horas a la semana: dos horas instrumento, dos lenguaje musical y una hora de coro. La carga lectiva es mucha. Sobre todo en el nivel elemental, en Enseñanzas Profesionales se amplía debido al grado de exigencia, a la especialización y al nivel, y se van añadiendo asignaturas complementarias e incluso hay asignaturas optativas como la informática musical, en quinto y sexto, u otras, como por ejemplo, lutería. Las optativas dependen del centro. Pero en general la carga lectiva de los profesionales no supera las siete u ocho horas a la semana. El verdadero problema de estas enseñanzas es que condiciona mucho la asignatura de instrumento porque le tienes que dedicar mucho tiempo. Un alumno que está en Enseñanzas Profesionales debería dedicarle todos los días hora y media, dos horas. Así que esto también condiciona mucho el esfuerzo personal y el tiempo que hay que tener para sobrellevarlo.

P.- Cuando has terminado los primeros cuatro años en el conservatorio, ¿se te reconoce algún título?
R.- El conservatorio expide un certificado de haber cursado Enseñanzas Profesionales, se te da un certificado de estudios: es un documento oficial con validez oficial ahora mismo en Cantabria o en cada comunidad autónoma donde se haya expedido y tendrá la validez que dictamine cada comunidad. Este certificado indica que has cursado la materia que sea pero ahora mismo no tiene una validez real para nada profesionalmente, o sea, no sirve para dar clase en ningún sitio. Se está estudiando la posibilidad de que pueda ser canjeable por créditos en la universidad, pueda dar puntuación añadida para oposiciones, para Magisterio musical que se pueda tener el reconocimiento de algunos módulos o créditos, pero de momento eso solo se está estudiando, para poder sacarle algún rendimiento al certificado pero ahora mismo no sirve para nada.

P.- En caso de que no sea así, ¿hasta cuándo hay que llegar para que tenga un reconocimiento oficial?
R.- Grado Superior. La carrera de un músico es muy larga.

P.- ¿Qué salidas profesionales tiene cursar estudios en el conservatorio?
R.- Ahora mismo, un alumno que acabe Enseñanzas Profesionales, no está muy claro todavía.
Por ejemplo, para tocar en agrupaciones de bandas o de orquesta sí que valdría esa titulación; de hecho, hay bandas y orquestas que piden esa titulación como la mínima para poder presentarse a sus oposiciones.

P.- Y más salidas... un alumno que acabe Enseñanzas Profesionales con las asignaturas comunes del Bachillerato, tiene reconocido el Bachillerato automáticamente, y no le haría falta hacer las de modalidad de ciencias, de sociales, o de lo que sea.
R.- Profesionalmente, cuando un alumno acaba el Superior tiene una licenciatura universitaria que podría tener salida en el campo docente, como es mi caso, o en institutos de Educación Secundaria en la materia de música, también en conservatorios, escuelas de música, orquestas, bandas, y ahora se van a aprobar los nuevos Estudios Superiores de música que se van a modificar y una de las salidas profesionales que se va a ofrecer es la composición, la interpretación y la gestión y administración de eventos musicales que consiste en que haya gente gestionando el mundo del espectáculo, trabajando por ejemplo en el Palacio de Festivales, contratando orquestas, una programación cultural, o en el Concha Espina, etc.

P.- Se está buscando un poco abrir a los músicos algunas salidas que no eran tan tradicionales, lo que me parece un acierto.
R.- Incluso para aquellos alumnos que acaban las enseñanzas profesionales pero que no quieren seguir tan ligados al aspecto instrumental o lo que sea, puede haber módulos de Formación Profesional, de Grado Medio o Superior, relacionados con técnicos de sonido, o para trabajar en radio, en teatro, como regidores, en medios de televisión, con cámaras de cine, etc.

P.- ¿Cree que el Conservatorio tiene suficiente apoyo público?
R.- El Conservatorio tiene suficiente apoyo público, lo que no tiene es suficiente apoyo económico. Para que realmente Torrelavega y su entorno puedan tener un conservatorio profesional de calidad, las instalaciones deben ser muy mejoradas. Necesitamos dos espacios vitales que no tenemos, un salón de actos o, mejor dicho, auditorio de conciertos con un escenario capaz de albergar una orquesta sinfónica y aforo de al menos 350 personas y un aula de ensayos de coro y orquesta principalmente.

P.- ¿Cuántos instrumentos se dan en este conservatorio?
R.- Actualmente trece, pero nos gustaría ampliar a alguno más; estamos dando piano, guitarra, percusión, casi todas las variedades de cuerda frotada: violín, viola, violonchelo y contrabajo, y de viento nos faltaría poner trombón, fagot y tuba. También podríamos poner acordeón ya que Torrelavega tiene mucha tradición, pero en realidad tenemos trece modalidades y para completar nos faltarían dos o tres que resultan bastante minoritarias.

P.- ¿Qué número de profesores hay? ¿Y de alumnos?
R.- Hay 24 profesores y 203 alumnos, quizá alguno menos debido a bajas, pero esos son los que han empezado el curso.

P.- ¿Cree que en otros países se necesita tanto esfuerzo para compatibilizar los estudios obligatorios con los del conservatorio, o están dentro del mismo horario y centro?
R.- Esa pregunta me interesa mucho. Hay otros países que son mucho mejores que nosotros, otros parecidos o mucho peores.
Uno de los motivos por el que hay tanto "fracaso" y por el que yo no veo bien las Enseñanzas Musicales en general, es precisamente porque no se puede compatibilizar. Desde el punto de vista social, todos los padres quieren que sus hijos sean médicos, abogados, pilotos de avión... pero nadie quiere que sean músicos; entonces desde el punto de vista social hay una connotación negativa: las Enseñanzas Profesionales están muy bien y son muy chic pero como hobby o como segundo plano, y eso es un San Benito que hace mucho daño a la hora de que un alumno generalmente brillante, tanto en música como en el instituto, quiera dedicarse a la música; siempre opta por la opción mejor vista o por la que a los padres les parece que le va a garantizar más el futuro.

