El
Palacio de Linares es unos de los lugares en la capital
de España que encierra en sus paredes más
misterios. La historia que os voy a contar de los
Marqueses de Linares es un tema apasionante, en el
que no faltan los fantasmas, los engaños, las
tertulias televisivas y el suspense.
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Imagen del interior
del Palacio de Linares |
Para situarnos os diré que el Palacio de
Linares está en Madrid, donde la Plaza de Cibeles.
Hoy en día se le conoce como Casa de América.
En 1992 Madrid quería celebrar el Quinto Centenario
de la llegada de Cristóbal Colón a América
y también la capitalidad cultural europea y
por ello se reabrió este palacio. Cabe mencionar
que a lo largo de los años ha tenido varios
propietarios, como la compañía marítima
Transmediterránea, la Confederación
Española de Cajas de Ahorro, el Ayuntamiento
de Madrid y el industrial Emiliano Revilla. Nadie
sabe bien el porqué, pero ninguno de estos
propietarios llegó a vivir allí. Ha
estado cerrado durante muchos años, por lo
que se conserva tan bien.
El palacio fue encargado en 1873 por los Marqueses
de Linares al arquitecto Carlos Colubí, pero
no fue inaugurado y acabado por completo hasta 1900,
aunque los marqueses se mudaron en 1884. Era un palacio
lleno de lujos y ostentación, de acuerdo con
la situación económica que tenían
en ese momento los marqueses. Para que os hagáis
una idea de las dimensiones y de las características
del mismo, decir que tenía 27 chimeneas (todas
diferentes), una escalera de mármol de Carrara,
telas de Oriente, lámparas de araña
y frescos pintados por Valeriano Bécquer. Pese
a las dimensiones del palacio y al lujo del mismo,
cabe mencionar como curiosidad que no tenía
cocina. Los marqueses se hacían llevar todos
los días la comida de diferentes restaurantes
de Madrid.
La historia de los marqueses, José y Raimunda,
es una historia que parece irreal, como sacada de
un cuento para no dormir. Todavía hoy no se
sabe bien cómo ocurrió todo. Hay muchísimas
contradicciones. Éstas son algunas de las preguntas
claves. Cuando se casaron, ¿sabían ya
que eran hermanos? ¿Tuvieron realmente hijos
propios? ¿Quién es realmente Raimundita
y qué pasó con ella? ¿Por qué
hay fantasmas en el lugar? ¿Ocurrieron asesinatos?
¿Nos querrán decir algo? Todavía
no se sabe a ciencia cierta estos datos. Investigando
en muchos artículos podemos ver que hay multitud
de contradicciones. Quizá precisamente por
esas contradicciones aparecen fantasmas y se oyen
voces en el palacio. ¿De quiénes son?
¿Por qué se manifiestan? ¿Querrán
decirnos algo y por eso se nos revelan? Son algunas
de las conclusiones a la que he llegado después
de analizar todo lo que allí ocurre.
Así es la historia de los Marqueses de Linares:
José Murga se enamoró de una humilde
joven llamada Raimunda Osorio. Su padre, don Mateo,
se oponía firmemente a este noviazgo, por lo
que envió a su hijo a Londres a estudiar para
que se olvidara de Raimunda, pero no lo consiguió.
Cuando José regresó, su padre había
fallecido y todavía estando de luto por su
muerte, decidió casarse con Raimunda. Don Mateo
nunca le comunicó personalmente a su hijo por
qué no aceptaba a Raimunda como su novia. Tras
el fallecimiento de su progenitor, José leyó
una carta que le había dejado su padre. En
ella le contaba que no aceptaba el noviazgo entre
él y Raimunda porque eran hermanos. Raimunda
fue fruto de un romance que tuvo su padre, Mateo,
con una cigarrera. Cuando José y Raimunda se
enteraron que eran hermanos decidieron no tener relaciones.
Cada uno tenía su propia habitación
y ni siquiera estaba cerca, ya que cada una estaba
en una planta.
Cuando Raimundita nació hay varias versiones
de lo que fue de ella y de quién era realmente.
Según algunos era la hija de los marqueses
y fue asesinada y emparedada por ellos mismos para
que nadie supiera de su existencia, ya que no iba
a estar muy bien visto porque ellos eran hermanos.
Según otras versiones, tenían una ahijada
llamada Raimunda, que en realidad era su hija pero
que decidieron adoptarla para guardar las apariencias.
Otros dicen que a la hija la enviaron a un hospicio
de Valladolid.
A la historia de Raimunda hay que añadir la
de otra niña llamada Sara. Algunos dicen que
ese fue el nombre de su segunda hija. Aunque no se
sabe mucho de ella. Sólo que en el palacio
hay un cuadro con las dos niñas.
A la muerte de los marqueses, y según el testamento,
aparecía que no habían tenido ninguna
hija, y que tampoco podían tenerla. Según
algunas versiones, las que dicen que adoptaron a la
niña Raimunda, ésta sería la
heredera del Palacio de Linares.
Cuando en 1990 se llevaron a cabo obras de remodelación
del palacio se corrió rápidamente el
rumor de que algo extraño estaba pasando allí.
Los operarios estaban viendo y oyendo cosas muy extrañas.
La doctora Sánchez de Castro grabó unas
psicofonías en el lugar que se hicieron muy
famosas, hasta tal punto que llegaron a abrir las
noticias de telediario. Aunque al final se demostró
que estaban manipuladas. Sí que es cierto que
mucha gente afirma haber oído voces. Además
hay fotos en las que se ven figuras de personas que
no estaban en ese momento en la habitación.
Ya en 1989 un grupo de parapsicólogos estaban
llevando a cabo una investigación del lugar
sin que apenas nadie lo supiera y concluyeron que
había algo anormal. Podría haber fantasmas
o espíritus. Se dice que por las noches es
frecuente ver a los fantasmas de los marqueses vagando
por las habitaciones de palacio. Cada uno de ellos
está en su correspondiente habitación.
Estarían así condenados a estar siempre
separados.
Según testimonios de colaboradores de Iker
Jiménez en el programa 'Cuarto Milenio', para
el personal que trabaja en la Casa de América
(como se denomina actualmente) no es extraño
que los fantasmas les hagan trastadas o estén
revoltosos. Intentan convivir con ellos lo mejor que
saben. Para ellos es frecuente oír ruidos y
que les cambien los objetos de lugar. Aunque no todo
el mundo lo acepta igual, porque es frecuente ver
a personal de seguridad, por ejemplo, que a los dos
días de empezar a trabajar ya no quieran volver
a poner un pie en el palacio y piden el traslado.
Y es que por lo que he podido leer hay que ser muy
valiente y poco miedoso para trabajar allí.
¿Os imagináis estar sólo en una
habitación y ver al marqués a tu lado?
Por todo lo que os he contado espero que cuando vayáis
por Madrid no dejéis de visitar el Palacio
de Linares o la Casa de América. Al fin y al
cabo yo creo que merece la pena porque si ves algo
cultural y encima te llevas la foto de un fantasma,
pues mejor ¿o no? ¿Quién se atreve
a ir? Por el precio de una visita cultural te puedes
llevar las fotos de tu vida y luego presumir de fantasmas.

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