Cuando al director del CP Cisneros de Santander, José
Antonio Sánchez, se le pregunta sobre la vinculación
que su centro tiene con las nuevas tecnologías
no duda en contestar que es un "noviazgo"
que dura desde 1986, "cuando los docentes quedábamos
a las ocho de la mañana para formarnos en este
tema". Ahora, 24 años más tarde,
"tenemos las herramientas informáticas
necesarias para poder trabajar bien".
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Alumnos del
CP Cisneros, en su aula de informática,
donde trabajan de manera conjunta temas como
las tecnologías y la sostenibilidad. |
Casi ochenta ordenadores,
a los que pronto se sumarán otros cincuenta
procedentes del programa Escuela 2.0, conforman el
equipo informático de este colegio donde las
nuevas tecnologías están dentro de todas
las áreas, "lo que llamamos integración
curricular".
La metodología en las aulas del Colegio Cisneros
ha cambiado mucho en los últimos años
para conseguir esta integración. Aunque José
Antonio no es partidario de que los niños empiecen
en el mundo de la informática "especialmente
pronto", en su centro los alumnos de las aulas
de dos años ya hacen sus primeros pinitos,
por ejemplo, familiarizándose con el ratón.
A lo largo de los cursos se van introduciendo un
poco más en el mundo de las nuevas tecnologías
hasta llegar a quinto y sexto de Primaria donde "ya
es un trabajo más complejo".
Para realizar todos estos trabajos, el centro parte
de la base del cloud computing (computación
en nube), un paradigma que permite ofrecer servicios
de computación a través de internet,
es decir, ofrece una especie ordenador virtual.
Trasladando esta nube al colegio, los alumnos aprenden
a manejar herramientas online, procesadores de texto
"más allá del simple Word",
hojas de cálculo o formularios, disponiendo
siempre de ello a través de la Red. "Trabajar
en la nube permite que haya una continuidad colegio-casa,
ya que lo que se inicia en el aula de informática
se puede continuar en la clase y en su propio domicilio".
Gracias a este proyecto, en el Cisneros la informática
ha pasado de ser algo individualista a ser una base
para la cooperación entre alumnos. "Se
crean grupos de trabajo y a través de un chat
simulan que cada uno está en un lugar diferente,
a pesar de estar en el mismo aula".
De esta forma, tras elegir un coordinador, un tema
y distribuir el trabajo, todos revisan lo que van
haciendo los demás, quitando y añadiendo
cosas, a través de documentos compartidos.
Junto a ello, cada niño dispone de su propia
cuenta de correo y su blog.
En el tema de las "competencias básicas",
según el director del Cisneros, este colegio
utiliza las nuevas tecnologías para abordar
"actividades funcionales complejas". La
metodología consiste en plantear actividades
de la vida diaria pero a la vez hacerlo de una manera
interdisciplinar. "Son temas capaces de ser abordados
desde distintas facetas como la literatura, las matemáticas,
etc.".
En este sentido, José Antonio Sánchez
considera el papel del docente como algo fundamental.
"Los únicos que realmente nos hemos formado
y estamos capacitados para este tema somos los profesores,
eso sí, siempre con el apoyo de las familias".
Sin embargo, este nuevo enfoque educacional puede
resultar complicado para el claustro. Se han dicho
adiós a las típicas clases donde se
explicaba la lección para dar paso a una triple
función mucho más complicada. "Lo
que hace falta es enseñar al niño a
que busque los contenidos, los procese y sea capaz
de comunicarlos". Y es ahí donde los docentes
adquieren una especial importancia ya que deben ser
ellos los que les enseñen a encontrar la información,
a ver qué es lo válido, procesarlo,
simplificarlo y, por último, colocarlo en sus
respectivos blogs.
Pero no todo es cosa de los alumnos. El avance de
las nuevas tecnologías hace que los profesores
también estén en constante renovación.
"La escuela se ha hecho mucho más compleja.
Hoy en día los docentes deben ser multidisciplinares".
Para ello, la formación es "fundamental",
por lo que el propio centro imparte un seminario durante
todo el curso sobre las Tecnologías de la Información
y la Comunicación, que ha sido bien recibido
por el claustro. "Los profesores entienden que
tienen que meterse sí o sí en este mundo.
Es necesario cambiar la forma de dar clase y hacerlo
de una manera radical".
Asimismo, las familias también cuentan con
su rol en este asunto de las nuevas tecnologías.
Desde el colegio, ya se han ofrecido sesiones informativas
donde se les ha explicado la nueva metodología
de trabajo. "Los padres deben saber qué
es lo que sus hijos están haciendo cuando llegan
a casa y entran en su correo".
Pero José Antonio es consciente de que, a
pesar de que el número de hogares con acceso
a internet es elevado, hay familias que no tienen
los suficientes conocimientos sobre el tema. Por ello,
una vez a la semana el centro les imparte una especie
de tutoría, para los que no tienen recursos
suficientes, donde se abordan temas tan variados como
la seguridad en la Red.
Y como "trabajar con las familias es algo fundamental",
el Colegio Cisneros ha creado lo que ellos denominan
'la lista Robinson', a través de la cual los
padres reciben las informaciones del colegio exclusivamente
por correo electrónico y no por papel. "Llevamos
tres años con esta técnica y, actualmente,
ya contamos con más de la mitad de los padres".
Un sistema donde las tecnologías se vuelven
a unir a temas relacionados con la sostenibilidad
y la solidaridad. "Con esta lista cumplimos dos
objetivos. Por un lado, conseguimos beneficios ambientales
y, por otro, todo el dinero que se ahorra lo enviamos
a una cuenta de Unicef".
El Diario Montañés

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