Otro de los handicaps que hay es la compatibilización, porque se le da preferencia a la Enseñanza Obligatoria, cosa que me parece lógica, pero no hay centros integrados, aunque la ley los contempla.

Imagínate que este conservatorio por la mañana abriera sus puertas y hubiera aquí un profesor de filosofía... etc. y tuviéramos, por ejemplo, 25 alumnos que son músicos todos y a la vez vienen aquí al instituto. Eso también iba a hacer que el ambiente, que las amistades que hacen los alumnos entre ellos, el aprovechamiento de los horarios y todo fuera mucho mejor. Mejoraría la calidad también porque los alumnos, sobre todo en la adolescencia, dejan el centro; porque al tener pocas horas de clase de conservatorio unos con otros no hacen grupo y eso es muy importante, que creen amistades, relaciones... Los alumnos de un instituto hacen pandilla, salen el viernes, el sábado y tienen una relación social que en el conservatorio no se puede fomentar porque no tienen tantas horas juntos y hace que estos prefieran hacer otras cosas. Nosotros intentamos fomentarlo a través de la orquesta, de la banda, de hacer actividades extraescolares para que los alumnos traben amistades y el conservatorio se convierta en un centro de encuentro que les satisfaga también a nivel social, porque es importante.
Si sólo vienen aquí a estudiar y a esforzarse, cuando tengan 14 años pensarán: "es que mi amiga del instituto no hace nada y es más feliz que yo porque tiene más tiempo libre". Por eso se dan muchos abandonos.

P.- ¿Cree que la maestría musical está en riesgo de desaparición?
R.- Si nos referimos a maestría musical como gente con un talento especial, eso no depende de los centros sino del talento natural de las personas, es independiente de las condiciones, aunque está claro que si hay buenos centros, buenos maestros, etc. hay más posibilidades de que salga gente con un nivel más alto. Pero los hechos demuestran también que en las condiciones más ínfimas también salen. Hay un músico, por ejemplo, Jesús de Monasterio (violinista del S.XIX de Potes); por aquella época en Potes no había conservatorio y en Santander poca cosa, pero él consiguió ser un violinista y un compositor a nivel nacional relevante. Quiero decir, que grandes maestros hay en cualquier sitio, depende, como ya he dicho, del talento natural de las personas.

P.- ¿Qué le parecen las medidas que ha tomado el Gobierno con prohibir las descargas ilegales de internet? Ya que actualmente son la mejor forma de darse a conocer, ¿cree que esto dificultará la futura difusión y variedad de estilos musicales?
R.- A mí me parece un error ponerle puertas al campo. Internet es algo que está ahí y hay que aprender a convivir con ello, así que yo creo que lo que tienen que hacer todos los músicos es nuevas formas de adaptar su negocio a internet, antes que intentar luchar contra algo que es inviable, porque las páginas en las que se hacen descargas en vez de en España se situarán en otro sitio y el caso es que seguirán funcionando, porque internet no tiene fronteras.
Deben de intentar adaptar su formato de otra manera; si antes se dedicaban a vender discos, pues ahora que venden menos discos tendrán que buscar otras alternativas de protección y de creación de negocio, dando más conciertos o abaratar los costes de los discos, porque el coste real de un CD o DVD es de un euro, todo lo demás se lo llevan intermediarios, productoras... un montón de dinero de gente y eso no puede ser. La copia es incontrolable y estas medidas que ha tomado el Gobierno yo creo que son una mala política, tanto del Gobierno como los que protestan. Hay muchos cantantes que han intentado utilizar internet para darse a conocer. Yo respeto mucho los derechos de autor porque tú haces una canción y la haces, pero eso de que cincuenta años después de hacerla sigas ganando dinero por ella... Todo tiene una fecha de caducidad.
Precisamente los músicos que más protestan son aquellos que hacen menos conciertos, los que no sacan nuevos temas hace doscientos años, etc., etc., y que los que "están en la olla", en el día a día, no están tan preocupados.

P.- ¿Cree que estudiar música "está de moda" o al contrario?
R.- Estudiar música no es que esté de moda, lo que sí ocurre es que ha habido una creciente demanda de estos estudios en los últimos 10-15 años. El motivo creo que está en que nuestra sociedad cada vez se da más cuenta de los valores que tiene la música en el ámbito de la formación integral de las personas y al haberse elevado el nivel cultural y el gusto por el ocio musical en nuestro país en las últimas décadas, los padres y las familias apuestan cada vez más por esta formación para sus hijos, al igual que el auge que están teniendo los idiomas por ejemplo.

P.- Como curiosidad, ¿qué tiene que estudiar un director de orquesta?
R.- Un director de orquesta debe estudiar enseñanzas superiores de un instrumento cualquiera y luego unos estudios específicos de Dirección de Orquesta. Normalmente tienen que aprender un cierto nivel de piano y tener conocimientos de composición.


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María Teresa Noceda, alcaldesa de Comillas
Es diplomada en magisterio y actualmente es alcaldesa de Comillas y diputada del Grupo Regionalista y miembro del comité ejecutivo de la Federación de Municipios de Cantabria
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